PERDÓN...

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Por supuesto que los días después de ese lamentable acontecimiento, fueron terribles...Tony se encerró en su torre, en su taller a beber hasta que se quedaba dormido llorando vencido por el alcohol.

Era de noche, cuando despertó ya había oscurecido y maldiciendo reconoció que ya era hora de bañarse...apestaba.

Dando tumbos subió hasta su habitación y se detuvo frente al ventanal que le brindaba una vista privilegiada de la ciudad con sus luces y su locura...lo provocaba la idea de sucumbir al vacío desde allí...acabar de una buena vez con todo.

No quería ver a nadie...se rehusaba a dar explicaciones y llorar porque sintió que su dolor estaba prohibido...nadie podía saber porqué su lamento no hallaba consuelo... solamente por inercia se alejó del cristal y fue hasta el baño.

Era un espectro horrendo...tenía todavía restos del hematoma del golpe de Peter en su cara...y en el resto del cuerpo las marcas que dejó Steve.

Abrió la ducha y se fue deslizando hasta quedar sentado abrazando sus piernas bajo el agua caliente...ya no podía llorar...bastante aturdido por la resaca se sobresaltó cuando unos brazos de hierro lo levantaron con cuidado para llevarlo hasta la cama.

Conocía de sobra esa fuerza...ese perfume...por eso se negó a abrir los ojos.

- Tony, hace cuanto que no comes nada? - preguntó esa voz que trataba de ser suave pero siempre acababa con el tono de orden.

- Vete!! - le gritó pero era incapaz de coordinar los movimientos necesarios para golpearlo...

Steve era el único que podía desafiar las órdenes de Stark y que estaba al tanto de las razones que callaba... porque él mismo había provocado el desastre.

Por supuesto que tuvo que hablar con Bucky y explicarle que tenía que ayudar a Tony, sin confesarle lo que realmente había pasado...

Le había traído una bandeja con algo de sopa que lo obligó a tomar, estaba determinado a que Tony se recuperara.

- Por qué haces esto? - le preguntó al fin sabiendo que era inútil pelear.

- Porque te amo...y te lo debo.

Pasaron otras dos semanas en las cuales de a poco fue mejorando, vigilado a sol y a sombra por las contadas personas que formaban parte de su círculo de confianza y, aunque los ataques de ansiedad lo golpeaban duro, se negó de plano a considerar que Peter no volvería a sus brazos.

Tiempo en el cual el adolescente aunque hacía uso de su mejor esfuerzo, no podía dejar de llorar noches enteras en su habitación...dejó de patrullar y le costaba horrores tratar de retomar una rutina carente de sentido además de mentir sobre todo...inventar excusas en su casa, en la escuela...solamente Ned entendía perfectamente por lo que estaba pasando y lo ayudaba en lo que podía, no estaba exagerando cuando dijo que Stark lo había destruido.

Lo terrible era que esa pureza que brotaba de ese chico estaba muriendo...en su lugar, un amargo veneno endurecía sus facciones...plantaba ideas retorcidas en su cabeza, quería vengarse...

Pensó en salir con alguien más...qué mejor que Liz? pero había fracasado miserablemente al tratar de parecer una compañía agradable, se odiaba así mismo por ser incapaz de hacer lo que para otros chicos de su edad es natural. No quería que nadie lo tocara, hasta que una noche sentado en su cama como de costumbre, una atroz idea se hizo presente.

Tomó unas tijeras que estaban en su atiborrado escritorio y llorando pero decidido, la llevó a su pálido muslo...el filo abrió su carne dejando correr la sangre y el dolor al fin pudo hacerse visible...quería arrancar de su piel los besos y las caricias del hombre que tanto daño le había hecho. Y a ese corte le siguió otro...y otro más profundo que el anterior...hasta que pensó que esta vez su poder curativo no sería suficiente.

PECADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora