Black List [Teen Wolf]

28. Bullet wound

28. Bullet wound

Nos acercamos hacia el borde, para ver qué había quedado del Berserker. Pero, extrañamente, no había nada debajo. Es decir, se veía el lugar del impacto. Las grietas sobre el cemento. Pero no el cuerpo, ni los huesos sueltos, nada.

Fruncí el ceño. ¿Será que se levantó del golpe como si nada?

Antes de averiguar qué ocurrió con el Berserker, me fijé en Liam, en sus heridas, para chequear si había alguna grave que necesitara mi ayuda. Afortunadamente, la mayoría de sus rasguños ya se estaban curando.

—Vamos, hay que chequear en Scott. —me indicó el chico, guiándome hacia la puerta. Aunque, dentro de mí, de alguna forma, sabía que Scott estaba bien. Que Kira le despertó a tiempo. No cambiaba el hecho de que quería verle vivito y coleando.

Bajamos las escaleras con lentitud. Liam estaba en buena forma, casi sin heridas y con suficientes fuerzas para mantenerse de pie. Yo, en cambio, lo contrario. Se ve que el usar mi fuerza contra el Berserker me drenó por completo. Y sentía mis piernas quejarse de todas las escaleras que subí previamente para ir a ayudar a mis amigos. Necesitaba relajarme contra la cama y dormir un buen rato.

Liam fue paciente conmigo. No me dejó sola en ningún momento, caminó a la par mía. Mientras bajábamos los pisos hasta la morgue, mirábamos por las puertas unos segundos para ver si todo estaba en orden. En un piso, no me fijé cuál, Liam se detuvo.

—¿Qué ocurre? —le pregunté, pues yo no veía nada anormal en el pasillo que inspeccionábamos. Incluso la luz había vuelto.

Liam me miró — Huelo sangre. —me explicó. Alcé las cejas, preguntándome de quién sería. De todas formas, aunque esté algo drenada, podría ayudarle.

—Dime hacia dónde voy. —pedí con amabilidad.

Liam asintió, me sostuvo la puerta para pasar y ambos caminamos por el pasillo. Noté que estábamos en el primer piso, a nuestro alrededor se encontraban las variadas habitaciones de terapia intensiva. Me daba escalofríos pasar por ahí, ya que en una de esas habitaciones perdí la cabeza por el nogitsune.

—¿Estás bien? —preguntó el castaño claro a mi lado. Parpadeé, saliendo de mis memorias. Asentí al lobo, asegurándole que estaba todo en orden—. Por aquí. —me indicó, girando hacia la derecha.

Ahí fue cuando la vi. A la madre de Scott, sosteniendo la madre de Kira. Noshiko estaba en el suelo, con ambas manos a su costado. La sangre traspasando sus dedos. Me acerqué rápidamente. Melissa alzó su rostro hacia mí.

—¿Qué pasó? —cuestioné, aunque no importaba demasiado el cómo, sino curarle. La señora Yukimura estaba perdiendo demasiada sangre.