Capítulo. 32 - Our day will come.

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Por fin era el gran día.

Según Jisoo, todo saldría bien y confiaba en ello. Lisa y Rosé eran buen equipo sin dudarlo, mantenía las esperanzas en que después de ese día Jennie fuera completamente feliz junto a ella y su esposa.

–¿No te dijo Rosé porque llegaron completamente ebrias?– pregunto Jennie ayudando a la mayor con su peinado.

–Dahyun las alcoholizo, después las botaron del acuario por querer meterse a los estanques.– respondió Jisoo recordando el llanto de Chaeyoung la noche anterior porque le dijeron que no había ardillas acuáticas.

–Al menos Lisa me trajo un delfín de peluche.– comento la surcoreana mirando a su mejor amiga por el reflejo de aquel espejo. –Luces hermosa, Chu.– murmuró la castaña.  –¿Recuerdas cuando creíste perderla?– pregunto la menor sonriendo nostálgica y Jisoo asintió. –Y solo resultó ser Lisa con uno de sus trucos.

–Aún le debo una grande.– seguro Jisoo sonriendo. Tal vez era momento de pagar aquella deuda.

–Es hora, chicas.– dijo Huening entrando a la habitación. –Eres la novia más hermosa, Chichoo.– seguro el menor tendiendo su mano hacia la mayor. –No quiero adelantarte nada, pero Rosé luce preciosa.

Jennie los siguió de cerca hasta la salida de la casa. Rose había permanecido en otra habitación junto con Lisa y sus demás amigas, probablemente la tailandesa estaría con una resaca infernal gracias a Dahyun. Habían hablado por la mañana y le había ayudado a la tailandesa a colocarse el traje que había elegido para aquella ocasión, si no fuese porque tenían aquel evento en un par de horas ninguna hubiese salido de la habitación. La tailandesa parecía nerviosa, según había dicho que era solo porque había vuelto al rubio en su cabello, no creía nada de lo que le dijo y solo asintió con una sonrisa pequeña.

–¿No estás nerviosa?– pregunto Lisa mientras esperaban a qué Rosé apareciera. –Creo que mis manos están sudando.– susurro mirando a los lados y la surcoreana frunció el entrecejo.

–En realidad no lo estoy, no sé porque tú lo estás.– respondió Jennie colocándose de pie cuando la australiana venía a paso lento con su padre por aquella alfombra que adornaba el camino hacia donde Jisoo estaba.

Todo era precioso, las decoraciones y aunque no sabía porque habían colocado el kiosco a unos metros seguía gustandole como aquello fue adornado. Rosé parecía una princesa, no pudo evitar pensar en cómo serían las cosas si la australiana y Lisa nunca hubiesen terminado, probablemente aquella boda no sería de Jisoo si no de ellas. El solo pensar en ello la hizo estremecerse.

–¿Todo bien, Nini?– murmuró Lisa a su lado y la más baja asintió. –Pareces cabizbaja.– continuó Lisa murmurando antes de acercarse más a Jennie para abrazarla por la cintura aún detrás suyo. –Luces hermosa hoy.– susurro Lisa cerca de su oído.

Jisoo miro aquella escena y comenzó a hacer ademanes y una que otra mueca extraña temiendo que aquellas dos se enredaran a media boda.

–Creo que Jisoo está nerviosa, ¿Por qué hace esas caras?– pregunto la surcoreana intentando no reír.

–Es Jisoo, siempre hace cosas raras.– respondió la tailandesa entendiendo perfectamente lo que la mayor quería decir con cada una de aquellas muecas.

Estaba nerviosa, sentía que el estómago se le estaba subiendo a la garganta y que el corazón se le saldría en cualquier momento o simplemente sufriría un infarto. Estaba siendo lo más paciente posible, su pierna moviéndose de arriba abajo era solo un poco de liberación para aquel nerviosismo que se apoderaba de ella, Jennie parecía notarlo y solo le colocaba una mano en la rodilla, cualquier momento recibiría un golpe y lo sabía.

ASPERGER → Jenlisa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora