Desde que Damián supo que tengo poderes a sido muy duro, todos los días me hace levantarme a las 6 de la mañana y entrenar sin descansar hasta terminar muerta. Aunque tengo que confesar que mi uso de la espada a mejorado notablemente y aunque no es mejor profesor que Alexis no es malo y es bueno con la espada. Ya han pasado tres meses desde que mire al chico verde pasto y aún no e sabido nada de él. Tal vez solo iba de pasada y quería causar una buena impresión. Ahora mismo estoy yendo a la oficina de mi hermano, ¿Por que lo llamo así? Bueno desde hace tres meses se la a pasado conmigo todas las noches cree que no me doy cuenta que se acerca para mirar que este bien. Sigue siendo malo pero ya se como manejarlo aunque sigo sin decirle hermano creo que aún no es tiempo.
-Me llamabas Arturo.
-Rey* y si adelante.
Sus ojos están en papeles y garabatos parece algo estresado. Deja la tinta y la pluma ahí para mirarme directamente.
-Me dijo Damián de tu progreso y en favor a eso te tengo una misión.
-Dime...
-Nuestra familia tiene el don de predecir el futuro. El día que tome asiento en el trono mire a 6 personas con brillantes armaduras dirigiendo un escuadrón. Cada uno tenía un poder especial y combinados destruían pelotones enteros... ahora mismo encontré a tres pero me hace falta los otros tres para poder iniciar la guerra.
-¿Y son muy necesario esos tres?
-Serán la arma clave de la derrota de Genoa. En realidad estos caballeros ya han existido hace mucho solo ellos pueden hacerse frente a los 4 grandes generales de Genoa, si no temo que no podremos ganarles.
-Es por eso que has evitado hacer cosas estupidas.
-así es necesito a estas personas si quiero ganar y no empezare la guerra sin mi artillería completa.
-Y como no puedes mover a pelotones grandes una princesa que se va es más fácil.
-Diremos que eres Zenit. Alexandra se quedará aquí así confundiremos a los enemigos.
-Como Zenit está apartada de todo no será raro que salga a tomar aire.
-Así es...-Se levanta y toma una espada que estaba alado de él y me la da-Esa es la espada que mande hacer para ti.
Habría la espada y era de un color blanco brillante. Tan hermosa con una gema color amarilla en el mango y palabras raras escritas en ella.
-Significa princesa en idioma antiguo. Nadie sabe ya ese idioma así que no importará.
-Gracias... pero tengo curiosidad de quienes son las tres personas que encontraste.
-Una ya lo conoces es Damián el es el caballero del fuego, el de la tierra es un joven que encontré queriendo robarme así que está en el calabozo se llama Héctor y la tercera creo que la conoces muy bien.
Cierro los ojos y suspiro siento que no saldrá nada bien esto.
-Entiendo pero como es que tendré poder sobre ellos, al final Damián es un mayor rango que yo.
-Es por eso que a partir de hoy serás conocida como mi comandante elemental. Como primera tarea encuentra a los demás y tráelos aquí...
asiento como un caballero y me inclino como Damián suele hacerlo cuando mira a Arturo. Me doy la vuelta y me dirijo a la puerta.
-Cuídate hermano.
-Tú igual... no lo olvides que no puedes morir hasta que cumplas tu objetivo.
Asiento con la cabeza y salgo. El cargo de comandante... a partir de ahora tendré que andar con el nombre de otra persona. Creo que el cambio puede ser algo bueno.Me miro una última vez en el espejo. Creo que esta será la última vez que sea así. Dejare el nombre de Fernanda Alexandra de Loas pera tomar el de Zenit Elvira de Loas. Miro en mi cama un traje muy hermoso. Cuando termino de cambiarme me miro al espejo. El pantalón gris casi blanco pegado con botas negras altas de tacón hace juego con una blusa blanca de manga larga con botones dorados para crear una cintura un regazo rojo está ajustado en mi cintura y de él cuelga la espada que me dio Arturo. Miro mi cabello ahora está más largo de lo normal, casi me llega abajo del trasero aún estando sujeto a una cola alta. Tomo unas tijeras que están cercas y me dispongo a cortarlo.
-No lo hagas...
Volteo para ver quien entra en mi cuarto sin avisar. Era Zenit que llevaba un vestido negro como si estuviera de luto claro al estilo de Loas.
-Sabes hoy cambiamos de papeles. Tú serás Zenit y siento que serás una mejor persona que yo.
-No estoy tan segura de eso. Solo es por una misión.
-Eso dices... al menos confío en que si eres tú harás un buen papel con mi nombre. Aunque si pudiera escoger, me gustaría que dejaras tu cabello largo.
-¿Por que?
-Bueno consideró que el cabello largo aunque es difícil es significativo para una mujer, ahora que estarás en un mundo de hombres es importante no convertirse en uno si no seguir siendo una mujer. Al menos eso pienso.
-Lo tendré en consideración...-deja las tijeras y le doy una pasada con mis dedos al cabello que quería cortar. Supongo que si es lo que pide no puedo negarme
-Bueno ya que estás listas te está esperando Sir Woker abajo... tenga cuidado y regrese con bien princesa Zenit.
-Claro que si princesa Alexandra...Miro a Damián y me espera con mi capucha blanca y con cara de alivio. Me acerco a él y lo miro de cercas. Es tan solo unos centímetros más alto que yo gracias a las botas aunque sigo siendo pequeña, lleva un traje parecido al mío solo que con camisa roja y pantalón negro con una capucha negra.
-Estás listo para dejar todo esto... puedes quedarte si lo deseas.
-Jure como caballero dar mi vida por usted y eso haré. Quiero seguirla hasta el final aunque nos tardemos décadas en cumplir la misión.
Asiento ligeramente y comienzo a caminar. Afuera hay dos caballos uno color blanco y uno negro. Me monto en Habbi acariciando le el hocico.
-¿Donde están los calabozos?
-Están en la ciudad de Venus a dos días de aquí.
-Bien entonces ese será nuestro primer lugar a visitar...
doy un pequeño golpe y Habbi empieza a galopar mientras que Damián me sigue atrás de mi... que nos espera no lo sé. Pero jure no morir hasta conseguir mi venganza así que ¡Adelante monstruos acérquense! Estoy lista para acabar con todos...
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Genoa
De Todo¿Donde estoy? ¿Que es este lugar? Estaba relajada intentando dormir y de pronto estoy en un lugar que es igual pero a la vez no... de tener internet y poderme comunicar al instante ahora solo puedo mandar cartas si bien me va. Todo gracias a ese "De...