Black List [Teen Wolf]

19. El ataque de los Huérfanos

19. El ataque de los Huérfanos (1ra parte)

Dedicado a sillycliche9 y a elly-Hale por sus comentarios en el anterior capítulo ❤️

Aún con la información nueva que habíamos adquirido de Garrett por parte de Liam, no podíamos saber con completa certeza de que él era quien mató a Carrie o que atacaría hoy durante el partido.

Me puse como misión personal no perder de vista a este chico. Estaba en las gradas, chequeando rápidamente mi celular antes de que el partido empezara. Había hablado algo con Derek, él me comentó que tendría una charla con Chris Argent por el tema de Kate y le insistí para que le preguntara si sabía algo de su condición, de sus ojos dorados y su repentina pérdida de olfato. Le pedí que me avisase qué le decía y de paso le puse al tanto sobre el partido y nuestras sospechas de Garrett.

Una vez enviado el mensaje, guardé el aparato en mi bolsillo. Malia y Lydia no estaban ahí, ambas estaban ocupadas tratando de conseguir las demás claves para la lista negra. Así que estaba sola en las gradas.

Vi que Stiles, Scott y Kira estaban en las bancas, preparándose con su uniforme y equipamiento. Liam, en cambio, estaba de pie junto a su amigo Mason mirando con desprecio a los chicos de Devenford, especialmente a Brett que le ridiculizó después de clases. Suspiré y esperé que el chico pudiera controlarse en el campo. Sería ideal que Liam no jugara esta noche, pero dudo que podamos convencer al entrenador de aquello.

—¡Vamos! ¡Vamos, muévanse! —ordenó el entrenador Finstock, movilizando a su equipo para que se acomode en el campo. Scott se interpuso delante—. McCall, dije que muevas tu trasero al campo.

—Pero entrenador... Su pierna aún está sanando, no debería jugar. —escuché que Scott dijo, refiriéndose a Liam. El entrenador miró al rubio opaco y levantó los hombros, diciendo algo como "él dijo que se sentía bien"—. Como capitán, sugiero que Liam no juegue.

El entrenador vociferó una risa que todos escucharon — Y yo... Como el Presidente de los Estados Unidos, veto esa sugerencia. —se burló él.

Scott apretó sus labios — Pero, ¿y si se lastima?

Justo en ese instante, el chico Brett llamó a Liam, le dijo que pensara rápido y le lanzó una pelota a toda velocidad. No tuve tiempo de usar mi fuerza telepática para desviarla. Por suerte, los reflejos de Liam eran perfectos y la atrapó con la mano izquierda sin siquiera inmutarse.

El entrenador hizo sonar su silbato, dando terminada la charla con mi mejor amigo y detallando el inicio del partido. Mencionó el apellido de mis amigos junto con el mío, indicando que cada uno se pusiera en su lugar.