23. Los exámenes SATs están malditos

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23. Los exámenes PSATs están malditos

Subí las escaleras, entré a mi cuarto y cerré la puerta detrás de mí

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Subí las escaleras, entré a mi cuarto y cerré la puerta detrás de mí. Aunque eso no me aseguraba privacidad, no con una mujer coyote presente en mi casa, pero quiero convencerme de que Malia no espiará mi conversación.

Antes de llamarle, suspiré cansada y me dejé caer sobre mi cama. Estaba agotada, todo el día estuve buscando a Liam, llena de miedo y preocupación. Recién en ese momento me podía permitir tener la guardia baja para así descansar algo. Me dolía todo el cuerpo, probablemente de estar yendo de un lado a otro por el bosque. La cabeza también me molestaba, pero era de esperarse luego de hacer aquél sondar telepático. Eso sí que drenó mis energías.

Y lo peor, era pensar que mañana por la mañana tenía que rendir los PSATs. Pero debía ver el lado positivo. Estaba bien, Liam estaba bien, mi relación con mi mejor amigo estaba bien... Sólo debía asegurarme de que mi novio esté bien, para así poder dormir tranquila por unas horas.

Agarré mi teléfono celular y con pocos movimientos, ya tenía en esperando la llamada de Derek en mi pantalla. Me coloqué el micrófono a la par de mi oído y esperé a que él atienda.

¿Sari? —escuché su voz e instantáneamente sonreí. Aunque debía reconocer que estaba algo rasposa, sonaba casi como cuando se levanta luego de dormir. No sabía si pensar que se durmió o si algo más le ocurría—. Por favor dime que estás bien, que está todo bien.

La sonrisa se me desapareció, pues la forma en la que lo dijo, como si me estuviera rogando, me alarmó. Pocas veces he escuchado rogar, y cuando lo hace, algo está pasando por su mente. Algo no muy bueno.

Me levanté del colchón, casi de forma instantánea — Claro que estoy bien, Der. —aseguré—. Encontramos a Liam, él está en su casa. —informé, para convencerle de que todo había salido bien.

Escuché un suspiro de su parte. Hasta podía imaginármelo pasándose una mano por su rostro, parecía algo aliviado — ¿Qué le ocurrió?

—Garrett. —mencioné con algo desprecio. Sé que el chico, por lo que me contó Scott, estaba muerto, pero no cambia el hecho de que no me agradaba y que había secuestrado y casi asesinado a Liam—. Dudo que nos vuelva a molestar. —aclaré, para que se quede tranquilo de que el joven no vendría a por nosotros. Al menos que vuelva en forma de fantasma—. ¿Cómo estás tú? Malia nos dijo...

Sí. Es verdad. —dijo con un tono lúgubre—. No podía creerlo... Todos los cuerpos... Sarah, era horrible...

Tragué con dureza. Me dolía escucharle así, dolido por la cantidad de cadáveres que presenció. Por haber perdido la esperanza de ayudarles, de encontrarles y salvarles. Y pensar que hace unos momentos, Scott había dicho que nadie más moriría. Era imposible prever todo, salvar a todos, cuando ni siquiera sabemos a quiénes nos enfrentamos.

Black List [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora