— ¡Lisa! – grito la mayor cuando la ex rubia tropezó llegando a la puerta. — Lisa no te marches. – pidió intentando levantarse pero fue inútil, su tobillo aún dolía.Jennie se sentía realmente aturdida, no sabía si eran los medicamentos o era aquel inocente beso que Lisa le había dado, probablemente era solo un sueño.
— Perdón. – murmuro la tailandesa colocando su frente contra la puerta. — No debí hacerlo, porque estabas dormida, pero no encontré otro momento y estaba preocupada, Yeri dijo que no deje escapar oportunidades y era una de ellas, lo siento.
— No, ven aquí, Lisa se buena conmigo, no puedo caminar. – casi rogó Jennie y la menor obedeció con la mirada en el piso. — ¿Por qué hiciste eso? – pregunto con voz temblorosa.
— Porque lo quise hacer. – murmuro Lisa con sinceridad mientras mantenía su vista en el piso y sus manos unidas frente a ella, parecía una pequeña. — Lamento aprovecharme. – susurro haciendo un puchero esperando por el regaño de Jennie.
— Déjame contarte algo. – murmuro la castaña sintiendo el corazón en la garganta. — Escribí una historia, como un libro. – confesó mirando a la pelinegra.
— ¿Un libro? – pregunto ladeando la cabeza.
— Trata sobre dos chicas, que se aman y terminan casándose. – siguió sin dejar de mirar a la tailandesa. — Una de ellas se llama Lisa.
— Como yo. – interrumpió emocionada.
— Si, como tú y la otra se llama Jennie, como yo. – dijo aquello más bajo y Lisa abrió sus ojos emocionada aún. — Es una historia donde nos uní en una relación.
Lisa asintió sentándose a lado de Jennie y suspiro asintiendo de nuevo. Jennie observo el rostro de la tailandesa y temió por su reacción. No quería seguir llorando por aquello, estaba harta de llorar en silencio por estar perdidamente enamorada de Lisa y no poder decirlo, incluso aquello había llevado a sus tres compañeras a irrumpir en la casa de Kai creyendo que aquel llanto fue provocado por el, según Jisoo, Lisa casi derriba la puerta a patadas.
— ¿Por esa razón Jisoo dice que debemos casarnos y también por ello se lo dice a Rosé? – pregunto confundida.
— Si, por esa razón encerró a Huening y Dahyun el otro día a base de mentiras. – recordó Jennie haciendo reír a Lisa.
— Ya entiendo. – murmuro la menor tomando su mano. — ¿Entonces no te molesto que haya aprovechado y te haya besado mientras dormías? – pregunto y la cara de Jennie fue un poema.
— Estoy confesandote que estoy enamorada de ti, Lisa, he soñado con el que tú me beses. – confesó Jennie. — Escribí tanto sobre ello y estaba tan aterrada del como sería tu reacción y la de las chicas. – dijo Jennie casi poniéndose a llorar.
— Yo no estoy molesta y Jisoo ha estado intentando llevar tu libro a la vida real. – comento antes de reír. — Jenn. – murmuro la menor tomando ambas manos de la castaña para mirarla. Jennie espero lo peor. — Necesito besarte una vez más. – murmuro nerviosa. — Solo se vive una vez y besar cabras es ilegal. – dijo haciendo que Jennie sonriera confundida.
La surcoreana asintió aferrándose a las manos de la menor. Lisa sonrió al notar las mejillas enrojecidas de la más pequeña y se acercó cuidadosamente a sus labios una vez más, recordó lo que Yeri y Joy le dijeron que tenía que hacer y tomo una mejilla de la castaña con cuidado, sonrió una última vez y unió sus labios. El inicio de aquel beso fue lento, en esos momentos tendrían que haberse sentido extrañas e intentado adaptarse a aquel roce pero no fue así, Jennie estaba segura que sus labios habían sido creados para estar unidos, se acoplaban a la perfección.
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ASPERGER → Jenlisa.
Teen Fiction«También puedo sentir, Jennie.» Aquellas palabras se las había dicho llenas de dolor, su condición no le permitía demostrar a las demás personas lo que realmente sentía, su mirada la mayor parte del tiempo se encontraba pérdida entre algún lugar u o...