Mi destino en tus ojos

Capítulo 4

Adrián

Bajo por las escaleras que me conducen al primer piso de mi colegio, una chica más o menos de mi edad, pasa por mi costado, la veo, no puedo negar que es bonita, pero aún así, no me interesa lo suficiente...la verdad es que no se parece a Margot...

Estos últimos meses he estado enamorado de ella, primero comenzamos como amigos, me gané su simpatía y confianza, pero ahora la quiero como algo más, no me conformo con su amistad, no sé como expresar lo que siento, no soy muy bueno en eso, tal vez mis compañeros me podrían ayudar, aunque no estoy muy seguro, ya que todo el salón sabe que a Henry también le gusta Margot, el no la quiere de verdad, solo dice eso...para olvidar a Karen.

Aparte de Margot hay alguien que esta empezando a llamar mi atención, es María Raquel, ella es mi amiga, mejor dicho, mi mejor amiga, es tan inteligente, buena, solidaria y con muchos valores.

Me gusta.

Me gusta su forma de ser, pero no estoy enamorado de ella, sino de Margot. Eso es definitivo.

Camino por el primer piso, sin llegar a un destino fijo, estoy aburrido, así que opto por regresar a mi salón. Asciendo por los peldaños, me encuentro en el camino con algunas caras conocidas, los saludo y sin preámbulo continuo.

Entro al salón, veo a Rodrigo, me observa y me hace una seña para que venga de inmediato, hago caso a su llamado, sin antes mirar a María Raquel, que esta agachada...¿tanto le afectó ese papelote?

Me siento al costado de mi amigo y el me dice                                      

-Mira- señala a María Raquel -creo que esta llorando                              

-¿llorando?-dudo

-si, háblale- susurra

-¿yo?

-si, tú, dile algo

-¿y por qué tu no?- inquiero

-porque yo no me hablo con ella, en cambio tu si, es tu amiga...

-ya...- digo convencido

Pienso una manera en la cuál iniciar una conversación con María Raquel, pero no sé como, miro alrededor, veo una zampoña de la clase de arte que esta rota.

Es la única opción, aunque sea un tema tonto...

- María Raquel- digo

Se incorpora, se voltea, me mira a mí y a Rodrigo con desconfianza y dice ¿que?. La observo fijamente y susurro tratando de no sonar estúpido

- la zampoña esta rota- señalo

Veo su expresión y me arrepiento de haber dicho eso al instante, suspira fastidiada y dice en un tono agresivo

-¿que quieres que haga?

Vuelve a su posición de antes, miro a Rodrigo diciéndole que fue una mala idea y el asiente pensando lo mismo...