14. Planes que apestan y situaciones incómodas
—Scott. —llamé esperando que así reaccionara—. ¡Scott! —zarandeé sus hombros. Ahí, los ojos café de mi mejor amigo me observaron—. Debemos movernos. Tienes que sacar a Liam de aquí. —le indiqué. Sus ojos se movieron hacia el chico.
Liam seguía en el suelo, retorciéndose y gimiendo de dolor por la mordida de su brazo. Su mano sana rodeaba su brazo herido, manchándose de su propia sangre. La policía probablemente ya estaba viniendo, alguien debía explicar qué ocurrió aquí. Pero no podíamos quedarnos con Liam en la escena y explicar qué le sucedió en el brazo.
Teniendo en cuenta de que Scott parecía en un estado de shock, sin saber bien cómo proseguir, qué hacer con el hecho de que mordió a Liam. Tal vez incluso su mente le saltó con recuerdos de lo que él vivió cuando fue mordido. En ese momento, no había tiempo para la nostalgia. No podíamos dejar que la policía vea a Liam y que éste diga que mi mejor amigo le mordió. Scott debía llevárselo y explicarle sobre lo sobrenatural.
Así que tomé la postura de líder. Le ordené exactamente eso a Scott, que se fuera de ahí con Liam y que intente explicarle todo lo que ocurrió en algún lugar más tranquilo. Le detallé que me quedaría ahí para hablar con papá, para explicar lo que había ocurrido con Sean.
Scott asintió, diciendo que tenía razón. Se acercó a Liam y colocando el brazo sano sobre sus hombros, lo alzó del suelo. Probablemente usó algo de fuerza lobuna. Antes de irse, se giró hacia mí, preguntándome silenciosamente si realmente quería que me fuera. Afirmé con la cabeza. Ahí, él me dedicó un silencioso agradecimiento.
Después de que mi mejor amigo y el chico nuevo se fueran de la terraza, la policía no tardó en llegar. Alguien del hospital habrá informado sobre los gritos y sobre Sean Walcott desaparecido. Tenía entendido que el chico tenía protección policial en la puerta de su cuarto.
Papá fue el primero en aparecer en el tejado. Al verme, rápidamente se acercó y me envolvió en un abrazo. Sentí un instantáneo alivio. Además, la noche estaba fresca y no tenía demasiado abrigo encima. Reconocí a Parrish, uno de los oficiales más jóvenes del departamento, y a todo el equipo forense que iba detrás de él. Los cuatro hombres fueron hacia el cuerpo.
Sean se encontraba boca abajo. La herida que le quitó la vida se podía ver con claridad a pesar de la sangre. Fue una incisión perfecta en la espalda. El recordar cómo se la clavó... Me producía un escalofrío.
El equipo forense se puso a trabajar, sacando fotos del cadáver y organizando toda la evidencia que se podía observar de la escena — ¿Qué pasó aquí, Sari? —preguntó papá. Suspiré, preparada para contarle la historia sin los detalles extendidos.
Noté que Parrish se acercó a mí cuando empecé a narrar los hechos. Estaba con una libreta y una lapicera, anotando lo importante. Tomando mi testimonio. Empecé diciendo que todo empezó cuando escuché un grito en uno de los pasillos y antes de que pudiera hacer algo, Sean apareció y me atacó. Noté la mirada preocupada de papá pero silenciosamente le indiqué que estaba bien.
—¿Qué ocurrió luego? —cuestionó Parrish con cortesía.
Proseguí a decirle que Sean creyó haberme noqueado, pero no fue así y le vi ir hacia el tejado. Recalqué que Scott apareció a mi lado, me ayudó y ambos seguimos a Sean. Ahí tuve que cambiar un poco los hechos. Mentí diciendo que Sean parecía loco y Scott intentó detenerle. Salteé directamente al momento de su muerte.
Detallé que un hombre alto, de casi dos metros, vestido todo de negro y pelado apareció. Lanzó un tipo de pico a la espalda de Sean y se marcó. Parrish anotó todo, al finalizar alzó su vista hacia mí — ¿Pudiste ver algo característico de este hombre? ¿Algún tatuaje? ¿O prenda que fuera particular?
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Black List [Teen Wolf]
Fanfiction[Tercer libro de la saga de Stilinski Twins] «You may have to fight a battle more than once to win it» - Margaret Thatcher Después de librarse del nogitsune, Sarah aún sigue muy afectada con todo lo que ocurrió. Abrumada por la pérdida de su mejor...