Parte 23

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Mis ojos estaban cerrados, sintiéndome demasiado cansado como para levantar mi cuerpo luego de la alocada fiesta de la noche anterior en la cual habíamos estado todos. Mi cuerpo emanaba tanta flojera que por un momento no presté atención de la opresión que estaba empezando a sentir en el pecho y como mi estómago se revolvía plácidamente.

Luego de un tiempo, creí comprender lo que pasaba con mi cuerpo, así que abrí los ojos de golpe al sentir la humedad de una lengua recorriendo la extensión de mi miembro. Al bajar mi mirada, puedo observar cómo JiMin estaba entre mis piernas, engullendo mi pene, lamiendo desde el falo hasta el glande, con los ojos entrecerrados.

Por inercia mi mano fue hasta su sedoso cabello que hace algunas semanas había dejado de ser Castaño, para pasar a ser negro oscuro, logrando que su piel se viera mucho más blanca de lo normal, lo cual levantaba mi ego, porque a cualquier lugar a donde íbamos, Park JiMin era el centro de atención, pero aquel hermoso chico era mío y sólo mío. Él levantó su mirada, cayendo en cuenta que me había despertado, así que sonrió.

-Mierda, JiMin- Mi voz salió ronca y entrecortada, casi jadeante.

Mordió su labio, y bajó a lamer mis testículos de una manera que estaba seguro podría hacerme venir en cualquier momento, su aliento caliente haciendo estremecer cada parte de mi cuerpo. Su experta lengua subió nuevamente hasta mi glande y ahí movió su lengua en círculos, mientras sus ojos no se querían despegar de los míos, como si estuviera cerciorándose de que yo me encargara de observar cada movimiento.

Tan sólo unos minutos más, y un par de lamidas fue lo que necesité cuando sentí que mi pelvis se retraía y mi respiración se entrecortaba. Solté el gemido que minutos atrás se había atorado en mi garganta y apretando los ojos me liberé completamente en su boca y parte de mi estómago.

La traviesa mano de Park JiMin subió hasta mi torso desnudo y acarició mi pecho, así que no perdí mi oportunidad para tomar su mano y hacerlo subir a mi regazo, y una vez que esto estuvo concretado, lo miré a los ojos, fulminándolo, pero sin sentirme molesto por su reciente travesura.

-No querías despertar, así que recurrí a la artillería pesada- Dijo, intentando verse como un niño que no acababa de hacer un desastre.

-Eres muy malo, ¿sabías eso?- Hablé, mientras que su dedo índice subía hasta una de mis mejillas e hizo presión ahí, probablemente tocando uno de mis hoyuelos.

-Sólo usted, señor Kim NamJoon, piensa eso de una persona tan inocente como yo- Dijo divertido, acercándose a mis labios y regalándome un pequeño beso que ni siquiera me dio tiempo de responder, ya que rápidamente se bajó de mi regazo, todavía con la sonrisa surcando sus lindos labios

Aún sin salir de la habitación, me miró fijamente, sus ojos recorriendo mi cuerpo que hasta ese momento se estaba recomponiendo del orgasmo reciente.

-¿Te me quedarás mirando todo el día?- Formulé divertido.

-Si pudiera, créeme que lo haría.

JiMin casi borrando la sonrisa de su rostro y sin decir más dio media vuelta saliendo de la habitación, haciendo que mi ceño se frunciera en extrañeza. Mi mirada fue hasta el techo de mi habitación, recordando y agradeciendo que era domingo y ese era el día en el cual habíamos decidido que sólo estaríamos en casa.

Las cosas fluían con naturalidad y tal como sospechaba, los rumores en la universidad fueron disminuyendo hasta que ya no se hablaba de eso, ya nadie parecía interesado en meterse en mi camino y aquello era algo que agradecía mucho. Aunque había algo que muchas veces me generaba una gran inseguridad y eso era algunas de las actitudes de JiMin, porque ciertas veces parecía feliz, otras veces triste y preocupado.

Own It [NamMin] TERMINADA☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora