La luz del día se coló sin permiso por un pequeño espacio libre que el grueso cortinado rojo oscuro dejaba al descubierto...dándole justo en el rostro a Peter que lentamente abrió los ojos.
Tony seguía profundamente dormido abrazándolo por detrás, Peter adoraba ese gesto tan protector del genio...pero con mucho cuidado se liberó de ese agarre para caminar hacia el gran ventanal y dejar que el sol lo bañara por completo.
Había sido una noche muy larga...había bebido bastante al igual que todos, realmente no recordaba otra oportunidad en la que se hubiera divertido tanto. En cuanto al anuncio con el que el Capitán América pretendió arruinarle la noche, sólo quedó en un malsano y fallido intento. Tenía la certeza de que Tony después de ese mensaje, volvería a sentir por Rogers el rechazo que nunca debió dejar de latir por él...y James...eso era otra historia.
James se negaba a abandonar su mente...su sonrisa y su mirada clara se habían quedado grabadas a fuego en su memoria. Como el calor de su piel cuando se le había entregado...
Sabía que debía enfocarse en su carrera y en su relación...pero cada fibra de su ser le gritaba que nada se comparaba con la necesidad de luchar por lo que era justo en el mundo. Ansiaba el ritmo vertiginoso de misiones que habían compartido con su mentor y se preguntaba cuando se presentaría la siguiente... cuando de pronto esa parte suya que lo empujaba a cometer los peores errores lo llevó a pensar que con la nueva y absorbente rutina, su codiciado Tony se quedaría bastante tiempo "solo"... En todo aquello se debatía cuando el mayor protestando por la luz se tapó la cabeza con la almohada. - Qué haces Pet?- le preguntó y él giró para volver a la cama. Verlo desnudo a excepción de un pequeño slip era una visión celestial para el joven.
- Sabes...he estado pensando que sería genial que pasaramos un tiempo solos.- le dijo quitándole la almohada y deslizando su mano por la espalda de Tony que se tenso de inmediato. - Me encantaría pero tienes mucho que preparar para el MIT. De verdad que intentó contener el reflejo de detenerlo, pero cuando Peter bajó sus dedos hasta sus firmes gluteos...lo tomó de la muñeca y lo colocó encima de su prominente erección mañanera. El chico solamente lo miró a través de una tristeza que Tony no iba a perdonarse...se apartó de él y busco algo de ropa para cubrirse en silencio. - Lo siento Pet, hablemos por favor... - No hay nada que hablar Tony...siempre tuve en claro mi rol en lo nuestro. - el mayor se puso de pie y lo rodeó con sus brazos para besarlo como sólo ese jovencito le incitaba...con toda la dulzura de su corazón. - Sabes que te amo, cierto? Peter asintió y trató de sonreirle... - Voy a casa. - le dijo dejando un beso suave en los labios de Tony que no supo que más decir... Recién cuando se quedó a solas pudo dejar correr esas lágrimas que había negado desde que escuchó a Steve oficializar su amor por ese asesino. Fué como si cada golpe, cada herida de aquella pelea en Siberia hubiera vuelto a destruirlo...se llevó la mano al reactor y suplicando fuerzas buscó a pesar de los temblores alcanzar esas pastillas que solían aliviar los estragos de los ataques de ansiedad. Cerró los ojos maldiciendo ser tan estúpido como para creer en las mentiras que le dijo entre besos la última vez en su oficina... Anoche entre el alcohol y los brazos de Peter había podido ignorar ese dolor que lo paralizó al verlo al fin darle otro marco al eterno noviazgo que mantenía con el ex títere de Hydra, pero ahora... Recordó vividamente cada vez que Steve se excusaba por su empeño en mantener lo de ellos en silencio y el veneno renacido lo obligó a jurar que nunca más permitiría que el rubio roce su piel... Peter,que ya se había despedido de aquellos pocos con los que se cruzó, emprendió el camino a casa a su manera...
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Sólo de ese frenético balanceo en las alturas podía proveerse de la adrenalina necesaria para sentirse libre...y en el camino evitó un robo a un camión de caudales. Cuando llegó a casa comprobó que su tía no había llegado aún asique sonrió pensando en dónde habría terminado con Happy. Fue directamente a su cuarto y allí se desplomó en la cama...cuando vio aquel obsequio del amante que ahora se negaba a mantener un contacto. - Asique por eso era...pero aún tenemos que hablar James. El soldado le pidió que no escriba...pero no dijo nada de algo más. Se quitó el jean que traía puesto y no se detuvo hasta lograr una toma que sabía le resultaría irresistible.
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