8. Una cena muy incómoda
El viaje en el Jeep fue silencioso y muy incómodo. Stiles no mencionó palabra ni puso la radio, y yo no me atrevía a decir nada. Después de que Scott confesara que fuera un Alfa y mintiera sobre la familia Hale, Derek pareció confiar en él. Pero tenía el presentimiento de que no confiaba demasiado en nosotros; supongo que al notar que Scott confiaba en nosotros accedió a estar en nuestra compañía. Lo cual era un paso importante, porque debíamos mantenerle un ojo encima sin parecer sospechosos.
El atardecer adornaba el cielo, en pocos minutos se haría completamente de noche. Casi ni me había dado cuenta en lo rápido que pasó el día. Siento que todo pasa tan deprisa que no llego a reflexionarlo.
Stiles estacionó el Jeep delante de la casa de Scott, bajó primero, luego le siguió Derek que estaba en el asiento de copiloto. Una vez libre, logré bajar del asiento trasero. Stiles me miró cuando cerré la puerta del auto y sacó sus llaves, donde aún estaba la plateada de la casa de Scott. Recuerdo la segunda luna llena de Scott, cuando entramos a su casa con esa llave y Melissa nos encontró ahí, sorprendida porque teníamos una llave. Qué momentos.
—Nos vamos a quedar aquí, a esperar por Scott. —recitó mientras abría la puerta de la entrada—. Nos vamos a sentar, en silencio. No vamos a llamar, ni hablar con nadie. —seguía ordenando mi hermano con dureza, como si así Derek le hiciera caso.
—¿Puedo hablar contigo? —cuestionó el lobo. Su inocencia y cómo buscaba molestar a Stiles me hizo sonreír. Stiles lo notó y me dedicó una pequeña mirada mortal.
—No. —respondió secamente mi hermano.
—¿Y ella? ¿Puedo hablar con ella? —insistió Derek señalándome. Stiles estaba preparado para repetir su respuesta, cuando Derek le volvió a interrumpir—. ¿O él? ¿Quién hablará con él?
Seguí su brazo, señalaba a la sombra que apareció de repente en el comedor con una bolsa de cartón típica de un lugar con delivery. Era el agente McCall, el padre de Scott. A veces se me olvida que el hombre sigue por Beacon Hills, tratando de recomponer su relación con Scott. Mi mejor amigo me había contado vagamente sobre eso.
—¡Ah! —gritó Stiles, asustado por la aparición del agente federal—. ¿Te estás poniendo más alto?
Derek le miró como si dijera "¿qué clase de pregunta es esa?", yo me dediqué a ignorar su comentario y enfocarme en el padre de Scott. Él podría arruinar nuestra misión de mantener a Derek alejado y a salvo. Especialmente, porque Rafael McCall no sabe sobre lo sobrenatural.
—¿Qué hacen aquí, chicos? —preguntó con tranquilidad el hombre. Sabe que no le tenemos tanto aprecio por Scott y bueno, por todo lo que ocurrió con la manada de Alfa y el querer despedir a papá... Cosas del pasado que siguen algo frescas. Aún así, el señor McCall parecía distinto, más cansado pero no sé si de su día o si era por alguna otra razón.
—Estamos esperando a Scott. —correspondió rápida e inocentemente Derek.
—Yo también. —indicó él, asintiendo—. Supuestamente cenaríamos juntos hoy. —agregó moviendo lentamente la bolsa marrón—. Traje extra, ¿tienen hambre?
—Sí. —respondió Derek.
—No. —mencionó Stiles a la vez.
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Black List [Teen Wolf]
أدب الهواة[Tercer libro de la saga de Stilinski Twins] «You may have to fight a battle more than once to win it» - Margaret Thatcher Después de librarse del nogitsune, Sarah aún sigue muy afectada con todo lo que ocurrió. Abrumada por la pérdida de su mejor...