[Tercer libro de la saga de Stilinski Twins]
«You may have to fight a battle more than once to win it»
- Margaret Thatcher
Después de librarse del nogitsune, Sarah aún sigue muy afectada con todo lo que ocurrió. Abrumada por la pérdida de su mejor...
Mientras llegábamos a la cabaña de Lydia, mi mente me llevó a la primera luna de Scott. Recordé cómo también había una fiesta en la que Lydia era la que auspiciaba tal en su casa. Cómo él intentaba salir con Allison y cómo todo había empeorado. Él huyendo de la chica, dejándola con una confusión notable y cómo yo había acudido a su rescate. Y, bueno, también Derek Hale.
Se me hace nostálgico recordar aquello. No sólo porque Allison estaba ahí, radiante y feliz, sino también por Derek. Las cosas parecían más sencillas. Aunque aún no confiaba en él plenamente y él definitivamente no confiaba en mí. Se siente que pasó hace tanto tiempo. Estando en su Camaro, luego de dejar a Allison en su casa, y yendo al bosque a buscar a Scott. Lo peor fue que Chris Argent y sus aliados intentaron cazarle esa misma noche.
Fue todo un caos. Sólo espero, por el bien de Liam y el nuestro, que las cosas no sean así de catastróficas esa noche.
Recordando una de las primeras interacciones que tuve con Derek, saqué el celular para verificar los mensajes. Me había mandando varios asegurándome de que estaba todo bien e informándome de las novedades de aquél sujeto sin boca que quería matarle. Me contó que Parrish reconoció el arma y el aparato que el hombre utilizaba para matar y comunicarse, dijo que eran militares. Lo cual definía que este sujeto era profesional; cosa que tanto Derek como yo supusimos.
Lo último que sabía de él y de lo que hacía con papá era que habían logrado obtener una dirección IP del aparato que el asesino usaba. Estaban por ir al lugar cuando nosotras partíamos hacia la fiesta. Mi último mensaje, como hace una media hora, decía que tuviera cuidado. Y que le quería. Nunca está demás aclararle aquello.
Después de que desapareciera a causa de Kate, siempre procuro mandarle un simple "te quiero". Como si temiera que ese mensaje, llamada o encuentro fuera el último. Sé que es patológico pensar así, pero con su desaparición, una parte de mí siempre quería asegurarse de que las últimas palabras que escuchara Derek de mis labios fuera mi amor por él.
Kira detuvo su Toyota, estacionándolo al lado de la motocicleta de Scott. Noté que más atrás estaban el Jeep de Stiles y el auto plateado de Lydia — ¿Dónde están todos? —interrogó Liam con algo de recriminación en su tono. Con cada segundo que pasaba, parecía ponerse más tenso.
—Están aquí. Es una fiesta pequeña —indiqué, pero ni bien lo dije, recordé que Kira había dicho que invitaron a todos. Diablos, después de todo, mi poca atención al asunto sería lo que arruinaría todo.
Liam se detuvo en seco — Dijiste que todos vendrían. —miró a la kitsune. Ella rió, ocultando sus nervios.
—Vendrán. Sólo están atrasados. Y nosotros estamos temprano —excusó acercándose al chico para guiarle hasta la puerta, pero Liam se alejó de ella. Le miró con desconfianza.