Qué siempre estarás conmigo, pase lo que pase

556 23 0
                                    

—Hola.

—¿Te he sorprendido Elizabeth?

—Si, yo pensé que tú no querías saber nada de mí.

Brad hace una pequeña sonrisa.

—Elizabeth, tu eres como mi hermana, me enoje contigo aquella vez, pero sé que fue culpa de nosotros dos.

—No me pidas disculpas Brad, yo soy la que debo decirte lo que realmente siento.

Alcanzo a ver por la ventana que la camioneta ha dado vuelta y hemos entrado en la autopista.

—Siento mucho lo que te dije aquella noche. No tengo las palabras necesarias para expresar lo que siento, pero todos los últimos días he querido regresar el tiempo para no haberte herido con mis palabras.

—Elizabeth, yo te conozco, sé que estas arrepentida, no tienes por qué disculparte, además esta noche creo que ya has pedido demasiadas disculpas, supe que tu estuviste toda la tarde con Alexander.

—Los dos tuvieron este plan, ¿cierto?

—Abney me dijo que tú y Alexander no se estaban viendo, y yo tuve que ayudarte, fui a casa de Alexander y le explique todo lo que paso entre tú y Ryan, al final el entendió que tu habías cometido un error, y decidió que era bueno regresar contigo.

—Gracias, me has ayudado demasiado. —Le digo conmovida.

—Y yo decidí que era buena idea que nosotros dos nos "reconciliáramos" por decirlo así en una camioneta.

—¿Una camioneta? —Le pregunto confundida.

—Hace varios meses vimos una película que se llamaba Popstar, y cuando los protagonistas se iban a reconciliar lo hicieron en una camioneta.

—De hecho fue en una limosina.

Brad se queda un rato pensando, lo veo sentado a unos pocos centímetros de mí, en la ventana que está detrás de él veo algunos carros que pasan cerca de nosotros.

—Ya te extrañaba Lizzy, extrañaba que corrigieras mis errores.

Brad se desabrocha su cinturón de seguridad, se acerca a mí y me abraza. Siento como si nada me preocupara, como si todo el sufrimiento de las últimas semanas no fuera importante, solo me interesa estar con Brad, mi amigo.

Brad detiene el abrazo y se sienta a mi lado.

—¿Quieres saber a dónde vamos?

Yo apoyo mi cabeza en su hombro, mientras él toma mi mano.

—Si quiero saber, estoy completamente segura de que no vamos al hotel.

—Tengo una sorpresa preparada.

—¿Puedo saber qué es?

—No, pero quizá cuando salga el sol, vamos a estar en Santa Bárbara California.

—No eres muy bueno para guardar secretos.

—Tienes toda la razón Lizzy.

Siento como avanzamos, Brad sigue a mi lado y yo sigo recargada en su hombro.

—¿Me haces una promesa Brad?

—¿Cuál?

—Qué siempre estarás conmigo, pase lo que pase.

Brad voltea a verme, me toma de las dos manos y me ve directo a los ojos, está muy cerca de mí.

—Yo siempre estaré contigo, y quizá algún día no vamos a estar de acuerdo en algo, pero siempre vamos a estar juntos, porque tú eres mucho más que una amiga.

—Prometo no volver a pelear contigo.

—Y yo prometo estar a tu lado, voy a estar contigo cuando te cases, cuando tengas un hijo, cuando tu hijo vaya a la universidad, voy a estar mucho tiempo en tu vida.

—Eso espero. —Le digo casi en un susurro.

Me vuelvo a recargar en su hombro y cierro los ojos, estoy muy cansada, ha sido un día muy largo. Siento como la camioneta va bajando lentamente la velocidad, después escucho un gran estruendo, siento que alguien mueve mi cuerpo, siento dolor en algunas partes, pero no puedo abrir mis ojos. 

Una segunda oportunidad para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora