¿Acaso nunca va a morir? El zorro se levanta y empiezan a salir tres cabezas más. Es tan asqueroso que casi vomito. Las chicas intentan levantarse pero se derrumban fácilmente. El animal empieza ver todo hasta parar en mi con unos ojos rojos empieza a correr hasta donde estoy. Que debo hacer ¿Voy a morir? Intento levantarme pero no puedo por mi pierna atorada. Tomo una piedra y la lanzó. ¿En serio es todo lo que puedo hacer? Estando a centímetros de mi un rayo cae encima del demonio. Tambaleando para un lado y callándose. Arturo está aquí junto a muchos más caballeros. Toma la espada que Damián había dejado en el piso y la carga con la fuerza de una rayo para después darle un pequeño empujón y mandarla a volar con la fuerza de mil demonios. Esta atraviesa donde debería estar el corazón del demonio dejando un hoyo en el. ¿Como un ataque tan simple puede hacerle tanto daño?. Los caballeros empiezan a tomar a las princesas y llevárselas del lugar mientras que otros rodean a la bestia y empiezan a susurrar algo con las manos extendidas. El rey se acerca mi lentamente hasta quedar cercas.
-Por favor ayuda a Sir Damián.
-Por que debería. Fallo en su labor de protegerte. No es digno de si quiera tomarme el tiempo de que pronuncie su nombre.
-¡Te lo ruego! No quiero que él muera. El... solo no quiero que muera...
las lagrimas empezaron a salir. En serio en todo lo que puedo hacer. Mientras todos arriesgan sus vidas yo solo puedo hacer eso. Llorar y esperar que otros me salven, es todo lo que puedo hacer. Por qué no soy fuerte por que... Unas manos empezaron a quitar el escombro de mi pierna para después poner su mano en la frente de Damián. Un resplandor dorado empieza salir de su mano pero solo es visible por unos pocos segundos. Se levanta y se voltea.
-Con eso estará bien.
Entonces empieza a caminar para irse. Unos caballeros empiezan a cargar a Damián y me ayudan a levantarme.Estoy esperando afuera del cuarto de Sir Damián en la ala de los cuartos de los caballeros. El Doctor sale diciendo que estará bien solo necesita reposo también me dice que ya está despierto y puedo pasar a verlo. Entro después de agradecerle al doctor por su ardua trabajo y rechazar su oferta para que le examine. Miro a Damián con su cabello rojo opaco por la tierra y su cara llena de rasguños.
Me acerco hasta ponerme de rodillas alado de su cama. Pongo mi cabeza entre mis brazos arriba de su cama. Maldición por qué no lo pude proteger. Si tan solo hubiera sido más fuerte no habría pasado esto.
-Lo siento.
-¡Que! ¿Por que te disculpas? soy yo la que no pudo hacer nada.
Levanto mi cabeza abruptamente al escuchar su disculpa estupida y sin sentido.
-Princesa que dice. Si me dice que usted debió hacer algo entonces me está diciendo que soy tan inútil que usted misma debe protegerse.
-Yo no quise decir eso.
-Lo se, y le pido que no diga esas cosas. Yo soy su caballero y si tengo que dar mi vida por usted entonces lo haré.
-¿Por que harías tal cosa?
-¿Cree en los juramentos?
-¿De que habla?
-Hace mucho tiempo cuando era aún más joven jure mi lealtad a una mujer... aunque ella murió por un ataque de demonio a los pocos días. Creí que no encontraría alguien más al cual jurarle mi lealtad y darlo todo por ella. Hasta que el rey la trajo aquí. El rey me dijo que cuidara de usted. Estaba muy molesto por que creí que había bajado de puesto al dejar de cuidar al primer ministro, pero los primeros días que estuve tras las sombras cuidando de usted no pude evitar pensar en seguirla, que quería estar cercas para ver sus pasos. Las veces que caía llorando a su cama, cuando gritaba por frustración y las bromas que le jugaba a la jefa de doncellas. Hasta el día en que usted llegó mis días eran oscuros, aburridos y tediosos, pensé que mi poder solo era para matar a las personas... pero usted me miro con una mirada de indiferencia y me trato más que como un subordinado como un amigo es por eso que...-Damián se empieza parar y se arrodilla delante de mi tomando mis manos y agachando la cabeza.-Juro que mi espada la protegerá solo a usted y que su voz guiara mis pasos, que el fuego que arde en mi será suyo si así lo desea.
-Acepto su juramente pero tiene que saber que si decide seguirme no tengo nada que ofrecerle en estos momentos, ni gloria ni prestigio ni nada.
-Lo se. Pero aún así algo dentro de mi me dice que la siga.
-Entonces lo dejare para que descanse. No puedo dejar que mi caballero tenga pinta de medio muerto.
-Esta bien.Quiero ser fuerte pero para eso necesito entrenar más. No quiero ser la protegida. Empiezo a dar vueltas por toda mi cama pero no encuentro la respuesta. Qué diablos debo hacer. Suspiro y me aviento a mi cama. El sonido de alguien tocando resuena en el cuarto mientras que yo solo digo pasen aun con la cara contra la cama.
-Esos son los modales de una princesa.-Su voz me espanta así que me levanto muy rápido. Un dolor empieza a punzar levemente atrás de mi cuello. Eso de levantarme repentinamente me está haciendo daño. Inconscientemente toco la parte trasera de donde viene el dolor.
-Que es lo que hace aquí el rey pervertido.
-¿Rey pervertido? Haré como si no hubiera escuchado eso... por qué no has dejado que ningún médico te revise.
-Estoy bien.
-También me dijo tu doncella que no has comido. ¿Acaso quieres morir?
-Té haría un favor si muriera.
-No... sería lo contrario.-Le mostré una cara confundida y el solo suspiro recorriendo su mano por el cabello rubio lacio que tiene. Me mira por unos segundo y luego se sienta alado de mi en la cama.-Déjame verte.
-No.
-Té compraré un dulce de vaca salado.
-¿En serio? Ejem, quiero decir, si no hay de otra supongo que está bien.
Me acerco a él y él pone la mano en mi frente. El dolor atrás de mi cuello desaparece además de mi cansancio y pesadez. Me mira y luego pasa su mano por mi mejilla. La Luz de la luna resalta su test tan blanca y cabello dorado como una estrella entre el cielo. Su cabello me hace recordar un par de ojos azul cielo dulces y corteses.
-Eres tan parecida a ella...
-¿A quien?
-...Mamá... El día que naciste le juré que te protegería pero no pude hacerlo. Cuando madre se fue, luego tú y finalmente padre. Jure que no dejaría que nadie me lastimara pero me di cuenta que el verdadero dolor viene de aquellas que se van y te abandonan. Por eso prometí que no dejaría que nadie me conmoviera. Hoy cuando pensé que te perdería por ese demonio, no pude pensar con claridad. No te dire esto nunca más así que presta atención te amo hermanita para mí tú eres la única dueña de mi corazón y no dejare que nadie te lastime.
Quede anonadada con aquellas palabras. Él nunca había sido así por primera vez puso su corazón en sus palabras. Siento que estoy frente a una estrella que está apunto a apagarse.
-Si quieres irte puedes hacerlo.
-¿Que?
-Dejare tu cuarto sin nadie y los demás guardias están arreglando el salón de entrenamiento. Hay un carruaje que te llevará hasta Genoa si así lo deseas. Pero necesito que me digas una palabra que no sea rey pervertido.
-No puedo hacerlo...
-Bien. Entonces me iré. Si no estás aceptaré la derrota y no te volveré a molestar.
Se levanta de la cama y camina para la puerta. Cierra la puerta tras de él. ¿Que debería de hacer?

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Genoa
De Todo¿Donde estoy? ¿Que es este lugar? Estaba relajada intentando dormir y de pronto estoy en un lugar que es igual pero a la vez no... de tener internet y poderme comunicar al instante ahora solo puedo mandar cartas si bien me va. Todo gracias a ese "De...