Dolor.
Era lo que describía perfectamente todo aquello que sentía. Estaba realmente feliz, un Full Álbum suyo, tendrían colaboraciones con grandes como Selena Gómez y era perfecto, aún no se le pasaba la ensoñación de haber colaborado con Lady Gaga, LA MALDITA LADY GAGA, ahora se unia a ellas Selena y otras grandes mujeres.
Todo transcurría de manera perfecta a excepción de sus dolencias, no era mucho, solo era esfuerzo puro y ganas de que todo fuese perfecto. Sus compañeras pasaban el rato exigiendo no esforzarse de más, muchas veces lloraba por las noches al sentir sus músculos casi colapsar por el cansancio y cuando el dolor era insoportable, Jisoo traía analgésicos y antiinflamatorios para ella, cuidaban bien de su salud. Aunque el comportamiento de la mayor estaba siendo raro últimamente y decía cosas extrañas.
Una de esas veces fue cuando empezó a cuestionarla sobre si le gustaba la veterinaria, también preguntaba cosas sobre aprender astrología y cosas de las estrellas, la más extraña fue cuando Jisoo intento saber si ella o algún familiar tenía condiciones médicas del espectro autista. En una ocasión en la que la pelinegra estaba perdida en sus pensamientos, la mayor trato de llevarla a psicología para saber si padecía asperger o autismo. Amaba a su unnie, pero la aterraba a veces, especialmente cuando decía algo sobre una boda en Tailandia y Jennie siendo una de las novias.
Había salido su colaboración con Selena Gómez y estaba dividida. Desde la revelación de aquella colaboración Blink se había dividido, eso la ponía triste y enojaba a sus compañeras, especialmente a Jisoo. Amaba a sus fans, eran lo que le mantenía de pie y esforzándose hasta casi fallecer pero en ocasiones la hacían sentir mal. Jennie había ordenado no interactuar con el fandom o mencionarlos como un escarmiento o lección por lo que habían hecho últimamente, todas sabían que Jisoo rompería aquella orden ya que a ella y Rosé le decomisó sus móviles.
La chica tailandesa fue sacada de sus pensamientos al escuchar un fuerte estruendo.
- ¡Unnie! - gritó Lisa corriendo a dónde Jennie estaba. - ¿Te has hecho daño? ¿Estás bien? - pregunto la menor tomando en brazos a la mayor intentando cargarla.
- Si, sólo... Lisa llévame a la silla. - murmuro la castaña aguantando la respiración, como si eso fuese a calmar el dolor.
Había lesionado su tobillo una vez más, sucedió mientras grababan el MV de Ice cream, cualquier paso en falso la llevaba al piso o llevarse a noches enteras de dolor.
- ¿Dónde te lastimaste? ¿Dónde duele? - pregunto la pelinegra con desesperación. - Dime qué hacer ¿Cómo te ayudo? - dijo Lisa arrodillándose frente a Jennie cuando el dolor en su tobillo se hizo más fuerte.
La surcoreana se cubrió el rostro con ambas manos tratando de ahogar el sonido de sus sollozos.
- ¡Jisoo! - grito Lisa. - ¡Jisoo, ayuda! ¡Jisoo! - siguió gritando con desesperación antes de arrodillarse frente a ella una vez más. - Ella sabrá que hacer, es muy lista, estaremos bien. - murmuro recargando su cabeza contra los muslos de Jennie.
- ¡Estoy aquí! ¿¡Que sucede!? ¿Estás bien? - pregunto la surcoreana mayor entrando a la estancia donde Lisa y Jennie estaban. Su corazón se encogió cuando observó a la castaña llorar con el rostro cubierto mientras Lisa tenía recargada su cabeza en el regazo de Jennie con un puchero en los labios. - ¿Que sucede Lalisa? - pregunto acercándose con rapidez.
- ¿Que sucede? - pregunto Rosé entrando después y Lisa se levantó con rapidez para correr a abrazarla. - ¿Que sucedió? - murmuró Rosé acariciándole la espalda.
- Jennie está herida. - lloriqueo la tailandesa. - Llora porque le duele. - informó echándose a llorar también.
- Tranquila cara de pollo, llamaremos a los médicos. - aseguró Jisoo mirando el tobillo de Jennie. - Pensé que le habías propuesto matrimonio. - nego marcando algunos número en su móvil.
[...]
