Mi destino en tus ojos

Capítulo 45

Rodrigo

Camino de un lado a otro en el salón, me encuentro solo, siempre estoy solo y esta no es la excepción...Pateo la silla que esta delante mio haciendo que se estrelle contra el suelo de forma violenta....cuando la puerta se abre, Maria Raquel entra acompañada de Lisset y Flavia, las tres llevan en sus manos el material del trabajo, la amiga de Adrian coloca encima de la carpeta hojas de distintos colores, me mira confundida, ve mi actitud y desvía la mirada hacia el suelo en donde se encuentra la silla caída, ata cabos, comprende al instante lo que paso..., levanta la silla, la deja a un lado y exclama

-tenemos que escoger los mejores trabajos del material del trabajo que la profesora nos entrego ayer..

La miro fijamente y examino con detalle que gesto hace al hablar, como mueve sus labios al compás del viento y como sonríe casi imperceptiblemente...

Se da cuenta que la estoy observando y añade

-¡tu que me miras!

Sonrío levemente y digo

-no te estoy mirando

Suspira un poco fastidiada, coge una pila de hojas amontonadas y me las da diciendo

-ordena todo esto

-¿yo?- me quejo

-si, tu- recalca-y apúrate 

-si, señora- pronuncio haciendo el ademan de un comandante aceptando el encargo de su capitana...

Comienza a reírse y susurra

-no pierdas tiempo, ordena de una vez...

Amplio mi sonrisa y me dirijo a un sitio apartado, empiezo a ordenar las hojas sin distraerme y procurando no cometer errores de clasificación, cuando ella viene, se sienta al frente mio y pregunta

-¿terminaste?

-falta poco- contesto

-ah- sonríe -pues apúrate

-no me gusta que me apuren- le informo ya que cuando lo hacen me exaspero- ademas ya termine..

-al fin- exclama con sarcasmo 

-¿y ahora que hago?

-escoge los diez mejores trabajos de todo esto- señala a las hojas apiladas perfectamente según su día de entrega

-no voy a poder solo- miento

-es fácil- asegura

-para mi no...¿me ayudas?...- lo que en realidad quiero es que se quede conmigo

Piensa en su respuesta unos segundos y accede diciendo

-esta bien...

Maria Raquel y yo escogemos los mejores trabajos según nuestro criterio, cuando veo que ella observa insistentemente una de las hojas, sonríe levemente y comenta mirándome

-esta hermoso este trabajo ¿no?

Me extiende la hoja, la cojo, la examino con cierta minuciosidad y digo

-si, esta bonito...¿de quien es?

-no se...- responde -seguramente debe de decir el nombre al reverso

Volteo la hoja, leo el nombre de la persona quien diseño esta asignación y chasqueo la boca fastidiado, tiro la hoja al suelo..., Maria Raquel se sorprende de mi actitud reciente y recoge la hoja del piso, la coloca a un lado y susurro

-ese trabajo es una porquería...

-¿por que?- inquiere

-la letra no es entendible y la adornacion es pésima

-¿enserio?- dice con ironía

-si- asiento

-¿y desde cuando tu eres experto en criticar los tipos de adornaciones?

-es mi opinión- recalco

-pues tu opinión no es muy objetiva que digamos

-¿a que te refieres?

Coge la hoja, señala con su dedo indice una de las esquinas del reverso y dice

-¿te parece una porquería este trabajo porque es de Liz?

La miro ante su deducción y susurra por lo bajo con cierto pesar

-Liz..., la chica que quieres, pero que nunca te correspondió...