Capítulo 3

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María Raquel

Me incorporo de la posición en la que estaba y busco con la mirada a quien ha dicho ese ¿estás bien?,  lo extraño es que me resulta familiar, es como si hubiese escuchado aquella voz antes, pero lo mas irónico es que me gusta...

Observo alrededor, adelante, izquierda, derecha y ¿atrás?...volteo a ver atrás, y me sorprende encontrarlo allí, me mira y luego evade mis ojos...regreso a mirar hacia adelante y  una duda invade mi mente...

¿Rodrigo fue el que me dijo estás bien?

Mientras más lo pienso, más creo en ello, pero si es así  ¿porque no lo dijo acercándose a mi?...¿o será que el no fue?...

Sacudo mi cabeza quitando esas ideas tontas y prefiero quedarme con la duda, entrelazo los dedos, me los llevo a la altura de la boca y pienso en Rodrigo...

¿cómo pude enamorarme de el?, si todos dicen que le gusta mi amiga Liz, lo peor es que creo que es cierto, si es así, no puedo cambiarlo, a pesar de que lo ame demasiado, no puedo obligar a que sienta lo mismo cuando no quiere...

He pensado estos últimos días en el y llegue a la conclusión que lo necesito, que lo quiero, que lo amo...y es que el amor que le tengo solo se puede definir en una sola palabra, mirada,  ¿y por que? porque eso fue lo que me enamoró, la mirada de Rodrigo es sencillamente preciosa, al verlo fijamente puede transmitir tantas emociones juntas, que es impresionante, a través de sus ojos, he podido ver dolor, tristeza, alegría, esperanza y soledad..., por eso no me queda duda de que los ojos de Rodrigo me enseñaron a amar...

Suspiro levemente, tamborileo los dedos en la carpeta y con disimulo lo veo, se acomoda los lentes y se coloca el cabello para atrás, revisa su cuaderno, agarra un lapicero y escribe algo...

Desvío la mirada, no hay duda...

SIEMPRE SERA ASÍ...

-Te quiero- susurro por lo bajo -Tal vez no te lo merezcas, pero...te quiero...

Mi destino en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora