Own It [NamMin] TERMINADA☑️

Parte 33.

Las calles pasaban ante mis ojos en cámara lenta, mi respiración estaba tan acelerada ya que me sentía asfixiado. Todo daba vueltas como si estuviera en una montaña rusa en donde las subidas eran prolongadas y las bajadas eran cortas.

El llavero hizo presión en mi mano al momento de apretarlo para darme seguridad, cerré mis ojos fuertemente hasta que sentí estos arder, di un suspiro, mientras escuchaba como el frío viento golpeaba la ventana en la parte trasera del taxi en el que me encontraba.

Sólo faltaban algunas calles para llegar a mi destino y no podía estar más nervioso, mis manos sudaban, así que incontables veces limpié éstas con mis pantalones de cuero, mi pierna derecha subía y bajaba en el asiento haciendo que el sonido que ésta emitiera un eco en ese reducido lugar.

Sólo bastaron unos minutos más para por fin, a lo lejos ver esa casa que hace mucho tiempo atrás visitaba tantas veces. Le indiqué al conductor en qué parte dejarme y éste así lo hizo, bajé del auto y pagué.

Y ahí estaba, delante de ese lugar tan grande, lujoso y ahora un poco sombrío. Observé la puerta de entrada por un momento, como si NamJoon fuera a salir por ahí. Torcí mi boca en una mueca por la forma tan cobarde en la cual me estaba comportando en ese momento.

A paso lento me dirigí a la entrada, fruncí el ceño y mordí mi labio. Bajé mi mirada a mis manos en donde estaba el llavero de Koya, asentí con la cabeza para darme seguridad e introduje la llave en la cerradura, pero me detuve de manera abrupta.

Con mi mano revolví mi cabello con frustración y gimoteé en mi lugar.

-¿Qué mierda estoy haciendo?- Dije para mí mismo. El silencio de la noche era tan abrumador que me daba ganas de vomitar- Tengo miedo- Admití.

De mi garganta salió un pequeño gruñido que tomé como mi último recurso de autoconfianza, así que simplemente giré la llave abriendo la puerta y mi piel se erizó al ser recibido por un olor a canela y una calidez embriagante.

Me quedé en la entrada por un momento y luego cerré la puerta detrás de mí. Miré alrededor e inconscientemente la piel de mi nuca se erizó, algunas cosas estaban como las recordaba mientras que otras fueron cambiadas de lugar o reemplazadas, las paredes ya no eran de ese blanco tan armonioso, sino que eran de color gris opaco.

Caminé alrededor un poco temeroso, mirando cada cosa como si esa fuera mi primera vez ahí, aunque la verdad si se sentía de esa manera. El silencio se rompió ya que pude escuchar como alguna puerta era cerrada de tal manera que me hizo pegar un brinquito, escuché cómo caminaban desde el pasillo que daban a las habitaciones hasta donde me encontraba.

Levanté mi mirada y ahí estaba él, con una bata de baño azul que le quedaba debajo de las rodillas, descalzo y en su mano traía otra toalla más pequeña de color blanco con la cual se secaba el cabello, al parecer acababa de darse un baño.

Él también levantó su mirada y nuestros ojos conectaron de la misma manera que lo hicieron en el club o tal vez aún más intensa, así nos quedamos unos segundos, consumidos por el silencio que luego él quiso romper.

-Viniste- Afirmó lo obvio con ese tono tan ronco que sólo él tenía y mi corazón dio un brinco por escuchar esa hermosa y varonil voz nuevamente.

Asentí de manera automática mientras que mis ojos estaban puestos en su cara seria. De cierta forma, se sentía raro estar ahí con él, ya que era como si fuéramos dos extraños que se encontraban en la misma casa.

Mi cuerpo temblaba en expectación mientras que NamJoon se veía tan relajado como si tenerme en frente no fuera nada nuevo para él.

-Puedes sentarte, si quieres- Dijo y su boca hizo la típica mueca de disgusto.