Entro al elevador de la empresa Beauty Light Company, como es costumbre, presiono el número 27 para poder llegar a ese piso. No pude dormir en toda la noche, solo me quedé sentada pensando en lo que le había dicho a Brad. El elevador sigue subiendo, veo mi reflejo en el espejo y veo que estoy hecha un desastre, así que decido sacar mis gafas de sol de la bolsa y me las pongo.
Cuando voy rumbo a mi oficina Abney llega a mi lado.
—Elizabeth, te has ido por mucho tiempo pero puedo informarte de todo lo que ha sucedido últimamente. —Me dice Abney mientras camina a mi lado.
No le contesto a Abney y seguimos caminando, pero esta vez en silencio, creo que ya se ha dado cuenta que no estoy de humor para tener una charla matutina.
Entro a mi oficina pero la siento distinta, ¿Será el color? ¿Un nuevo tipo de iluminación? Pero Abney interrumpe mis pensamientos.
—Cheryl sabe que estas aquí y quiere verte.
—Esta bien, iré a verla. —Le digo mientras me doy la media vuelta.
—Quizá te puedes quitar las gafas de sol. —Me sugiere Abney.
Me las quito pero Abney se sorprende al verme, no lo disimula, o quizá realmente me veo mal.
—¿Qué te pasó, estas enferma?
No le contesto a Abney y voy a la oficina de Cheryl.
Cuando llego a la oficina de Cheryl me encuentro con su secretaria, está leyendo una revista detrás de un elegante y pequeño escritorio.
—Cheryl quiere verme.
La secretaria deja de ver su revista y me mira con frialdad.
—Le avisare a la señora Winters que quiere verla.
Veo como la antipática secretaria toma el teléfono y le habla a Cheryl, o al menos supongo que está haciendo eso.
—La señora Winters la hará pasar en unos minutos, por favor tome asiento. — Me dice mientras me señala la pequeña sala que está enfrente de nosotras.
Llego y me siento en una silla que está cerca de la ventana, puedo ver como el sol resplandece en todo Nueva York, es una hermosa vista que podría disfrutar en cualquier momento, pero menos en este, en un momento cuando mi vida está más desordenada que nunca.
—La señora Winters la espera. —Me dice la secretaria de forma malhumorada.
Camino y paso a su lado. Cuando entro a la oficina Cheryl me espera detrás de su moderno escritorio.
—Elizabeth, había pensado que habías abandonado la empresa.
—No lo he hecho, estoy aquí.
—Por favor, toma asiento. —Me dice mientras me señala la moderna silla que está enfrente de su escritorio.
—Debo decirte que cuando me dijiste que querías tomarte unas vacaciones no pensé que sería por tanto tiempo, pero aun así te las concedí porque eres alguien muy apreciable, y no solo para mí, también para la empresa.
—Siento que haya tomado mucho tiempo, necesitaba tomarme un descanso.
—No te preocupes. La razón por la cual te hable es porque va a ver un cambio en la empresa y quiero que lo sepas antes que todos.
—Es un honor, ¿Se puede saber qué es? —Contesto con un poco de sarcasmo, no estoy de humor para platicar con nadie.
—No es un gran cambio... tú sabes, yo soy tu jefa y me he comportado bien contigo... —Interrumpo a Cheryl
—Me pues decir que es, no estoy de humor para estar esperando.
—Voy a ser la vicepresidenta de Beauty Light Company.
—Me alegro por ti, ¿Es todo lo que me querías decir?
—Elizabeth, ¿Qué te sucede? ¿Porque te comportas así?
—Lo siento mucho Cheryl, no era mi intención.
—Está bien. La noticia que quería darte es que Ryan Cunningham ocupará mi puesto y será tu jefe.
Pienso la noticia por un momento, no es tan mala como yo pensaba.
—Pensé que sería otra cosa, no me sorprende, Ryan es una buena persona.
—Que bien que te lo tomas de esta manera, pensé que estarías enojada o molesta porque a partir de este momento solo trabajaras con Grace.
—¿Quieres que trabaje con Grace? —Le pregunto sorprendida.
—Si, no tiene nada de malo, en la campaña pasada ustedes me entregaron un buen proyecto.
—Pero también trabajó en el Ryan, no sé si pueda trabajar con Grace.
—¿Pero cuál es la razón? ¿Cuál es el problema?
Entonces me doy cuenta de que mi problema con Grace es personal y no tiene nada que ver con la empresa, así que decido no hacer un escándalo.
—Sabes que, encontrare la manera de llevarme mejor con ella, eso es lo que hare, y empezare hoy.
Me levanto de la silla y camino hacia la puerta.
—Elizabeth, ¿Estas enojada?
—No Cheryl, estoy mejor que nunca. —Le contesto con un gran sarcasmo.
Salgo de la oficina, para mi suerte la antipática secretaria no está en su escritorio. Así que regreso a mi oficina.
Entro a mi oficina y a los pocos minutos llega Abney con unos sobres en la mano.
—Elizabeth, no sé si este es un buen momento pero quiero darte esto. —Me dice mientras me entrega un sobre blanco.
—Es la invitación de tu boda. —Le digo a Abney emocionada mientras saco una tarjeta con sus iniciales grabadas.
—Lo sé, es hermosa. Todd y yo nos casaremos en el rancho Santa Margarita en California.
—¿Te casaras en un rancho? No creí que ese era tu estilo. —Le pregunto a Abney sorprendida.
—Es una tradición familiar, además es un lugar bonito, sé que te encantara.
—Abney, ¡Pero la boda será en tres semanas! —Le digo mientras veo la fecha de la boda en la invitación.
—Que te puedo decir Elizabeth, cuando te enamoras de alguien, lo único que quieres hacer es pasar el resto de tu vida con esa persona. —Me dice Abney ilusionada.
Entonces me pregunto si algún día llegare a casarme, si algún día encontrare a una persona con la que quiera pasar el resto de mi vida con ella. Pero no tengo la respuesta.
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Una segunda oportunidad para amar
RomanceEl amor es un sentimiento hermoso, muchas personas encuentran a su amor ideal, pero que sucede cuando tu amor esta casado con alguien mas. ¿Aceptarías ser la amante? ¿Que obstáculos se interpondrán en tu felicidad? ¿Y si llegaras a conocer a alguien...