Capítulo 111

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Rodrigo

¿dónde estás?

¿en dónde te has metido?

Observo alrededor esperando encontrarla, más no lo logro...

Sé que este es el camino que toma para regresar a su casa, pero aún así no he tenido la suerte suficiente como para hallarla.

-María Raquel ¿en dónde estás?- murmuro por lo bajo

Continúo andando...

Necesito encontrarla...

¡debo de advertirle!...bueno...advertirle, no...sino más bien contarle...

Adrián se le va a declarar y estoy seguro que ella no se lo espera. Mi amigo la va a tomar por sorpresa con un asunto muy serio, a lo cuál ella tendrá que decidir una solución acertada.

Creo que no debería inmiscuirme en este tema, pero...no puedo evitarlo...

Es irónico que esté a punto de suceder lo mismo que aquel día, aquel día en que yo intenté declararme a Liz...

Aún recuerdo como Margot intervino, pues ahora yo haré lo mismo ¿no?...

Voy a intervenir en aquella declaración o puede que la encuentre antes y así Adrián ni siquiera tenga la oportunidad de decirle ni una sola mísera palabra...

María Raquel no va a aceptar a mi amigo, lo sé...

Se comporta con el, igual a como Liz se comporta conmigo. La única diferencia es que Adrián y ella son amigos.

Liz y yo...¿amigos?

¡ja!...nunca...al año apenas hablamos una sola vez, así que con ese dato es más que suficiente como para hacerse una idea de como es la relación que Liz y yo tenemos...

Veo con más insistencia a todos lados y por más esfuerzo que coloco en conseguir lo que me he propuesto, es en vano...

María Raquel...María Raquel...María Raquel...¿en dónde estás?

Tú no puedes aceptar a Adrián...

No puedes...

No puedes porque tú me...

De pronto mis pensamientos se ven interrumpidos al darme cuenta que ella está a unos metros de mí, se encuentra conversando con Naomi...

¡al fin la encontré!

-¡María Raquel!- grito para que se percate de mi presencia

Ella busca con la mirada a quién le ha hablado y al encontrarse con mis ojos se sorprende al instante.

Camino más rápido para aproximarme a ella, cuando noto claramente que su rostro vislumbra algo parecido a la nostalgia a medida que la distancia entre los dos, es cada vez más minúscula.

Mi destino en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora