PECADOS

STEVE

No entendía porqué quería presente al cap y más le molestaba la certeza de que Barnes estaría allí con él...

Hizo un par de llamadas y dio las indicaciones para que la reunión estuviera a su altura, aunque de mala gana...

Peter se esforzó por hacerle entender a su tía que nada lo haría más feliz que tenerla a ella en esa fiesta pero May se negó de plano y no tuvo otra alternativa que aceptar su voluntad.

Cuando estuvo a solas en su habitación abrazó su almohada riendo...Tony lo amaba...no era "uno más" así que decidió sin más hablar con sus amigos Ned y MJ para de una buena vez por todas compartir el gran secreto que tanto adiaba ocultar.

Mientras, pasados un par de días Stark envió las invitaciones y apenas la recibió, Steve lo buscó furioso.

- Qué significa esto?? - le preguntó entrando en su oficina sin más mostrándole la tarjeta...ni el cuerpo de secretarios y asistentes del millonario, ni la misma Pepper pudieron detener su paso.

- Por favor déjennos solos. - ordenó Tony aparentemente tranquilo al ver sus expresiones de pánico y se retiraron al instante. Cuando lo hicieron dejó de ocultar su fastidio y enfrentó a Steve.- Es una invitación a mi fiesta de compromiso Rogers.

- Estás loco si piensas por un minuto que voy a participar de esa idiotez. - dijo casi gritando golpeando sus puños en el espectacular escritorio. Tony se sentó respirando hondo y lo miró a los ojos de una manera que el rubio calló al instante.

- Quiero ver al grupo reunido...esto es importante para mí. Estoy anulando la cláusula que jamás respetaste de no acercarte con esa intención Rogers...y espero que entiendas que Peter tiene mucho interés en dejarte claro que lo nuestro va en serio.

- No puedo creer que estés haciendo esto Tony...ese pequeño infeliz te está manejando a su antojo.

- Basta Rogers...me lo debes. - Tony estaba desgastado...ya no podía pelear con Steve, pero con esas palabras le recordó el infierno que fueron esos días en que recayó de la peor manera por su culpa. Steve se quedó cabizbajo...completamente desarmado ante ese alegato.

- No puedo...no puedo Anthony. - cruzó la distancia que los separaba y aferró a Tony a su pecho para dejarlo a un exiguo camino hasta sus labios. Quería beber de su aliento negándose deliberadamente a que lo aparten de él.

- Steve ya no me hagas esto...tu estás con el hombre que siempre quisiste, del que siempre estuviste enamorado...me dejaste a mi y dejaste todo por él.- ya no pudo seguir hablando porque Steve lo calló besándolo con la desesperación de un condenado a muerte.

Y Tony, aunque al principio se resistió pronto estuvo respondiendo a esos besos, temblando entre esos brazos de acero que lo aprisionaban hasta que apoyaron sus frentes buscando algo de oxígeno.

- No puedo perderte... - sus manos fueron hasta la camisa del millonario y la fue desabotonando torpemente temblando para acariciarle el pecho.

- No Steve...basta...- murmuró casi en un gemido cuando sintió como Steve le recorría el cuello con profundos besos.

- Detenme entonces. - le dijo a sabiendas que Tony jamás podría resistirse a sus caricias que lo recorrían de una manera maestra ya que él mismo le enseñó.

- Esta será la última vez... prométemelo. - le dijo entre lágrimas dejando que Steve lo desnudara y él haciendo lo mismo con ese escultural hombre.

Hizo que se sentara en su gran sillón desde el que dirigía todo sin dejar de besarlo...porque si lo hacía se iba a arrepentir del calor que despertaba en su cuerpo ese que lo había traicionado.

Le ordenó a su I.A que cierre todos los accesos y bajó las luces para darles un ambiente relajado.

Steve viajó con sus manos enormes la espalda de su amante y Tony no pudo evitar una queja de sorpresa cuando de pronto le abrió los firmes glúteos para que sintiera la erección de su miembro.

El moreno no cuestionó nada...comenzó a moverse gimiendo sobre ese enorme falo para excitarlo de manera experta...mientras ya los dedos de Steve estaban dilatándolo.

Pero de pronto, Tony abrió los ojos y vio los de Steve admirándolo fijamente...también bañados en lágrimas que se esforzaban por no correr...y vio sus labios hinchados temblar callando miles de palabras que se agolparon en su garganta pero que no diría en voz alta.

Inesperadamente hicieron algo mucho peor que gritar la lujuria que desde siempre los había dominado...se abrazaron...y esas partes rotas que habitaban en ambos se reunieron mientras sus corazones latían a ritmo enloquecido.

Respiraron el aire uno del otro con sus frentes unidas largo rato, así desnudos...expuestos...desprovistos de sus habituales armaduras.

- No me pidas que prometa que voy a renunciar a tenerte Tony...

- Tu ya tienes a alguien Steve...me destruiste allá en Siberia por él. Asesinó a mis padres y tú me lo ocultaste... - al escucharlo Steve dejó de contenerse y se permitió llorar aferrándose a ese hombre por el que sentía mucho más de lo que estaba consciente.

- Perdóname...sé que no te merezco, pero ese chico tampoco te merece...te está manipulando y lo sabes.

- Él estuvo conmigo siempre...me sostuvo y me adoró como si no existiera nadie más en la faz de la tierra cuando tu me dejaste. - al escucharlo Steve se distanció tratando de controlar el odio que sentía por Peter. Lo odiaba porque tenía a SU Tony y muy pronto compartirían la vida...le había robado los momentos que Steve añoraba tener con el genio.

No podría entender que Peter era mucho más que una cama para Tony...los dos coincidían en aspectos en los que Steve no podía competir. Ellos eran capaces de conectarse a niveles que con él jamás podría y por eso lo aborrecía. Entonces esas ansias por devorar al millonario se durmieron en lo profundo de sus cuerpos...y aunque trataron de volver a reavivarlas con profundos besos, estos besos dolían...y mucho. Se separaron y se vistieron en un silencio sepulcral...secaron sus lágrimas y aunque la mirada de ambos se había suavizado, debían recobrar la compostura.

- Está bien...voy a ir a esta reunión...para mí es un circo sin sentido, pero lo haré por ti Tony... - al escucharlo el genio respiró algo aliviado - eso sí...no voy a prometerte algo imposible.

- Gracias... - le dijo acomodándose la corbata y viendo como se iba...a sabiendas que no podía detenerlo.