Genoa

Juego de Poder

Alexis.
Miro como Fer se empieza a perder entre las casas y calles, creo que debí de haberla acompañado, aunque sea de día, es peligroso que una mujer ande sola.
-Lex me estás escuchando?
Olvide que estaba hablando con Melany.
-Mm si claro.
-Dime así que ella es tu tutorada he, es bastante linda.
-De que hablas, no se puede comparar contigo.
-Aunque me guste esas palabras no puedes negarlo. Y creo que tu también lo sentiste no es así.
-¿De que hablas?
-Vamos estoy seguro que fuiste el primero en notarlo, su aura desprende un poder mágico muy fuerte, a decir verdad no me hubiera dado cuenta si no fuera por qué Pats se pone como loco cuando siente un poder fuerte.
-Supongo que ya no puedo esconderlo, desde que la vi de lejos pude sentirle pero aún no descubro si es por que fue víctima de un hechizo o en verdad es de ella.
-Mm ya veo, entonces que harás.
-Seguir investigando.
-Dime como lo harás si parece que está enojada contigo.
-Eres muy perspicaz querida, bueno está molesta por varias cosas, digamos que una de esas es Cesar.
-César y Alexis la pelea interminable. ¿Puedo saber que es lo que ocurrió esta vez?
-Resulta que Cesar de pronto le a llegado el amor al prójimo así que se le acerco, tu y yo lo conocemos no trama nada bueno y no puedo permitir que se le acerque.
- Y como no puedes evitarlo negándoselo a Cesar se lo niegas a ella, pero parece que te salió mal el juego.
- Cualquier otra chica me hubiera hecho caso enseguida, es una niña muy estupida e insolente, no sabe acatar ordenes y siempre causa alborotos para luego no resolverlos y solo huir.
-Parece que te tiene loco.
-No más que tú.
La tomo de la cintura y le planto un beso, ella es mi chica favorita.

Por fin estoy en casa, quien dice que solo los candidatos se esfuerzan, nosotros los asesores también, tuve que estar en una reunión que duró 4 horas solo para decirnos las reglas, esto es frustrante, mi cabeza está cansada.
-Joven maestro bienvenido, desea que le mande a preparar un baño.
-Si, por favor señor Fred... por cierto mi hermano ya llegó.
-Así es, el joven amo está en el cuarto de espadas practicando justo ahora.
-Bien, muchas gracias.
Camino rápido, ese inbecil se las verá ahora mismo y descubriré lo que quiere... Llego al cuarto y como es habitual se escucha su voz cansada, parece que ha estado practicando desde que llegó, un día morira de cansancio si no es que yo lo mato antes de un coraje. Tomo una bocanada de aire y me dispongo a entrar. Abro la puerta y el solo tiene una espada golpeando al aire llega puesto ropa liguera y holgada.
-El falso heredero está aquí puedo saber que es lo que desea mi señor.
Dice eso sin dejar de practicar con su espada, su tono sarcástico no cambia ni cuando practica.
-Quiero saber que es lo que traes con Fer.
Por un momento se queda inmóvil, deja la espada a un lado y se sienta en el suelo.
-¿Fer?
-No te hagas el idiota.
-Oh ya recuerdo, la mascota jaja lo siento no me aprendo su nombre aún.
-te dije que ya no le dijeras así.
-¿y tú desde cuando te importa como me dirijo a las personas?
-Desde ahora así que aléjate de ella.
-Y qué pasa si me niego. ¿Me castigarás? No me hagas reír, alguien de sangre sucia como tú jamás podría tocarme.
-Basta si quieres pelear ya te lo he dicho no necesitas meter a mas personas hazlo directo conmigo.
-Por increíble que parezca esta vez no lo hago por ti. Ella tiene algo que yo quiero y estoy seguro que tú también sabes a lo que me refiero.
Maldición este imbecil ya me hizo enojar, camino hasta donde esta el y lo tomo de la camisa.
-Aléjate de ella.
-Demasiado tarde hermanito.
Refrenó mis impulsos de golpearlo y lo suelto dejando lo caer ligeramente. Odio cuando me dice así...