Me emociona volver a trabajar contigo

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Ya son las 2 de la tarde, y por más que intento concentrarme en mi trabajo, no puedo, solo he estado pensando en Brad y en lo que le dije la noche anterior.

Escucho que alguien toca la puerta de mi oficina y la abre lentamente, es Grace.

—Hola Elizabeth, ¿Puedo pasar? —Me pregunta Grace desde la puerta.

—Claro Grace, adelante.

La veo entrar en mi oficina, lleva un vestido rosa y ya se le nota el embarazo, me siento culpable al verla, pero decido no pensar en eso.

—Cheryl me ha avisado que Ryan va a ocupar su puesto. Me siento muy emocionada por él, ojalá esto no le afecte a nuestro matrimonio o cuando nazca él bebe.

¿Tu matrimonio? Es en lo que me pongo a pensar, ¿Porque diría algo así?, Ryan me dijo que ya se iba a divorciar de Grace, no lo entiendo, será que Ryan me mintió. Así que decido que debo preguntarle a Grace.

—Sabes que Grace, esta mañana escuche algo muy raro por los pasillos, hablaban sobre tú y Ryan.

—¿Y que decían? La gente a veces suele decir cosas que no son ciertas. —Me dice Grace interesada.

—Escuche a unas chicas decir que tú y Ryan... se iban a divorciar, que ya habían decidido divorciarse.

Grace se me queda mirando por un buen tiempo, me mira confusa, como si no pudiera encontrar las palabras adecuadas.

—No Elizabeth, no me voy a divorciar de Ryan, creo que es un chisme de la empresa, Ryan y yo estamos mejor que nunca.

—Pero dijeron que ustedes tenían problemas y que no podían solucionarlos. —Le pregunto a Grace algo nerviosa, es seguro que alguien me está mintiendo, pero ¿quién? Ryan o Grace

—Te voy a confesar algo Elizabeth... hace alrededor de un año Ryan y yo tuvimos problemas y estuvimos a punto de divorciarnos, pero encontramos la manera de salvar nuestro matrimonio y desde entonces Ryan y yo nunca hemos hablado sobre divorcio.

—¿Eso quiere decir que tú y Ryan no han pensado en divorciarse desde ese momento? —Le pregunto a Grace con la voz algo quebrada, pero trato de que Grace no se dé cuenta.

—Hemos pasado por momentos difíciles como cualquier matrimonio, pero hemos salido adelante, y ahora que vamos a tener un hijo todo se ha vuelto mejor. —Dice Grace mientras se toca el vientre.

—Me alegro por ti y Ryan... me alegro que tengan una hermosa relación.

—Bueno, yo solo vine para decirte los cambios que habían en la empresa, pero como Cheryl te dijo en la mañana, ya no tiene caso que siga aquí. Te dejo trabajar, seguramente estas muy ocupada y no quiero gastar tu tiempo.

—Si está bien, de todas maneras gracias por venirme a avisar.

—Entonces nos vemos mañana, porque ahora vamos a trabajar las dos juntas en la nueva campaña.

—Claro, me emociona volver a trabajar contigo. —Digo con una falsa sonrisa.

Entonces Grace se da la media vuelta y se va, yo la miro y me doy cuenta de que estoy enojada con Ryan, si Grace me ha dicho la verdad, quiere decir que Ryan me ha estado mintiendo desde el principio. Quiero ir a reclamarle, pero primero debo de hacer una llamada, busco mi teléfono y le llamo a Alexander.

—Hola Alexander, te llamo rápidamente para hacerte una pregunta.

—Hola Elizabeth, dime, ¿Qué quieres saber?

—Una vez tú me dijiste que yo tendría una oportunidad de trabajar contigo en tu empresa.

—Si, ¿por qué? —Me dice Alexander al otro lado de la línea.

—Porque voy a renunciar a Beauty Light Company.

—Me alegra mucho escuchar eso, yo sabía que no eras feliz en tu trabajo, ¿Cuándo vas a querer renunciar? Y lo más importante, ¿Te van a dejar ir tan fácil? Porque eres una pieza importante en Beauty Light.

—Lo se Alexander, pero mi jefa Cheryl es muy buena, ella comprenderá que quiero irme, que es lo mejor para mí y... — Y en ese momento recuerdo Cheryl ya no es mi jefa, es Ryan. Y no sé si él va a querer que me vaya.

—Elizabeth, ¿Estás ahí? —Me pregunta Alexander.

—Si, si, es que me puse a pensar y sé que ya debo de redactar mi carta de renuncia, es mejor que empiece lo más pronto posible.

—Entonces te dejo, buena suerte Elizabeth, nos vemos luego.

—¡No! Espera, que te parece si esta noche salimos a cenar, me sentí muy mal cuando te dejé solo en el restaurante.

—No tienes que sentirte mal, pero está bien, ¿Qué te parece si paso por ti a tu trabajo?

—Suena de maravilla, nos vemos luego.

—Adiós. —Alexander cuelga y lo primero que hago es empezar a redactar mi carta de renuncia.

A los 15 minutos he terminado de redactar mi carta. Salgo de mi oficina y voy rumbo a la de Ryan. No solo quiero renunciar, quiero saber si Ryan me ha mentido. 

Una segunda oportunidad para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora