Por lo que me doy cuenta no lo soy

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Estoy en el elevador, estoy sola en él, lo cual es raro. Voy a la oficina de Ryan, debo confrontarlo, preguntarle si lo que me dijo Grace era cierto. De pronto empiezo a recordar todo lo que me dijo Grace, mi mente empieza a recordar sus palabras "Ryan y yo no hemos hablado sobre divorcio". Así que siento una furia intensa que recorre mi cuerpo, estoy realmente enojada. El sonido del elevador hace que vuelva a la realidad y las puertas se abren, salgo disparada del elevador rumbo a la oficina de Ryan.

Veo a lo lejos su asistente, seguramente es nueva, pero paso a su lado, solo la escucho decir a lo lejos.

—Disculpe señorita, debo avisar al señor Cunningham que desea verlo.

Pero yo no le hago caso, sigo caminando rápidamente y enojada y abro la puerta de su oficina de golpe. Veo a Ryan, está sentado en el escritorio que anteriormente era de Cheryl, pero veo que ya ha cambiado la decoración.

—Sabes lo que me dijo Grace hace poco, que ustedes nunca han hablado del divorcio. —Le digo casi gritando.

De pronto escucho los pasos rápidos de alguien detrás de mí, volteo y veo que es la asistente.

—Disculpe señor Cunningham, no me quiso hacer caso, pasó rápidamente y no pude detenerla.

—Déjalo así, puedes retirarte Elouise.

La asistente me ve antes de irse, y cierra la puerta.

—Elizabeth, que tienes mi amor, ¿Qué te sucede? —Dice Ryan mientras se acerca a mí.

—No trates de acercarte. —Le digo antes de que se acerque más de lo que yo quiero.

—Pero Elizabeth.

—Pero nada Ryan, me has mentido, tú me dijiste que ya no tenías nada que ver con Grace, pero me has mentido, siempre me mientes Ryan. —Le digo gritando y casi llorando.

—Elizabeth, lo primero que debes hacer es calmarte.

—Porque, ¿Es que es tan difícil divorciarse de alguien si no la quieres?

—¡Si Elizabeth, es difícil porque no sé qué es lo que quiero! —Ryan me contesta enojado.

Veo a Ryan por un corto tiempo, me sorprende que me haya gritado, ahora soy yo la que quiere recuperar la calma.

—Entonces porque has estado jugando conmigo. —Le digo más calmada.

—No sé con quién quiero estar, simplemente no lo sé. —Me dice Ryan sin verme a los ojos.

—¿Sabes que es lo que yo pienso? Que querías estar con Grace y conmigo al mismo tiempo, nunca quisiste ser de una sola persona.

—Si tanto quieres la verdad Elizabeth, te la voy a decir. Es difícil para mí seguir casado con Grace, me case con ella cuando estaba muy joven, yo quería seguir con mi vida, pero ella estaba conmigo.

—Y por eso decidiste tener una amante, por eso decidiste mentirme. —Le digo con lágrimas en los ojos.

—Esa no es la razón. —Dice Ryan mientras se recarga en el escritorio.

—Si querías tener una aventura, lo hubieras hecho, pero me mentiste Ryan, me mentiste por tantos meses con las mismas mentiras de siempre, pero la que tuvo la culpa fui yo, por haberte creído.

—Tu no eras una aventura Elizabeth.

—¡Entonces que era! ¡Yo no soy nada o nadie para ti! Dime cuantas veces me tenías que esconder, ¡Dime cuantas! —Le digo gritando.

—Elizabeth por favor no grites, nos pueden escuchar afuera.

—¡A mí no me importa lo que la gente piense! Es más, quiero que se enteren de la clase de basura que eres tú. —Le digo alterada.

Una segunda oportunidad para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora