Australia.Jamás había viajado a ese lugar, tenía que admitir que era hermoso todo, agradecía que la boda fuese en ese lugar y agradecía más que Jennie haya preferido rentar una casa cerca de la playa donde se llevaría todo a cabo. Todas habían dicho que no era necesario pero Jennie respondió con un “Soy una perra rica” después nadie se opuso.
Por otro lado, tenía un poco de temor por todas las preguntas que Jennie le hacía si desaparecía más de un minuto, sabía que no podía estar interrumpiendo las dudas de la castaña con besos y caricias, lo amaba sí, pero no era correcto.
–¿En qué piensas?– pregunto Jennie sentándose en su regazo. –La vista es muy linda.– aseguró la castaña mirando por la ventana de la habitación que habían elegido como suya en aquella casa.
Mientras Jennie observaba aquel paisaje Lisa la observaba a ella con la misma adoración. Si se lo preguntaban, Jennie era mucho más hermosa que aquella vista al mar, Jennie era mil veces más hermosa que cualquier vista, cualquier atardecer y cualquier estrella se quedaban cortos ante aquellos ojos felinos y labios perfectos que Jennie tenía, la amaba tanto.
–¿Qué sucede Lili?– pregunto la mayor observando las lágrimas en las mejillas de la tailandesa. –¿Estás bien?– pregunto de nuevo y Lisa asintió mientras sonreía.
–Estoy feliz de estar aquí, solo es eso.– aseguró la más alta mientras mantenía su sonrisa y la vista en la castaña sentada en sus piernas. –Te amo Jennie.
Podía decir aquello todo el día sin cansarse, incluso Jennie le había dicho que aquello sonaba distinto dependiendo el estado del humor en que la menor estuviese porque sí, aún molesta Lisa le decía cuanto la amaba. Sabía que eran sólo unos días desde que había vuelto a estar con ella y que probablemente necesitaban más tiempo para saber sobre ello, pero Jennie lo sentía, había aprendido a diferenciar todo en Lisa durante aquellas horas de almuerzo, sabía que el entrecejo de Lisa se fruncía cuando no entendía algo o simplemente cuando algo no le gustaba hacia aquello más una pequeña mueca, su labio inferior sobresalía cuando algo le causaba pena justo como cuando lloraba, su sonrisa podía hacerla sonreír automáticamente pero cuando era una sonrisa pequeña solo la hacia dudar si en verdad le agradaba lo que estuviese sucediendo y ni hablar de sus ojos, aquellos eran tan infinitos y preciosos como cualquier galaxia de las que la menor le hablaba.
–Te amo también.– aseguró Jennie después de unos minutos observándola. –Aún no puedo creer que sea real.– comento antes de reír bajo. –Estoy emocionada por Jisoo y Rosé.– aseguró la morena abrazándose a los hombros de la menor.
–También lo estoy.– murmuró Lisa acariciando la cintura de la surcoreana. –Luces hermosa hoy.– comento acercando a la castaña para depositar un beso en su mejilla.
–Gracias.– susurro Jennie sonrojada. –Lisa, Dahyun está por llegar y acordamos con Rosé ir por... Ir a por ella, no deberíamos tardar.– aseguró la mayor un tanto nerviosa ante las caricias de Lisa subiendo por sus muslos.
–Será rápido, lo prometo.– murmuró la menor buscando los labios de su novia. –Espera, la puerta no tiene seguro.–comento Lisa antes de ver como la surcoreana se levantaba de su regazo para correr hacia la puerta.
Cuando Jennie volvió a ella se sentó a horcajadas sobre su regazo haciendo que aquel bonito vestido se le elevase por los muslos dándole una mejor vista aún. Las manos curiosas de la tailandesa se fueron directo a la parte descubierta de las piernas de la castaña mientras sus labios jugaban con los de la mayor. Le gustaban ese tipo de besos, Jennie parecía temblar cada vez que su lengua le rosaba los labios o intentaba acariciar la suya.
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ASPERGER → Jenlisa.
Novela Juvenil«También puedo sentir, Jennie.» Aquellas palabras se las había dicho llenas de dolor, su condición no le permitía demostrar a las demás personas lo que realmente sentía, su mirada la mayor parte del tiempo se encontraba pérdida entre algún lugar u o...