EL FIN?

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Dios sabía que Tony guardaba un torbellino de deseos que nada tenían que ver con la candidez de Peter; justamente por ello quedaron aprisionados muy en lo profundo...aunque siempre latentes.

Ese lado perverso que gozaba de las sensaciones fuertes, de quebrar límites...que llegaba al éxtasis mediante el proceso de hacer de sus atrevidos amantes devotos sumisos...hombres o mujeres, porque el hambre de dolor y placer desconoce géneros.

El ansia por dominar clamaba en su sangre, pero esa protesta ya hacía bastante que se encontraba velada...sólo por Peter.

Ese chico era completamente distinto, si bien con el paso del tiempo, la confianza que les habían otorgado los numerosos encuentros compartidos, su espíritu manso, le permitía incentivar a Tony a probar con él prácticas a veces rudas, sencillamente no podía llevarlo a otro nivel.

La idea de lastimar su siempre sedosa y nívea piel o de ver en sus ojos achocolatados y brillantes lágrimas de sufrimiento...no le provocaban excitación...por más que sabía que esas marcas no durarían demasiado por el acelerado poder de regeneración de Peter.

Con él todo era diferente...en ocasiones solamente se quedaban dormidos abrazados tras una maratón de películas o de extensas e íntimas charlas...la atracción que los unía irremediable iba más allá de lo sexual, eso le aseguraba que era el indicado.

La manera que tenía de entregársele... siempre dispuesto a complacerlo, demostrándole en cada latido que Tony era el hombre que adoraba, que admiraba.

Tanto así que la posición que Tony elegía más a menudo cuando tenían relaciones era aquella que le permitía verlo directamente a la cara asegurándose que no hubiera en ella ni huella de incomodidad...atesorando cada gesto en su memoria como cada gemido que escapaba de esa pequeña y escarlata boca que lo enloquecía. Esos labios enrojecidos y brillantes después de los ardientes besos o de practicarle una cada vez mejor mamada, todo despertaba en él el anhelo de cuidarlo como el tierno milagro que era.

Aún debían poner especial cuidado en aparentar una distancia ficticia, ambos conocían perfectamente las consecuencias que acarrearía que se supiera que Tony, el mismísimo Iron Man con 47 años compartiera su lecho y su vida con un Peter de ya 17. La ley y la opinión pública se harían un festín con ellos...jamás repararían en lo maduro que era ese chico de 17,,, y lo inmaduro que era el millonario.

May le había rogado que cuidara de Peter y ella le agradecía al millonario al punto de hacerlo sentir un bastardo todo lo que hacía en pos de su bienestar y su futuro. Porque, aunque el arácnido era brillante, muchas de las oportunidades de crecer y proyectar se las había puesto Tony a sus pies con el pecho hinchado de orgullo. Como mentor no podría haber deseado un pupilo mejor...como hombre, no podía haber soñado con una persona tan perfecta y dulce que lo completaba en casi todos los aspectos...

Esta manía de cuidarlo tanto hizo que esas ansias oscuras que se encontraban subyugadas en su interior comenzarán a corroerlo...a debilitar su afán por ocultar su libido de este chico que amaba. Claro que las condiciones que confinaban su relación, el celoso secreto al que estaban sometidos tampoco ayudaba...

Intentó mantenerse alejado de cada tentación que apareció hasta que el destino se encargó de recordarle cruelmente que era un ser vulnerable a los impulsos...

Gracias a las modificaciones que se consiguió estipular en los dichosos tratados que habían sido una maldición para los Vengadores, el resto del equipo había podido regresar a casa... y entre ellos, por supuesto Steve pudo retornar sin el riesgo de ser perseguido y condenado como el peor de los criminales...

Y, como era de esperarse, tenía la firme convicción de continuar la historia que tenía con el hombre de hierro justo como era antes de abandonarlo en un desierto de hielo con su escudo clavado en el reactor luego de una cruenta pelea. El genio ya se lo imaginaba y le trató de dejarle bien en claro que eso era imposible de la manera más diplomática de la que fue capaz...incluyendo una cláusula en la que se le prohibía al Capitán tener un acercamiento a él...una muy bien puntual y secreta para los medios cláusula.

PECADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora