Genoa

Oscuridad

La noche ya cayó, creo que camine casi todo el día, este lugar es algo confuso, pero gracias a que memoricé él mapa geográfico del lugar es fácil seguir un camino seguro. Las estrellas estaban más brillantes que nunca la luz del cielo sin contaminación ni edificios ni nada, es algo que en mi mundo no se puede contemplar.  Se siente bien, no había podido darme cuenta de lo lindas que se ven... creo que por tratar de poner atención en todo olvide poner atención a lo más básico. El sonido de unas risas y pisoteadas suenan a unos metros de mi, no se por qué pero mi instinto me hace querer esconderme, por qué? No lo sé pregúntenle a él. Me acuesto en un árbol que estaba caído para que no me vean.
-Ya en serio chicos, miraron a esa chica.
-Cual la que se fue sola?
-Si esa misma
-Yo creo que es linda.
-Será mejor que no opinen, recuerden que es la protegida de ese tipo raro.
-Te refieres a mi príncipe? No entiendo como le toco a alguien tan teta como ella.
Levantó la cabeza lo más mínimo que puedo para alcanzar a ver a los chicos que están hablando, al parecer son 3 chicos y dos chicas, quise verlos más pero me escondí al sentir que iban a voltear, maldición mi corazón esta a mil por hora.
-Iré al baño vengo en seguida.
-Solo no riegues demasiado las plantas.
-Cierren la boca puercos.
-Yo digo que esa chica tiene algo.
- ¿Que quieres decir?...
Una mano me jala para atrás intente luchar pero el fue más fuerte así que me sometió abajo de él.
-Es grosero escuchar las conversaciones ajenas.
-Lo siento, yo...
-Shhh tranquila...
Saco algo destellante de su bolsillo lo que al parecer es una navaja, la empieza a tallar contra mi piel, primero por mi mejilla y luego pasa hasta llegar al cuello.
-Te comieron la lengua los ratones.
Mi cuerpo estaba temblando, hace mucho tiempo que no tenía tanto miedo, no, nunca había experimentado este tipo de miedo.
- Sabes que sería divertido, qué tal si dejamos unas marcas, dicen que las cicatrices devalúan el valor de una mujer.
-Por favor basta...
-Sabes suplicar he.
Me toma ente sus brazos cargándome como un costal de papas. Con el cambio de aire mi mente se reinicia y pienso mejor. Comienzo a patalear y gritar pidiendo ayuda pero nadie me hace caso.
-Que es lo que encontraste.
Me aventó al suelo como si fuera quien.
-La encontré cercas, por lo que veo esta debe ser la chica que andaba sola, Caterin...
-No es bueno andar escuchando conversaciones ajenas, querida.
-Que haremos?
-No es obvio, átenla a un árbol y hay que dejarla aquí, le daremos una lección por querer pasarse de lista.
-Pero si se desata...
-para entonces o habrá perdido la competencia y quedará como una perra resentida o se la comerán los zorros lo primero que pase.
Miro una abertura en sus posiciones y salgo corriendo... es inútil, el chico de antes me tomo del pelo y me dio un golpe que me tumbo y me desconcertó. Entro todos me tomaron y me ataron a un árbol.
-Veamos que tiene aquí.
Tomaron mi mochila y sacaron todo, dejando caer mis cosas al suelo.
-Una piedra Cox, esto es increíble ni en toda mi vida me hubiera alcanzado para tan si quiera ver una de cercas.
-Debe ser de su asesor, de seguro se la robo, dudo que le dieran algo que vale más que ella, hay que llevárnosla y regresarla a su dueño...
-NO LO HAGAN, suéltenme ya maldita sea, dejen todo ya...
-Así que ladras... Oh Qué bonito listón.
Me toma el listón y me jala el pelo con él dando un gran tirón.
-Ahora los dos son míos.
-No por favor, te daré lo que quieras pero no te la lleves, por favor no lo hagas...
Me hicieron caso omiso a mis súplicas y se borraron en la oscuridad.

Han pasado 4 horas desde que estoy aquí e intentado de todo pero no logro desatarme, ya el Alva está casi a su máximo resplandor y yo sigo aquí he perdido demasiado tiempo... Que es eso.... varias siluetas empiezan a aparecer parecen perritos, espero que sean eso... las siluetas se hicieron grandes, con colmillos afilados y feroces. Me empiezo a Llenar de desesperación y empiezo a patalear, gritar y llorar. Los zorros se balancean sobre mi... esto es el fin...
El ruido de un corte fino se escucha junto con el llanto de los zorros.. abro los ojos y puedo ver una silueta grande con cabello negro.
-CÉSAR
-No necesitas decirlo, sé que me extrañaste.
Con eso último balanceó su espada y dio un gran corte a los perros y estos se fueron corriendo, como diría un profesional, fue un golpe limpio. No puedo evitar llorar con mucha más fuerza que antes, él se queda pálido y bacilo un momento para luego desatarme. En cuento lo hace yo le voy un abrazo lo que hace que nos sentemos de golpe.
-No tienes que...
-Tuve mucho miedo... no quiero morir.
Más lágrimas salieron de mis ojos. Él correspondió mi abrazo vacilante,
-Nunca lo harás...
duramos así un buen rato, como 10 minutos más precisos. Luego reaccione y lo empuje para atrás.
-Sabes fuiste tú quien me robo ese abrazo y ahora me tratas con asco, mujeres nunca las entenderé.
-Imbecil, qué haces aquí si se dan cuenta me descalificaran.
-De nada, por si no te has dado cuenta casi mueres... Por cierto, que te pasó en la cara.
-Yo lo siento, te debo literalmente la vida.
-No me debes nada y no has respondido, ¿Quien te hizo eso.
-Esto... solo Ignóralo no es importante. Como sabias donde estaba exactamente.
-Me creerías si te digo que por instinto?
-César.
-Tal vez conecte la Cox con tu esencia, y cuando estás dos se separaron supe que algo andaba mal y vine a ver que pasaba.
-Pudiste habérmelo dicho.
-El encanto no sería el mismo.
Llevaba un traje muy elegante más de lo que regularmente lo miraba.
-Parece que estabas en algo importante.
-Bueno supongo que si. Pero ahora es hora de levantarse, la carrera está apunto de terminar y ya solo quedan unos lugares.
-pero aun quedan dos días.
-Para los perdedores quedan dos días.
-Y tú, ¿Como lo sabes?
-Digamos que es un secreto, ahora dame tu dedo meñique.
Le doy mi dedo y el conecta el suyo con el mío. Cierra los ojos y empiezo a sentir como si algo entrara dentro de mi, como las sombras que tenían los árboles se juntaban y nos llevaba a otro lugar. De pronto estoy en lo que parece ser la recta final.
-A unos metros está la victoria, ya han pasado 9 así que apresúrate y no digas nada sobre qué me viste...
solo me da un ligero empujón y empiezo a correr. Puedo ver una multitud de gente enfrente y como alguien que pareciera ser un locutor repite mi nombre indicando que soy la diesava competidora y última en sacar un lugar. Parece que ya estamos completos.