La orden

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Ya es por fin el día del famoso primer examen, este año la sede será aquí en Pristin, tal vez no he encontrado pistas aún de cómo volver pero ya estoy más familiarizada con el lugar. Apenas son las 9 y ya muchas personas de diferentes partes han llegado, parece que todo mundo busca dejar de ser un plebeyo para ser un noble de estatus bajo, yo preferiría la primera.
-Como te sientes
-Bueno Alex me siento bien, igual que las otras 10 veces que me has preguntado
En esta semana hemos pasado mucho tiempo juntos, no puedo decir que lo conozco pero al menos si somos más familiares. Desde que me miro y miro a toda la masa de gente a tenido esa cara de preocupación.
-Es solo que no quiero que te acobardes al final, hemos trabajado duro y estás en tu derecho pero... Sabes olvídalo iré a ver qué todo el papeleo esté en orden.

Ya pasó rato desde que Alexis se fue y como no soy de quedarme quieta mejor investigo un poco. Camino y miro por todos lados en busca de pistas o algo sumamente raro bueno ya estando aquí todo es raro pero espero encontrar algo que sobresalga. Un golpe me hace caer al suelo de un centón.
-Maldición niña estupida que no sabes por donde vas.
Una mujer con el cabello rojo caído un poco más alta que yo está enfrente de mi. Sus ojos verdes me miran con una mirada furiosa y no entiendo por qué, la que está en el piso soy yo. Me levanto y me sacudo lista para responder al insulto.
-En realidad no, por eso no presto atención pero ya que usted parece que si debió de haberme evitado.
-Que no sabes con quien hablas, ¿yo? ¿Evitarte? Se nota que los plebeyos de ahora son más estupidos cada generación.
-Disculpe por no saber quien es y para ver sincera no me interesa conocer a alguien tan  mimada como usted comprenderá.
-Yo soy Emily Flowes la hija menor de la casa de la duquesa Graciela Flowes.
Dice eso con una cara de superioridad, espera que me asuste con escuchar el nombre de su mami.
-Oh estaba apunto de preguntar.
-Insolente podría mandarte a matar en este mismo instante.
Me acerco un paso más para retarla.
-Quiero ver qué lo intentes...
-Por que no dejan esta estupidez ustedes dos.
-Alexis cariño dile a está don nadie que se disculpe mira como dejo mi vestido todo lleno de polvo y sucio por su torpeza.
- Lady Fer eso es cierto.
No puedo notar ninguna expresión en la cara de Alex y eso me asusta, las palabras no me salen y solo puedo asentir ligeramente. El solo suspira.
-Entonces discúlpate con lady Emily
-Que? Por supuesto que no.
-Valla valla así que la mascota sabe ladrar.
Por toda la conmoción no me había dado cuanta que el idiota #1 del reino estaba aquí también.
-Ya basta Cesar.
-Si tanto quieres que se disculpe entonces por qué no se lo ordenas y ya está.
Orden? No creo que Alexis haga eso, en todo caso el no es así, el no es como ellos dos...
-Señorita Montés discúlpese... es... una orden.
Me quede palmada, me ordeno que hiciera algo que claramente no quería, quería desbordarme pero no lo haría, debí saber que él era como esas víboras.
-Me disculpó... por haber conocido a una niña tan mimada y engreído como usted.
Me doy la vuelta y camino rápido en verdad estoy furiosa...

Ya estoy en el examen a decir verdad es más fácil de lo que pensé, las preguntas son todas abiertas y bueno tal vez ese mentiroso y estirado de Alexis tiene algo bueno después de todo, sabe enseñar....
las horas pasaron y fue momento de entregar el examen, fueron 4 horas de examen sin duda mi cerebro está muerto solo quiero ir a dormir un rato. Miro que en la salida está Alexis parece estar esperando a alguien, en fin no es mi problema. Pasó de largo pero él me toma del brazo y me regresa.
-¿Que? También me ordenarás hablarte o no espera quieres que ilustre tus zapatos.
-Ya basta, eso no hubiera pasado si te hubieras disculpado la primera vez.
-Claro disculparme para que la princesita esté bien mientras demuestra quien es superior.
-No estuvo bien y también le dije algunas cosas.
Maldición mi sangre estaba empezando a hervir y mi cólera subía esto no era bueno.
-Yo jamás le dije que peleara mis batallas.
-Disculpa? Quise ayudarte y así me hablas.
-O claro debí hablarle bonito mi lord, ¿Que sigue? Tender su cama, limpiar por donde pise.
-Basta, quise ayudarte y me hablas así si ella hubiera querido te saca del examen.
-Bien entonces que lo haga, me da igual el estupido desfile, el estupido estatus, todo, todo, solo quiero volver a casa.
Sentía que no podía no quería llorar enfrente de él así que me solté y me regresé adentro del instituto lo más rápido posible.

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