Black List [Teen Wolf]

22. I'm sorry

22. I'm sorry

Literalmente segundos después de que Liam rugiera, Scott apareció corriendo por el bosque. Debía de estar cerca de nosotros. Se fijó en mí, asegurándose de que estuviera bien. Rápidamente le indiqué que ayudara a Liam. Justo llegó a tomarle del brazo antes de que el chico resbalara y cayera de nuevo a los confines del pozo.

Con su fuerza lobuna, logró sacar a Liam del pozo sin ningún problema. El rubio opaco, invadido por el cansancio y los efectos del veneno, se dejó caer de rodillas sobre el pastoso suelo del bosque. La luz de la luna era la única que iluminaba la escena, dándonos un tono frío sobre nuestra piel. Aún así podía ver con claridad al joven en los brazos de mi mejor amigo. Me posicioné a su lado, cerca de ambos. Podía notar que Liam seguía respirando con dificultad, pero se percibía algo de alivio en sus gestos. También percibí sus ojos celestes que impactaban, estos estaban cristalizados. Su ropa estaba empapada, gotas de sudor y de agua adornaban su piel y cabello. Hasta podía notar que temblaba levemente, lo cual no era un buen signo puesto que los hombres lobo por lo usual casi ni sienten el frío.

Scott le mantuvo en sus brazos, sosteniéndole, dándole algo de calor para que dejase de temblar. Aunque también supongo que mi mejor amigo no se atrevía a soltarle ni dejarle ir con tanta facilidad. Esta situación de Liam... Sacó lo peor de nosotros, la preocupación de no llegar a tiempo era prepotente. Y el alivio de que esa preocupación no se cumpliera... No puedo culpar a Scott de no soltarle.

—Gra... Gracias. —pronunció la voz temblorosa y algo débil del rubio opaco. Sus ojos miraban con determinación los míos, puesto que con el abrazo no podía ver el rostro de mi mejor amigo—. No sé qué hubiera hecho sin ustedes...

Le sonreí, pues no sabía qué decir. Casi no llegábamos a tiempo. Estuvimos muy jugados con el límite. No quiero ser pesimista y ver el fracaso en la victoria, pero no puedo evitar pensar que pudimos haberlo hecho mejor. Pudimos haberle encontrado antes. Tal vez si hubiera trabajado con Scott... O si él me hubiera ayudado a buscar los pozos.

No podía dejar de pensar en ello por Liam. Por cómo el chico, aún sumergido en el abrazo de Scott, ocultaba levemente su rostro en el hombro de mi amigo. A pesar de intentar esconderlo, podía ver su cara, sus muecas. Estaba aliviado de salir de ese pozo, eso estaba claro, pero en su rostro... Se notaba el miedo que tenía. El miedo que había pasado ahí abajo, todo el día solo, sin saber si alguien le buscaba o le encontraría. Podía percibir la desesperanza que había sentido, de alguna forma lo sabía. Y pensar que Liam se sintió así de solo, de desesperado, de triste... Simplemente me daba la sensación de que tuve que haberle protegido.

Y sé, porque conozco a Scott McCall desde los tres años, que mi mejor amigo se sentía igual. Una victoria agridulce.