Una segunda oportunidad para amar

Un beso en Central Park

Llegamos al "Rock Center Cafe" entramos al restaurante y nos dan una mesa con vista hacia afuera.

—Tengo muchos planes para hoy, así que lo primero que debemos de hacer es comer bien... aunque en tu caso será desayunar.

—Si... no todos los domingos me levanto tarde, simplemente estaba cansada.

—No te juzgo, eso también lo hago yo, solo que en días especiales como este me levanto temprano.

Pasamos alrededor de dos horas comiendo y platicando, tomamos vino y nos reímos por las tonterías más absurdas, según Alexander no podíamos irnos sin probar "New York Cheesecake", entonces lo pedimos y ha sido uno de los mejores postres que he tenido en mi vida.

Después seguimos con "Central Park".

—Según las películas de romance que estuve viendo los últimos días, para tener un paseo romántico debes de caminar por este parque. —Me dice Brad mientras vamos caminando tomados de la mano. El clima esta hermoso, y disfruto mucho de su compañía.

—¿Así que viste demasiadas películas de romance los últimos días?

—Si, vi todas las películas que necesitaba para saber cómo hacer un paseo romántico, también vi la película "Before We Go", se trata de un par de desconocidos que se enamoran en una noche.

—¿En una noche? Creo que es demasiado rápido.

—Bueno no se enamoran completamente, simplemente tienen un conexión especial.

—¿Quieres que tenga una conexión especial contigo? —Le pregunto a Alexander mientras seguimos caminando.

—Eso espero, ¿crees que la tendré?

—Creo que la tuviste cuando estuvimos en Miami.

—¿Entonces mi segundo paso es enamorarte? —Me pregunta Alexander mientras se detiene.

—Creo que sí. —Le contesto a Alexander.

Alexander me atrae hacia él y me besa, siento suavemente sus labios cerca de los míos, pero pienso en la gente que nos puede estar viendo, pero en ese instante decido que no le debo de dar importancia y me dejo llevar, muchas sensaciones recorren mi cuerpo, este era un beso enamorado...un beso de verdad.

—Cuando me separo de él, pongo mis brazos sobre su cuello y me quedo muy cerca de su rostro y le susurro.

—¿Un beso en Central Park también está en la lista de las cosas que se deben de hacer en las citas románticas?

—Si, es necesario. —Me dice Alexander mientras apoya su cabeza contra la mía.

Seguimos caminando por las calles de Nueva York, cuando Alexander me detiene enfrente de una joyería.

—En las películas románticas esto pasa. —Dice mientras señala la joyería.

—No es necesario Alexander... —Alexander no me deja terminar la frase cuando me toma de la mano y me lleva hacia la joyería.

Entramos y lo primero que veo son unos cristales que cuelgan del techo, son largos y reflejan los colores de las luces, nos acercamos al mostrador y un hombre de mediana edad nos atiende.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarles? —Nos pregunta amablemente.

—Estamos buscando una gargantilla con... un dije en forma de corazón. —Dice Alexander mientras me voltea a ver.

—Vengan de este lado. —Nos dice el hombre mientras nos lleva a otro mostrador.

El hombre abre la pequeña puerta de vidrio y saca una elegante gargantilla con un dije de corazón en una caja color vino.

—Esta gargantilla le encantara a la dama. —Es lo que le dice el hombre a Alexander.

A Alexander se le dibuja una sonrisa al ver la gargantilla, pero de pronto a mí me llega un recuerdo de hace algunos meses.

Estoy en mi recamara, Ryan y yo estamos acostados escuchando una música de fondo.

—Te tengo un regalo Elizabeth. —Me dice Ryan mientras se levanta de la cama.

—No te levantes, quédate conmigo.

—Te va a gustar mucho, deja que te lo de. —Ryan busca en su saco hasta que lo encuentra.

Yo me siento en la cama y pongo una almohada detrás de mí.

—Es para ti. —Me dice mientras me da una caja color negro con un moño rojo.

—Pero porque me das un regalo, ¿Cuál es la ocasión? —Le digo mientras juego con el moño color rojo.

—La ocasión es que te amo y que te quise comprar esto en cuanto lo vi.

—Me gusta cuando me dices "te amo".

—Y lo voy a seguir haciendo hasta que te aburras de escucharlo. —Dice Ryan y se sienta en la orilla de la cama.

—Nunca me voy a aburrir...está bien, abriré el regalo.

Desato el moño rojo y abro la caja. Es una gargantilla con un corazón, lo tomo con mis manos como si tuviera miedo a quebrarlo, es precioso.

—Gracias Ryan, es hermoso. —Le digo con los ojos llorosos.

—Y esa no es la mejor parte, voltea el corazón para que veas lo que dice en la parte de atrás. —Me dice Ryan emocionado.

Saco la gargantilla de la caja y veo que detrás del corazón están las iniciales E & R grabadas.

—Dice nuestras iniciales Ryan. —Le digo con los ojos aún más llorosos.

—Es para que nunca me olvides, para que siempre pienses en mí.

—Ryan, siempre pienso en ti, no necesito algo que me haga recordarte.

—Lo se Elizabeth. Préstame la gargantilla para ponértela.

Le doy la gargantilla a Ryan y me volteo en la cama, Ryan mueve mi cabello hacia un lado y me la pone y termina dándome un beso en el cuello.

—Te amo Elizabeth. —Me dice muy suavemente.

—Yo también te amo Ryan. 

—Elizabeth, ¿te sientes bien? —Escucho la voz de Alexander.

—Si estoy bien.

—Te ves un poco distraída, ¿te gusta esta gargantilla?

—Además si quieren, se puede grabar sus iniciales en el corazón. —Dice el vendedor de la joyería.

—Si, esta bonita, pero está pensando en...mejor un anillo.

—¿Un anillo? —Me pregunta Alexander confundido.

—Si, de esa manera siempre lo voy a tener puesto, en el caso de la gargantilla siento que no la voy a tener puesta todo el tiempo.

—Bueno de este lado tenemos los más hermosos anillos. —Dice el vendedor mientras nos lleva a otro mostrador.

El hombre nos muestra varios, de diferentes tamaños y tipos de colores, empieza a darnos explicaciones sobre algunos de ellos y del material que están hechos, Alexander se ve muy atento a lo que le explica el hombre, yo trato de parecer interesada en lo que están hablando, pero en lo único que puedo pensar es que aún estoy enamorada de Ryan y que va a ser difícil olvidarlo.