Own It [NamMin] TERMINADA☑️

Parte 41.

Mordí mi labio con nerviosismo mientras sentía la mirada de NamJoon sobre mí, literal, con un gran signo de interrogación sobre su cabeza.

Me encontraba en el sofá mientras él se hallaba mirándome fuertemente desde la encimera de la cocina, con su lengua presionando su mejilla interna.

Aún recuerdo cuanto odia NamJoon las mentiras, las detesta. Y lo peor es que desde que lo conocí todo lo que dije e hice al principio fueron mentiras, y estas no han terminado aún, no hasta que le cuente todo.

El silencio que había entre los dos era espeso y de alguna manera me hizo retroceder el tiempo en donde él me lanzó esa misma mirada cuando supo lo que ocultaba. Ninguno de los dos hablaba, yo sólo me disponía a mirar fijamente la mesita de centro mientras sentía la mirada de él en mi miedoso cuerpo.

-Veo que no quieres hablar, así que lo haré yo primero. Necesito que me digas la verdad, porqué algunas veces siento que te conozco y otras veces siento que veo a un completo extraño- Habló poniendo sus antebrazos en la encimera, con un tono tranquilo, como si su expresión no tuviera ningún efecto sobre su voz.

De alguna manera dolió lo que dijo, pero yo lo merecía.

-Y-yo no sé por dónde empezar- Aseguré.

-¿Por el principio? Dime la verdad, ¿Ese hombre es tu verdadero padre? Porque por lo que recuerdo me dijiste que él estaba muerto y ahora resulta que nunca lo estuvo.

Mis ojos se cristalizaron completamente y mi pecho dolió. Tenía miedo, y más al ver a NamJoon mirándome de esa manera, como si fuera una persona completamente desconocida, como si nunca me hubiera amado.

Suspiré para calmar mi llanto y aunque quise hablar simplemente no salió nada. Recurrí a mi cabeza para que me ayudara, pero ésta sólo pasaba imágenes dolorosas de mi padre siendo llevado por la policía cuando yo tan sólo tenía 9 años y JiHyun apenas y si hablaba.

-Háblame, JiMin... ¿No confías en mí?

¿Confío en él?

Sí, con mi vida.

Quise decirle eso, pero nuevamente mi boca estaba completamente sellada.

-Bien, tu silencio me lo dice todo- Aseveró alejándose.

Me levanté del sofá y vi su rostro, sus mejillas estaban rojas de la rabia y sus ojos un poco cristalizados.

No pude.

No pude soportar su mirada.

-Lo-lo siento- Dije, precipitando a la puerta de entrada y salí de la casa sintiendo su mirada sobre mí.

Miré las calles sin saber a dónde ir.

Relamí mis labios y sólo corrí sin saber a dónde. El sol estaba calentando Seúl de una manera embriagadora, pero yo no me sentí así.

Sentí que corrí por horas, pensé en desahogarme, pero no sabía con qué a con quién. JungKook de seguro estaba con algún chico para llenar el vacío de TaeHyung, HoSeok tal vez aún estaba decaído por su ruptura como para escuchar mis problemas. Y lo mejor -O lo peor- Era que a ninguno de los dos les hablé de mi familia, solo de mi hermano y algunas veces de mi madre, pero sólo eso.

Mis piernas dolían y mi estómago pedía comida, miré el cielo y noté que había muchas nubes.

El olor a café inundó mis fosas nasales y me hizo suspirar. A unos pasos de donde me encontraba había un coffebook, uno de esos lugares a donde podías ir a tomar un café mientras lees un atrapante libro, por dentro se veía vacía pero acogedora.