LO QUE TANTO TEMÍAMOS...

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Aquella mañana era especialmente helada, Peter aún dormido deslizó su brazo en busca del calor de James... pero el soldado ya se había marchado y no podría explicarlo racionalmente, pero un amargo presentimiento le quitó el aire haciendo que sus ojos se abrieran muy grandes.

En una fracción de segundo se incorporó y por reflejo agudizó sus sentidos en la búsqueda de Barnes, al mismo tiempo que rogó a los cielos que se equivocara... pero el crudo vacío le auguró un dolor que lo derribaría sin remedio.

Mientras las lágrimas caían pesadas quemándole el rostro trató de recordar cuántas veces le había dicho que odiaba despedirse de él... pero esa inmisericorde certeza en sus huesos le gritaba que esta vez su amante no regresaría.

Se maldijo por dejar que el sueño lo venciera, lo hubiera retenido en sus brazos en lugar de dejar que se fuera en secreto. No estaba listo para aceptar que James nunca más lo besaría...

Un enjambre enardecido de pensamientos se atiborró en su mente aturdiéndolo... como sería capaz de disimular tanto dolor? Para esconderle al mundo su pesar... a Tony...

Inevitable, un poderoso ataque de ansiedad lo inmovilizó y apenas pudo alcanzar las pastillas para correr a la ventana más próxima y abrirla desesperado... el viento le golpeó duro su cara y mareado cerró los ojos dejando que el aire fluyera de nuevo mientras rogaba a Dios y al universo que no fuera cierto aquello que tanto temía.

Ese día no tuvo fuerzas para salir de su cama y sólo respondió a los llamados de May y Tony con evasivos mensajes explicándoles lo mucho que estaba esforzándose trabajando en sus proyectos...

Los días que siguieron fueron agravando esa angustia, abstrayéndolo y agotándolo en una incertidumbre que era imposible de disfrazar de stress por más que se empeñara tenazmente en ello... pero esa noche sus ruegos obtuvieron respuesta y mientras observaba las imágenes del dispositivo que conservaba siempre muy cerca suyo, éste comenzó a vibrar.

Le bastó un segundo saber quién era, la única persona que podría acceder a ese aparato era su creadora...sin embargo el sobresalto continuaba oprimiéndole la garganta y tardó unos instantes en sobreponerse a la sorpresa.

- Peter, gracias a Dios! Pensé que no responderías... - dijo Shuri con su voz siempre cálida pero con una carga de angustia inevitable.

- James... - fue lo único que pudo articular Peter.

- Está aquí Peter... llegó muy mal y después de hacerle unas pruebas...estuvo de acuerdo en que intentáramos de nuevo tratar su cerebro induciéndolo al sueño. - las lágrimas de Peter no cesaban de caer porque la culpa lo golpeó sin piedad, asique Shuri siguió hablando mientras observaba el sueño plácido de Bucky en la cabina a su lado. - Tienes que ser fuerte, piensa en que él va a recuperarse.

- Yo tengo la culpa de que esté así... si no hubiera insistido en esta locura...

- El daño lo hizo Hydra cuando destruyó su conciencia, por lo que habló conmigo estoy segura que la locura hubiera sido no permitirse quererse como lo hicieron... yo no soy quién para juzgar Peter, Bucky estaba enamorado de ti. Me rogó que hiciera todo por evitar que pudiera lastimarte...

- Gracias Shuri...gracias. - antes que ella pudiera despedirse Peter colgó y se aferró a la almohada para asfixiar su llanto desconsolado suplicando un perdón que sabía imposible de hallar...

Se sintió pequeño, más que nunca... no sabía qué hacer, estaba completamente dividido entre la desesperación por correr tras James y su relación que más de una vez sintió pender de un hilo. Tony lo amaba, admirando su anillo en su mano estaba seguro de eso... aún le quitaba el aliento verlo entrar a una habitación, lo deslumbraba con su armadura reluciente y su arrasador encanto.

PECADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora