PECADOS

LO QUE MUERE EN MIS LABIOS...

Peter se quedó mirando las imágenes en la pantalla sin poder esconder su dolor...

- Lo siento cariño...pero tú sabías que este día llegaría. -dijo temerosa May al ver como Peter apenas contenía sus lágrimas.
En realidad lo que le destrozo era ver en el rostro de James una alegría genuina... se veía más bello y feliz que nunca. La periodista siguió hablando sobre la futura boda del siglo, al fin el símbolo máximo de la justicia y el honor reconocía que su corazón tenía dueño y este era ni más ni menos que su amigo de toda la vida.

El pequeño detalle de que James fue un asesino bestial a las órdenes se HIDRA pareció desaparecer entre la algarabía y por supuesto algunas críticas.
Después de todo, era sabido que fue una víctima que la perversa organización usó para sus fines.

Asintió y le dio un beso en la mejilla a May para ir a su cuarto y buscar el móvil con el que se conectaba con el futuro esposo de Steve Rogers.
" Tenemos que hablar por favor" le escribió y para su sorpresa, éste respondió casi de inmediato.

"Peter no! Lo lamento pero no podemos vernos más. Voy a destruir este aparato" - una fracción de segundo le bastó para que la ira volviera a apoderarse de cada fibra cuando leyó... él le había pedido continuar, no era justo que ahora pretendiera acabar con lo que ellos tenían de esa forma.

"Hazlo y te juro que iré a buscarte..." - le escribió y esperó unos instantes a que contestara.

"En dos horas en donde ya sabes. Lleva el móvil"
Peter no sonrió... estaba demasiado ofendido, pero comenzó a pensar rápidamente en lucir irresistible para James.
Sabía que al soldado le gustaban las mujeres... asique se dio un baño rápido y se perfumo por completo con el aroma a vainilla que era la debilidad de James.

Buscó su mochila y guardó todo lo necesario para lucir despampanante... tenía un conjunto de lencería que bien podría haber estrenado en su noche de bodas, lápiz labial...le iba a demostrar a James que podía ser lo que él deseara.

Se despidió de May y se puso en marcha, tenía que llegar antes para arreglarse.

Olvidó su lado monjigato y saludo a la mujer de la entrada que ya se había habituado a esos dos y una vez en el cuarto que acostumbraban, se vistió para convertirse en alguien a quién no podría dejar.

La luz tenue y roja lo hacía perfecto para lucir así... aunque no estaba seguro si a James le gustaría... ya era tarde para arrepentirse.

Lo aguardó hecho un manojo de nervios que explotó cuando finalmente sus sentidos le anticiparon de la presencia de James mucho antes de que abriera la puerta. Estaba muy molesto...su corazón latía a un ritmo demencial que aumentó imposiblemente al ver a aquel jovencito en la cama ataviado como si fuera una chica.

- ES UNA MALDITA BROMA? - su voz grave y la manera en que lo miró le avisó a Peter que aquello había sido un enorme error.

- No... no te gusta? - le preguntó tartamudeando con su voz estrangulada y aún así se le acercó para tratar de abrazarlo pero Bucky no se lo permitió, lo tomó de los brazos y lo sacudió violentamente.

- Escúchame bien porque esta es la última vez que me verás a solas. NUNCA VUELVAS A AMENAZARME!! - le gritó muy cerca de su azorado rostro y fue suficiente para que el lado más rebelde de Peter saliera a la luz.

- Tuve que hacerlo porque no fuiste lo suficientemente hombre para dejarme en persona!

La mirada asesina que Bucky le dedicó no amedrentó en absoluto a Peter.

- No deberíamos estar aquí! Acaso no lo puedes entender??

- Ya pusieron fecha...

- Sí... y Steve quiere que nos vayamos un tiempo a Wakanda...y me pareció bien. - le dijo soltando su agarre, cabizbajo... no estaba orgulloso de las marcas que seguramente se harían muy visibles en la piel que adoraba acariciar.