Capítulo 51

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Maria Raquel

Termino de hacer mi parte del mural con mucho esfuerzo y espero a que los jurados vengan para que califiquen la adornacion y la temática del día del logro de mi salón...

Veo que Adrian coge todas las trizas de la asignación rota de Liz- la cual yo rompí-y se dispone a colocarlas en el bolsillo de la casaca de mi gran amor, sin que este se de cuenta, lo logra con facilidad y mira hacia otro lado tratando de pasar desapercibido...

Luego de unos minutos se va y susurro

-Rodrigo...

-mmh- voltea a mirarme

-mira- señalo a su bolsillo

Me ve confundido y dirige su mano hacia el interior de su bolsillo derecho, saca con sumo cuidado todas las trizas, las retiene en su mano, las presiona con los dedos y sonríe sarcásticamente con un toque fingido

-¿quien puso esto en mi bolsillo?- pregunta medio riéndose

-Adrian- respondo

-Adrian...-repite e intensifica su falsa sonrisa - debí suponerlo

Mira con detenimiento aquellos pedazos de hoja como si fuese el tesoro mas preciado que tiene y la sonrisa que llevaba antes se desdibuja por completo, dando paso a una lagrima que desciende por su mejilla evidenciando el dolor que siente en este momento...

¿que le pasa?

Cierra los ojos y aprieta los parpados para evitar llorar, cuando de pronto los abre y me mira como si nada hubiese pasado

-¿sabes a que hora van a venir los jurados?- musita

-dame- digo e ignoro lo que acaba de decir

-¿que?- dice el chico de la mirada mas preciosa extrañado

-dame lo que tienes en la mano derecha- le ordeno

No voy a permitir que se haga daño y menos por esa...

Mueve negativamente la cabeza y responde

-no

¡¿que?!

-no te lo voy a dar- añade -quiero quedármelo

Piensa unos segundos, ordena sus ideas y revela

-en realidad...necesito quedármelo

¿necesita quedárselo? ¿es enserio? ¿que pretende? ¿llevarse a su casa las trizas del trabajo roto de Liz para reconstruirlo y recordar todos los días que ella no lo quiere?

-dámelo- exijo

Es por su bien..

-por favor, me lo voy a quedar- suplica con desesperación

Lo miro fijamente a los ojos...¿por que se comporta así? ¿por que insiste en seguir aferrándose a alguien que nunca lo va a querer? ¿por que no es capaz de darse cuenta que lo amo y que me duele en el alma que haya derramado una lagrima por Liz?

-dámelo Rodrigo- murmuro con aplomo

Sus ojos me observan suplicando piedad y me veo obligada a desviar la mirada para evitar que me convenza...

-dámelo- repito por ultima vez y extiendo mi mano

-pero..- susurra

Establezco otra vez contacto visual con el y logro distinguir que me ve con vulnerabilidad y que bajo sus hermosos ojos aparece una tenue capa de lagrimas

Mierda...

-esta bien- decae en su decisión con nostalgia -toma...

Coloca en mi mano todas las trizas de aquel trabajo roto y suspira luchando contra lo que realmente quiere..

Examina la expresión de mis ojos y pronuncia con sarcasmo

-ya estarás contenta ¿no?...

Mi destino en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora