Black List [Teen Wolf]

2. Se perdió un lobo gruñón

2. Se perdió un lobo gruñón. (Si lo ve, por favor, devolver a Sarah Stilinski).

A la mañana siguiente, me di una ducha. Después del sueño con Derek y la criatura, me volví a dormir, volví a soñar con Allison, me levanté a eso de las cinco de la mañana y dejé de intentar dormir un rato más. Me vestí con unos jeans oscuros y una camisa verde con una camiseta debajo. El clima estaba lindo, pero por alguna razón tenía frío, así que tomé mi chaqueta marrón.

Con Stiles partimos al instituto en el Jeep. Por las ojeras de mi hermano, se notaba que tampoco había dormido mucho después de nuestro encuentro en la cocina a las dos de la mañana. No hablamos casi nada en el viaje, ya se estaba haciendo costumbre el silencio entre ambos. Lo cual me hacía querer llorar. Stiles nunca se quedaba callado, decía tonterías todo el tiempo. Teorías sobre los hombres y mujeres lobo, se quejaba de alguna materia del instituto... Pero ahora, nada.

—¿Cómo van las cosas con Malia? —pregunté para romper el hielo.

Después de deshacernos del nogitsune y empezar las clases nuevamente, Malia entró al instituto como una nueva estudiante. Los primeros días nos seguía a Stiles y a mí a todos lados, incluso cuando no era el horario de su clase. Intentaba ayudarla en todo lo que pudiera, nunca es fácil ser la nueva en un instituto. Lentamente se fue acostumbrando. Mi hermano también le ayudó bastante. En cierto momento, simplemente empezaron a salir. Me lo veía venir y la verdad es que me agradaba la idea de que mi hermano esté con alguien. Malia realmente parece quererle y le hace bien, le distrae un poco de todo el trauma que sufrió.

—Todo bien. Aún tiene instintos caninos de vez en cuando, pero es un trabajo en progreso. —mencionó con una sonrisa de lado. Por un segundo, el peso en sus hombros se ablandó.

—Me alegro. Ella es muy bonita. —añadí con una sonrisa de mi propia cosecha.

—No te atrevas a robarme la novia, Sarah. Tú tienes al lobo gruñón. No quiero hacer cambio de parejas. Derek probablemente me arranque la cabeza en la primera cita. —dijo dramáticamente. Reí con suavidad.

—Derek es un oso de peluche una vez que le conoces, y lo sabes. —indiqué mirándole en lleno con mis ojos achinados.

Él resopló — Por desgracia, sí, lo sé. Pero no se lo digas, porque en serio creo que me arrancaría la cabeza. —volví a reír levemente. También le oí reír a él.

Puede que estemos algo quebrados, pero son estos momentos en los que sé que aún podemos recuperarnos mutuamente. Pero sólo si el otro está a nuestro lado para ayudarnos.

—Me alegro de que todo vaya bien con Malia. —decidí añadir mirando la carretera. Stiles asintió, agradeciendo mi comentario.

—¿Tú todo en orden con Derek? —preguntó él. Estaba un poco más relajado, el silencio le tensa. Probablemente porque en vez de pensar en qué responder en la conversación, su mente divaga entre todo el lío que dejó el espíritu japonés.