Capítulo 103

22 4 2
                                    

Liz

María Raquel me toma del brazo y me conduce a bajar por las escaleras...

Desciendo por los peldaños tratando de seguirle el ritmo, pero no puedo evitar tropezarme a cada cinco pasos que doy...

¿por qué de repente se puso tan nerviosa?

Para al fin, e inhala y exhala agitadamente, y sé que es más por el motivo que provocó su inquietud, que por la carrera física que acabamos de hacer...

Me suelta el brazo y mira hacia el lugar en donde nos encontrábamos antes, busca con sus ojos posiblemente a alguien, hasta que comprueba que está segura en el ambiente nuevo en el que se encuentra, y suspira aliviada...

Estamos ahora en un rincón del patio...

-¿que pasó?- es lo único cuán consigo decir

-nada- finge una sonrisa y juega con sus uñas a modo de tic

La conozco lo suficiente como para saber que esa es una señal que evidencia su nerviosismo

-no mientas- le exijo en voz alta -dime la verdad

-tu no eres nadie para hablarme así- me calla

-solo quiero saber si te pasa algo, tal vez podría ayudarte a solucionarlo- hablo ahora en tono suave

Sé que tiene un problema, se nota en las facciones de su rostro

-¿tu quieres ayudarme?- se ríe -¿y según tu como me vas a ayudar?

-pues primero...cuéntame que te paso- explico -solo alcancé a ver que que Rodrigo venía hacia nosotras...y que luego te pusiste nerviosa

Chasquea la boca y mira al vacío, por primera vez la he dejado sin respuesta

-¿por qué te escondes de ya sabes quién?- evito pronunciar aquel nombre, porque sé que la incomoda

-sucede que hice algo- divaga -y el me va a preguntar sobre eso

No puedo creer que haya accedido a contarme lo que la aquejaba...

-¿pero que hiciste?- inquiero

-no te lo puedo decir- murmura

No quiero presionarla, así que lo dejo estar....

-bueno...¿pero lo que hiciste es algo malo?

-no precisamente- reflexiona -solo que el me va a preguntar por qué lo hice

-pues dile porque lo hiciste- afirmo lo obvio

-no...- susurra

Y sus ojos relucen la incertidumbre que siente...

Arqueo las cejas y musito

-pero si lo que hiciste no fue nada malo, entonces...¿por qué no le puedes decir el motivo por el cual realizaste aquella acción?

Me observa y asiente

-lo que pasa es que lo que hice tampoco es bueno- comenta

-¿es muy grave lo que has hecho?- dudo

-no lo sé- hace una pausa -pero requiere una buena y razonable explicación

Me muerdo el labio inferior y pienso

¿que ha hecho María Raquel?...pero sobre todo...¿por qué tiene que dar una argumento excepcional?

Veo que mi antes mejor amiga se cruza de brazos y mira al suelo, vislumbro su preocupación y digo

-te voy a apoyar, no importa si es que lo que hiciste fue bueno o malo.....vas a hablar con el y yo voy a estar ahí, a tu costado...infundiéndote seguridad...

-claro que no- se niega -no voy a hablar con el, y menos si tu estás ahí...

-¿por qué?

-¿como que por qué?- alza la mirada -si tu me acompañas todo será aún más difícil, ya que el- se interrumpe sola

-¿el?- la invito a continuar

-ya que el está enamorado de ti

Y al acabar de pronunciar eso, debajo de sus ojos se forma una ligera capa de lágrimas....

Mi destino en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora