Capítulo 115

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María Raquel

Llego a mi casa...

Veo a mis padres con mis hermanos. Los cuatro se divierten como los integrantes de una familia feliz sin problemas aparentes, y eso me alegra. Subo directo a mi dormitorio para evitar arruinar con mis lágrimas aquella hermosa escena familiar.

Me encierro en mi cuarto, aseguro la puerta con el pestillo. Y es que quiero estar sola...

Coloco mi mochila encima de la cama y me dispongo a sentarme en la silla que se encuentra junto a mi escritorio...

Ya no puedo más...

Comienzo a derramar lágrimas sin hacer nada para frenarlo...

A él ni siquiera le importo...

La carta que le escribí no sirvió de nada...

No me preguntó si mis sentimientos eran verdaderos. Ignoro por completo aquel tema. Pero era de esperarse...

¿que creía? 

¿que iba a venir a decirme que siente lo mismo?

¿que iba a abrazarme y a susurrarme en el oído lo mucho que me ama?

¿que iba a dejar de querer a Liz?

Que estúpida he sido...

Toda la culpa la tengo yo...

Tengo la culpa por haber sido tan ingenua al creer que debido a aquella esquela el me iba a comenzar a amar...

Me enjugo las lágrimas y trato de olvidar lo que me aqueja.

Mi celular comienza a sonar. Saco mi móvil del bolsillo derecho de mi casaca y compruebo que aquel ruido se debe a que alguien me está llamando...

Es Naomi...

Le contesto.

-aló- susurro

-te he mandado un montón de mensajes- me reprocha de entrada -y no me has respondido

Resoplo y balbuceo

-pues...no he tenido tiempo...de verlos...

-ah, bueno...da igual- hace una pausa y añade -¿y cómo te fue con Rodrigo?

Al escuchar ese nombre vuelvo a sollozar y esta vez de manera desconsolada

-eh....nada....hablamos algunas cosas y ya- inspiro hondo para modular mi voz

Y es que así tal vez puedo llegar a calmarme

-ah...lo quieres mucho ¿cierto?

-si...pero el no- entonces se me quiebra la voz

De nada sirvió tratar de ocultar lo que me pasa, puesto que el tono de mi voz me ha delatado

-¿estás bien?- me pregunta al detectar el tono con el cuál le he hablado

-si, no te preocupes...no pasa nada...

-¿segura?- inquiere

A veces es bueno contarle a alguien que te pasa, ya que debido a eso te desahogas...

-es que a el...le dio igual lo que yo siento

-no entiendo- dice

-no me pregunto nada acerca de la carta que yo le escribí- le explico -al menos pudo haberme dicho algo, por más mínimo que fuese...

Mi llanto aumenta...

-eh...María Raquel- se pone nerviosa -de eso se trataba los mensajes que te mandé, quería contarte un pequeño detalle que se te escapó de ese tema...

Enarco una ceja

-¿y sobre que eran los mensajes?

-es un poquito largo de contar...

-te escucho...

-esta bien

Empieza a relatarme lo que pasa y mi sollozo desaparece por completo así tal cuál como apareció y ahora lo sustituye una risa descontrolada...

Y es que todo fue sin razón...

Termino la llamada con Naomi, dejo mi celular en mi escritorio y me echo en mi cama boca arriba...

La felicidad abruma mi mente en este instante y dudo que eso cambiará...

Puesto que la felicidad es así....

Llega...pero después de tiempo se va...

Mi destino en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora