Own It [NamMin] TERMINADA☑️

Parte 38.

Al abrir los ojos lo primero que pude sentir era como mi cuerpo dolía, me quejé y me removí buscando la calidez de un cuerpo que no pude encontrar.

Fruncí el ceño y tanteé la cama, pero seguía sin ninguna señal, así que lentamente abrí mis ojos y miré toda la habitación notando que NamJoon se encontraba sentado en el borde de la cómoda, dándome la espalda, con sus manos en su cabeza y aún desnudo. Relamí mis labios y mordí éstos, me reincorporé y me quedé mirando su ancha y marcada espalda por unos segundos.

-Lo lamento- Dijo él en un susurro sin dirigirme la mirada.

Yo ladeé la cabeza, rasqué mi nuca, y...pensé lo peor, oh, claro que lo hice.

-¿Q-Qué? ¿Por qué?

Lo vi negar con su cabeza, lo que me alertó. Me despojé de las sabanas que me tapaban el cuerpo y temeroso lo abracé por la espalda, él se tensó, pero unos segundos después su cuerpo se relajó.

-Dímelo, ¿Por qué te disculpas?- Pregunté y besé uno de sus hombros.

-Te lastimé.

-No, no lo hiciste. Todo fue como un sueño- Dije, desenredando mis brazos de su cintura, me levanté de la cama, y me posicioné en frente de él sin importarme mi desnudez- El mero hecho de estar contigo ya es un sueño.

NamJoon frunció el ceño y luego me regaló una de esas hermosas sonrisas que hacían que mi corazón se acelerara.

-Te amo- Dijo.

Y sonreí, porque sólo quería estar con él, no quería a nadie más, no necesitaba a alguien que se pareciera o fuera superior a él. Porque sabía, que nadie podía igualar lo que causaba en mí, nadie podía hacerme feliz con el mero hecho de sonreír, nadie podría escucharme y guardar mis secretos como Kim NamJoon. Porque nadie me besaría con dulzura ni me abrazará tan fuerte para hacerme olvidar el dolor de a veces llevo, nadie me haría el amor como él lo hace, imprecándose en mi piel. Porque sabía que nadie iba estar en los malos y buenos días, que nadie entendería su lado tierno, que nadie entendería mis sueños, nadie aceptaría los errores que cometí y me escucharía cuando le explique que jamás quise eso, nadie me entendería como él, nadie en ese mundo podría ser mi otra mitad, nadie.

Era el motivo por el cual no quería pasar mi vida con alguien que fingiera amarme, quería compartirla con alguien que me aceptara, que no tuviera vergüenza de mí, que no me quisiera por mi físico, sino porque en realidad quiera un buen futuro conmigo, y quería compartirlo con NamJoon, porque sobre todas las cosas, lo amaba en demencia, tanto que ya no sería capaz de vivir sin él.

Al decir eso sentí que era el hombre más feliz y afortunado de toda la tierra. Sus labios se acercaron a mis labios y ahí depositó un tierno beso el cual me sacó una sonrisa.

A lo lejos el timbre de la puerta nos alertó haciendo que saliéramos de nuestra pequeña burbuja de felicidad y amor que nos rodeaba. Nam suspiró, con un gruñido se puso de pie y luego se colocó un short azul que dejaban ver sus muslos marcados.

-Vuelvo en seguida- Me informó y salió de la habitación.

Yo me volví a recostar en su cama y Suspiré como un tonto enamorado al sentir su fragancia masculina en las sabanas. Creo que fue uno de mis mejores momentos con él. Y sí, sabía que algún momento vendría esa incómoda conversación y la maldita pregunta; ¿Qué será de nosotros ahora? Y aunque no quería pensar en eso me era inevitable.

Después de unos minutos él seguía sin volver, así que un poco temeroso me acerqué a su armario, tomé un camisón y me lo puse. Salí del cuarto y fui al living.

Ahí los vi, NamJoon se encontraba abrazando a SeokJin mientras éste se aferraba a su cintura desnuda con los ojos cerrados y con algunas lágrimas resbalando en sus mejillas. Sentí mis ojos cristalizarse, pero lo que sentí más fuerte fue la ira creciendo en mi interior.