La madre luna nos eligió por algo.
____: Oh dios, ¿esto va en serio?.
Quien diría que en tu primer asistencia al concierto de tu grupo favorito terminarías encontrando a tu destinado. Tratándose ni más ni menos que del Golden Maknae de BTS. Jeon Jun...
Seguía en shock, su electrizante acento al hablar en inglés me erizó la piel casi por completo.
Es él. Es Jeon JungKook.
Sus bonitos ojos avellana ahora tenían un intenso azul rey. Manteniendo la mandíbula fuertemente apretada y su ceño fruncido. Demostrando que está más que molesto y enojado.
Está furioso.
.....: Oye niño, no metas la nariz donde no te llaman, largo de aquí. -escupió acompañado de un bufido, en este punto sus ojos habían cambiado a un azul un poco más opaco que los de JungKook.
El sujeto tenía su atención desviada hacia el de delicioso aroma permitiéndome soltarme de su agarre y correr hacia el más alto. Quien me recibió entre sus brazos sin vacilar, acto que me sorprendio. Me escondí tras él e incosncientemente comencé a inhalar su embriagador aroma, logrando tranquilizar tenuemente mi agitado corazón.
Al principio sentí la rigidez en su cuerpo, pero después sus músculos perdieron tensión y finalmente habló.
Jk: Acosar a una mujer e intentar abusar de ella está penado por la ley y se paga con cárcel, señor. -mencionó haciendo incapié en la última palabra.- pero meterse con la mate de un alfa, con mí mate se paga con sangre. Su sangre. ¡Largo de aquí, no quiero volver a ver su asqueroso rostro cerca de ella!.
Levantó el tono usando su voz de mando, haciendo temblar la tierra, mi cuerpo por inercia reaccionó y me quedé cabizbajo mordiendo mi labio para evitar sollozar.
Sólo escuché el resonar de los zapatos del hombre alejarse con rapidéz hasta dejar de escucharle.
No quiero mirarlo.
Me transmite una seguridad abrumadora que me da terror. Se supone que las cosas debieron haber sucedido diferente. No se supone que me salvaría, no se supone que ese sujeto intentaría abusar de mí. No se supone que debimos siquiera hablar. Se supone que yo lo conocería en el concierto, lo escucharía cantar y reír junto a sus Huyng's y después volvería a seguir con mi vida normal.
Jk: Fresita...
No hables, por favor.
Lamenté la pérdida de su calor al separarse de mí y aún así no levanté el rostro.
No puedo siquiera mirarlo a los ojos, esta situación es demasiado bochornosa. Quiero desaparecer y no regresar hasta lograr tener amnesia. Con mis manos hice el intento de cubrir mi pecho casi desnudo y mis hombros tiritaban. No de frío sino por intentar soportar las lágrimas que con insistencia ruegan por salir.
Por favor, no frente a él.
Sentí como me puso su chaqueta y tras acomodarla de forma en que cubriera mi casi desnudez me envolió un poco temeroso entre sus brazos. A su lado literalmente era un minion.
Jk: Perdóname. -le escuché susurrar y mi corazón no lo soportó más.
Simplemente comencé a llorar.
Nunca me había sentido tan indefensa, el pánico en ese momento me dominó y fui presa del miedo. Creí que... No acabaría bien la situación.
Desgraciadamente vivo en un mundo donde las denuncias por abuso hacia los omegas no son tan penalizados o 'importantes' para poder ser castigados, tienen un proceso más complejo y a veces los oficiales ni siquiera se toman la molestia de terminar el informe sobre tu denuncia, te cortan las esperanzas de que se haga justicia quizás no sólo por tí, sino por omegas que posiblemente vivieron un infierno parecido cuando te dicen: ''no podemos proceder''.
Sus suaves caricias en mi cabello con sus cálidas manos poco a poco apasiguaron mi llanto. Mis manos sujetando su camisa fuertemente empuñándola hasta arrugarla entre mis dedos.
----: Hemos contactado con las autoridades y le hemos informado al CEO, debemos regresar al hotel.
Jk: Fresita irá con nosotros, ¿podrían tomar sus cosas y subirlas al auto, por favor?.
El acompañante de JungKook pasó por un costado y pude adivinar de quién se trataba por su aroma.
Un beta, pensé.
Volvió a pasar por un costado y escuché una puerta siendo abierta.
Jk: Fresita, ¿puedes acompañarme?
De repente mi vista se nubló momentáneamente. Me separé un poco de él y limpié el rastro de mis lágrimas con el dorso de mi mano.
Fijé mi mirada en la de el más alto, sus ojos volvieron a tornarse de un avellana hipnotizante. No pude decir nada, ni siquiera podía abrir mi boca para emitir un sonido.
Ni siquiera podía pensar con claridad.
Sólo asentí y cerré los ojos.
Jk: ¡Fresita!
Ah... Necesito vacaciones.
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Estaré actualizando a esta hora todo lo que tenga que tardar el maratón, nos leemos mañana!