Jisoo y Rosé observaban como la tailandesa se mantenía sentada fuera de la habitación de Jennie exactamente frente a la puerta. Los médicos que atendían el problema de Jennie dijeron que necesitaría reposo y tomar medicamentos para el dolor al menos hasta que aquello se calmase, también recomendaron no esforzarse de más para que la lesión sanará sin interrupciones.
- Mírala. - murmuro Jisoo comiendo de su pollo frito. - Parece un perrito guardian, cristo rey, Hachiko reencarnó en Lisa. - señaló la mayor con la boca casi llena.
- Unnie tienes que ser amable, Lice solo está preocupada por Jenn. - aseguro Rosé mirando a Lisa. - Deja que entre un momento, al menos a qué se asegure que Jennie está ahí. - pidió la australiana conmovida.
- Bien, solo porqué serás mi futura esposa e iremos a las Vegas de luna de miel. - soltó la mayor haciendo que Rosé la mirase confundida. - ¡Hey, Hachiko! - grito la surcoreana llamando la atención de la menor. Observo el entrecejo fruncido de la menor junto con aquel puchero y supo que estaba preocupada. - Anda, entra un momento y checa si Jennie respira.
Lisa se levantó del piso con rapidez y se acercó a la puerta, echo un último vistazo a la mayor antes de entrar.
- Nini. - murmuro acercándose a la cama. - ¿Estás dormida? - pregunto colocándose a lado de la cama y suspiro sintiendo ganas de llorar otra vez.
Jennie estaba dormida o dopada, su rostro parecía sereno como si nada de aquella mañana hubiese sucedido. Lisa abrió los ojos asustada cuando recordó el mandato de Jisoo y se acercó cuidadosamente a Jennie.
- Nini. - susurro acercando su oído a la nariz de la mayor y suspiro aliviada cuando escucho la tranquila respiración de la mayor. - Yo cuidare de ti, te lo prometo. - murmuro recargando su peso en la cama quedándose aún cerca del rostro de la mayor. - Eres muy bonita. - aseguro ladeando su cabeza.
Jennie era preciosa, lo había mencionado tantas veces y sin algún tipo de miedo a que las relacionasen con ella. La admiraba, si todos supiesen lo que Jennie era fuera de los medios, si tan solo supiesen la manera tan hermosa que tenía de expresar sus sentimientos mediante la música y cualquier cosa que hiciera, entenderían un mundo de cosas, un mundo en el cual ella amaba perderse. Siempre había adorado la manera en la que sus ojos se cierran cuando sonríe o la manera en la que muestra sus dientes, amaba acariciar su cabello cuando la mayor se quedaba dormida mientras veían alguna película, también amaba ser parte de la vida de Jennie. Podrían existir millones de personas en el mundo y su favorita siempre sería Jennie.
Lisa sabía bastante bien lo que sentía por la surcoreana, reconocía tener algún tipo de enamoramiento con ella. Había hablado con Yeri después de que la castaña le había robado un beso excusándose de que solo había una vida actual y que probablemente en la otra reencarnaría en una cabra y que era ilegal besar cabras. Habían quedado en que tal vez era admiración, no muy confiada le dijo que si, posiblemente sería eso, pero en el fondo Lisa sabía que estaba perdidamente enamorada de Jennie.
— Solo una vida. – murmuro la menor acercándose cuidadosamente a la boca de la castaña. — Besar cabras es ilegal. – repitió antes de cerrar los ojos.
Unió sus labios contra los de la surcoreana y abrió uno de sus ojos para asegurarse de que ella seguía dormida y así fué. Con seguridad cerro los ojos y permaneció cuidadosamente solo uniendo sus labios sin hacer algún movimiento, aquello parecía mentira, sentía en su estómago el mismo nudo emocionante que aparecía cuando bailaba para los blinks o estaban en un concierto, Lisa aseguro que en ese momento el tiempo se detuvo con solo sentir el roce de los bonitos labios de la mayor contra los suyos. Aquella ensoñación se terminó de tajo cuando Jennie se removió debajo suyo.
Aterrada por la reacción de la mayor casi corrió hacia la salida.
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ASPERGER → Jenlisa.
Novela Juvenil«También puedo sentir, Jennie.» Aquellas palabras se las había dicho llenas de dolor, su condición no le permitía demostrar a las demás personas lo que realmente sentía, su mirada la mayor parte del tiempo se encontraba pérdida entre algún lugar u o...