Espero que te recuperes pronto

798 37 1
                                    

Bajo del escenario a toda prisa, trato de correr pero no puedo, varios compañeros de trabajo se detienen a mi lado para felicitarme.

—Elizabeth, felicidades, la campaña fue increíble. —Un hombre de mediana edad me dice mientras me estrecha la mano.

—Señorita Haley, ha hecho una muy buena campaña. —Ahora una chica de cabello muy corto para mi gusto me dice con una gran sonrisa dibujada en la cara.

Yo solo quiero salir corriendo de ese lugar, escapar y no volver jamás, pero veo la salida del salón muy lejos, tendré que pasar por varias personas y ellas me detendrán para felicitarme. No me queda más opción que buscar el baño y encerrarme ahí. Busco con la mirada hasta que lo veo a lo lejos, camino entre las personas, tratando de devolver las sonrisas que varios me otorgan en signo de amistad.

Cuando entro al baño veo varias chicas en el espejo retocándose el maquillaje, entro a un baño y me pongo a llorar como nunca antes lo he hecho. ¿Qué ha pasado?, pensé que Ryan me quería, ¿esto significa que todo acaba?, tengo varias preguntas en mi mente, pero no puedo contestar ninguna, solo lloro y lloro, no me importa si las chicas de afuera me escuchan.

Siento que pasan varios minutos y aún no he dejado de llorar, no me puedo ver en el espejo pero sé que mi maquillaje esta hecho un desastre, por alguna razón pensé que esta era mi noche, pero no lo es. A lo lejos escucho los sonidos de unos zapatos altos, imagino que son algunas chicas que entran al baño. Esta vez las escucho más cerca, creo que están en el espejo y escucho su conversación.

—¿Has visto el vestido que está usando Grace esta noche? —Una chica le pregunta a la otra.

—Claro que lo vi, esta horrible, como es posible que tenga de esposo a alguien tan guapo como Ryan Cunningham.

—No solo eso, está esperando un bebe con él.

—Lo sé, la verdad esperaba que se divorciara de ella y se casara conmigo. —La chica dice en tono de broma.

—Claro, como vas a creer que un hombre casado se va a separar de su esposa para estar con alguien más. —Dijo la chica con tono sarcástico.

—Uno nunca sabe, que tal si era la amante y se enamoró de ella.

—Eso nunca pasa Emily, si eres la amante, siempre serás eso, obviamente los hombres les dicen a las amantes que las aman y que se separaran de sus esposas, pero eso nunca pasa, solo las utilizan para pasar un buen rato, y luego cuando se aburren las dejan, es de tontas creer que un hombre casado va a dejar a su esposa por una aventura, porque eso son, una aventura.

Ya no puedo seguir escuchando esa conversación y salgo del baño, las dos chicas me ven con asombro, me veo en el espejo y me doy cuenta que como lo pensé, mi maquillaje esta hecho un desastre. Me acerco a los lavabos pero las chicas me siguen con la mirada.

—No prueben la comida de aquí, les va a hacer mucho daño. —Es la única escusa en la que puedo pensar.

—Claro las comidas de estos eventos son lo peor. —La chica de cabello claro se compadece de mí.

—¿Te sientes bien, necesitas algo? —La chica de cabello negro me pregunta.

—Así estoy bien, gracias por preguntar. —Digo mientras me lavo las manos.

—¿Tu eres la chica que estaba en el escenario con Grace y Ryan?, Elizabeth creo que ese es tu nombre —La chica de cabello claro me pregunta.

—Si, yo soy parte de la campaña que hicieron. Me llamo Elizabeth Haley. —Le digo mientras me seco las manos.

—Yo me llamo Cassandra Allen. —Me dice y me tiende la mano para que la salude.

—Gusto en conocerte Cassandra. —Le digo mientras le estrecho la mano.

—¿Y vas a salir a la fiesta Elizabeth?

—Creo que debería irme, realmente estoy muy mal.

—Bueno Elizabeth espero que te recuperes pronto. —Me dice Cassandra.

—Adiós chicas. —Y salgo del baño.

Mientras veo que la gente ya está más calmada, voy rumbo a la salida, quiero llegar a mi casa y no salir jamás, no tengo ganas de estar o hablar con nadie, ni siquiera Ryan, el me mintió, eso es todo lo que mi mente puede pensar. Mientras camino rumbo a la salida varias personas me siguen felicitando, tengo que devolverles el saludo con una sonrisa falsa. Cada vez veo la salida más de cerca cuando escucho una voz conocida que grita mi nombre a lo lejos, es Ryan y se viene acercando a mí, lo veo, pero empiezo a caminar más recio para salir de ahí, camino entre la gente y una vez que llego a la salida empiezo a correr, le digo al chico del valet parking que busque mi auto y así lo hace, escucho a Ryan que se acerca hacia mí.

—Elizabeth por favor escúchame. —Ryan me dice agitado.

—No tengo nada de qué hablar contigo.

—Elizabeth yo te amo.

—Ryan, tu nunca me amaste y nunca lo harás, simplemente fui tu juego, fui tu amante. —Le digo enojada.

—Tu no fuiste eso Elizabeth, tú fuiste más. —Me dice con ojos llorosos.

—¿Hace cuanto sabes que tu esposa está embarazada? —Le digo en una voz tranquila.

—Hace tres semanas. —Me dice de forma triste.

—Si me hubieras querido Ryan, me lo hubieras dicho, pero seguiste con la mentira, hace tres semanas dijiste que te ibas a divorciar, pero no lo vas a hacer.

—Elizabeth, si me hubieras dado tiempo...

—¡Quieres más tiempo! Para que Ryan, para que me sigas utilizando, para que me busques solo cuando tú quieres, para seguir escondiéndome en el armario, para hacerme sentir menos, ¿para eso quieres más tiempo Ryan? —Le contesto gritando.

—Elizabeth por favor baja la voz, alguien nos puede escuchar.

—¡A mí no me importa que la gente me escuche!, quiero que todos sepan la clase de persona que eres, porque eres lo peor que me ha pasado, eres un mentiroso, me ignorabas cuando querías, eres un idiota que solo jugo con mis sentimientos, te odio Ryan. No entiendo como estuve contigo, dejando que aplastaras mis sentimientos.

—Lizzy yo no soy así, por favor entiende. —Me dice Ryan mientras me toma de los hombros.

—Suéltame Ryan. —Y lo empujo.

—Elizabeth debes de entenderme, yo también estoy en una situación muy mala, voy a tener un hijo con alguien a quien no amo.

—Pues espero que empieces a amarla, porque ella va a hacerte padre y debes de responsabilizarte del bebe.

El chico del valet parking llega con mi auto, se baja y me deja la puerta abierta.

—Su carro señorita. —Me dice amablemente.

Camino hacia mi auto pero Ryan me sigue.

—¿Te vas a ir?

—Si Ryan, me voy y espero jamás volver a verte.

—No podrás Elizabeth, sé que regresaras a mí, y cuando quieras hacerlo, estaré aquí esperándote.

—Yo nunca regresare para ser tu amante de nuevo, porque esto se acabó.

—¿Y que pasaría si me divorcio?

Me detengo y Ryan también

—No trates de seguir con esa mentira.

—Te juro que por ti me voy a divorciar.

—No lo hagas, no le des una mala vida a tu hijo, piensa en él, no te divorcies de Grace.

—Pero no la amo a ella, ¿cuantas veces te lo tengo que repetir?

—Ninguna más. —Me subo a mi auto y me voy. Y empiezo a llorar de nuevo. 

Una segunda oportunidad para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora