Me decision, mi destino.

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Tome un caballo que estaba listo. El conductor insistió que me llevaría pero lo rechacé. Si me voy no me puedo ir con nada. Solo con mi ropa actual la cual es una parecida a la que tenia se combate solo que limpia, una espada y una capa negra para cubrirme. Me monto el caballo y empiezo a cabalgar. Me detengo en la salida del palacio y observo todo. Mi lugar no es este. Necesito encontrar mi camino, necesito encontrarme. Me doy la vuelta y cabalgo fuera de la capital. Hacia donde voy, no lo sé, veremos qué nos cuenta el destino.

Vamos Habbi por qué no quieres comer. Intento darle una manzana a este hermoso caballo blanco pero no quiere. En parte lo entiendo yo no estuve mucho tiempo y también tengo nostalgia. Ya es de mañana y estoy en la salida de la capital de Loas, el mercado sigue tan alegre como siempre y esto me hace feliz, aunque el rey sea un tonto al menos sabe hacer su trabajo. Miro unas objetos mientras la conversación de dos señores me llama la atención.
-Lo has escuchado, lo de la princesa.
-Si lo sé, es una lástima creí que por fin se quedaría pero parece ser que lady Zenit seguirá siendo la única candidata.
-Si no fuera por qué el rey...
-Basta no tenemos permitido decir eso.
-¡De que están hablando! ¿Que tiene el rey?
-Muchacha ¿no lo sabes?
-Nuestro amado rey jamás podrá tener un heredero.
-Es una lástima con lo bueno que es te imaginas como sería ese niño.
-El trono ahora está tambaleante y con la huida de la primera princesa solo queda la segunda princesa Zenit para ser la nueva emperatriz.
-Es una tragedia, todo lo que a trabajado el rey Arturo para dárselo a alguien que apenas y comparte algún lazo.
Siguieron hablando pero ya no podía escuchar. Me di la vuelta y empezó a cabalgar con fuerza. Creo que Habbi esperaba esto por qué incluso él hace su mejor esfuerzo. No puedo irme hasta saber qué Arturo estará bien...

Ya está empezando a oscurecer. Apenas llegue a le entrada del palacio ya Habbi no puede más me bajo y siento como una mano helada toca mi espalda. Me volteo pero todo el entorno empieza a oscurecer hasta dejarme completamente sola sin ningún destello de luz.
-¡Quien eres! ¡Que quieres!
-Solo quiero hablar contigo pequeña.
La voz de una mujer mayor se hacía presente aunque no ve veía su cuerpo por ningún lado.
-Entonces si tanto quieres hablar por qué no te muestras.
-Será mejor por el momento que estemos así. Dime acaso no te da curiosidad el saber por qué el monstruo de Bass los ataco.
-A que te refieres.
-O el saber por qué todas tus hermanas han despertado el poder y tú no.
-Si lo dirás solo hazlo maldita bruja y déjame en paz.
-Esta bien... te lo contaré... desde qué momento que cruzaste por la puerta de los Salvatierra te quitaron todo lo que tenías.
-Yo no llevaba nada valor a si que no se a que te refieres.
-No. tú tenías algo incluso más valioso que el mismo oro... un poder que pocos han obtenido y por lo qué naciones enteras han peleado por décadas. Te quitaron tu caja de Pandora y con ello tus poderes es por eso que no eres capaz de usar magia...
-No te creo.
-Entonces míralo por ti misma.
El sonido de gotas de agua empezó a hacerse escuchar y de pronto un tornado me abrazo hasta tirarme. Cuando habré los ojos mire que estaba todo oscuro, pinturas de la fauna y flora se hacían presentes. Si no me equivoco esta es la casa de los Salvatierra. El sonido de unas risas se escucha. Me acerco a la puerta que está medio abierta en frente de ti y puedo ver lo que sería su salón de baile en ellos no hay muchas personas. A lo qué alcanzó a ver son el Duque y la Duquesa Salvatierra que están bailando, Alexis tan encantador como siempre riendo alado de Melany y César el cual está solo con una copa de vino recargado en una columna, Emily está cercas de la duquesa Flowes mientras ríen a rienda suelta y se acercan a Alex y Mel.
-No puedo creer lo que hiciste eres un verdadero héroe, mi querido yerno.
-Bueno duquesa no es nada que alabar era solo una niña así que no fue tanto trabajo.
-Vamos cuéntenmelo yo casi no se los detalles-Dice Melany mientras toma del brazo a Alexis es algo difícil de verlos aunque se que están comprometidos, es como si miles de agujas te atravesaran el corazón.
-No es nada del otro mundo. Solamente le quite su caja de Pandora como dice la gente de Loas. Se dice que cuando robas la inocencia de una niña con ella su poder.
-Me duele saber que te acostaste con ella pero si es por el bien del reino supongo que lo toleraré.
-Tranquila cariño sabes que solo te amo a ti.
Las lagrimas empezaron a salir de mis ojos no sabía si era tristeza o rabia era como algo combinado. Tape mi boca con mi mano para evitar que se escuchara un sollozo. Que le pasa ni si quiera llegamos tan lejos como es que dice eso y con tal descaro...
-Hermana sabes cual fue la mejor parte cuando ella pensó que en serio era querida por la familia creyó que sería de nosotros pobrecita. Si supiera que solo fue utilizada, ahora mismo debe de estar deseando volver con su "amado".
El tono de sarcasmo invade su comentario. Ya no deseó estar aquí. Camino y voy a lo que antes era mi cuarto. Entro y puedo ver como todas mis cosas están tiradas y arruinadas. No hay nada que pueda o quiera salvar. Solamente me hago más daño al seguir aquí.
-Señorita... es una ilusión...
volteo y miro a la pequeña Lola tratando de abrir sus ojos somnolientos. Ella no tiene la culpa de esta traición.
-Si lo soy. Mi cuerpo está ahora mismo en Loas (mentira) solo estoy aquí por qué tenía nostalgia.
Las lagrimas de Lola empiezan a brotar hasta el grado de arrodillarse.
-Señorita... estaba muy preocupada mi padre no me decía nada y creí que ese emperador loco la había matado... estaba muy triste.
Me acerco y toco su pequeña mejilla secando sus lagrimas con mi pulgar.
-Alguna vez has escuchado acerca de la caja de Pandora. Ahí hay algo preciado mío y lo necesito de regreso.
-Escuche sobre algo valioso que esconden en la bóveda.
-Gracias pequeña. Ahora tengo que irme.
Le doy un pequeño beso en la frente y me salgo. Ella no tiene la culpa de nada más que de haber vivido con personas tan detestables.

César.
La risa de la señora Flowes ya me canso sin duda es lo que más odio en este mundo, entiendo que pronto seremos familia pero en serio tengo que soportar esto al fin y al cabo no es mi compromiso. Por fin pude salirme de esa estupida fiesta de compromiso aunque el sabor al vino se queda impregnado en mis labios así que mande a traerme un vaso de agua a mi habitación. Entra Lola la pequeña hija de Fred con una sonrisa que intenta disimular pero es inútil, es raro ya que creo que después de mi ha sido de las pocas personas que sufrimos la pérdida de Fer. Deja el vaso en la mesita enfrente de mi y yo solo me le quedo viendo con mirado feroz pero ella solo sonríe.
-Me rindo. Dime qué te pasa por qué estás tan alegre ¿Acaso encontraste una mariposa o algo así?
-Se que no debo decirlo pero ya que es usted se lo confiaré. Hoy mire un holograma como el que usted hace en la alcoba de la Señorita ¡Era ella! Me decía que no me preocupe por ella que estaba bien incluso me dio un beso en la frente y salió por la puerta. Aunque me pregunto algo raro sobre una caja...
-¿Beso?
Yo soy el único además del rey que puede usar esa magia de proyección además son como alucinaciones así que no pueden tocarte traspasarían a la persona si lo intentaran.
-Dime tú qué le dijiste sobre eso..
-Mmm..
-¡Solo habla! No te voy a regañar...
-Le dije que si es algo valioso de seguro estará en la bóveda.
Me paro casi corriendo tomando la espada que estaba cercas de la puerta. No se quien diablos sea pero puede ser un traidor que está vestido como ella.

Llego a la bóveda y miro como una persona con capucha negra sostiene la caja dorada donde Alexis almacenó los poderes. Desenvaino la espada y la apuntó hacia el impostor.
-Tienes 5 segundos para soltarla...
el poder de las sombras empieza a cubrir la espada. Solo espero no tener que usarlo. La persona se pone de frente y se quita el gorro de encima. Su cabello alborotado y ojos cafés con motas doradas, pómulos sonrojados y unos labios que creo conocer no cabe duda de que es ella...
-Como es que...
-¿Estoy aquí?
Tiro la espada al suelo y me acerco a ella pero una pared de agua se hace presente.
-Que diablos es esto...
-Eso debería de decir yo... qué diablos son... creí que eran buenas personas pero estaba equivocada, son unos demonios que solo usan a las personas... estúpidamente creí que irían a buscarme... pero ahora entiendo por qué razón nunca recibí ninguna carta ni nada solamente tú estupido holograma...
-Estás mal entendiendo las cosas...
-Sabes creí que nos estábamos acercando. Pero todos tenían razón tú eres el peor de todos.
Sus palabras se clavaron como cuchillos en mi corazón. Eran como si me estuviera matando sin armas.
-Té equívocas.
-¡No tú te equivocas! ¡Me vengaré de ti y toda tu estupida familia! ¡Maldita sea la hora en que cruzamos caminos!
Pegue las manos a la pared y intentando romperla quiero aclarar las cosas solo necesito unos minutos. Golpeó la pared con fuerza pero lo único que hago es sangrar. Miro como habré la caja mientras grito que no lo haga pero me hace caso omiso. Destellos de luz empiezan a salir y cubrirla por completo un fuerte viento me hizo volar hasta la pared rompiendo algunas de mis costillas. Abro los ojos y miro sus ojos que se empiezan a tornar de un dorado deslumbrante justo como toda la realeza de Loas, un aura de poder se hace presente ella se acerca a mi sin vacilar me mira a centímetros de mi cara. Su mirada es hostil y penetrante a como era antes. Justo ahora la niña que conocí estaba siendo envuelta por el dolor y la venganza. Odio esto no puedo dejar que esto pase, quiero hablar pero siento como si algo me apretara la garganta. Ella se aleja abriendo un portal de luz, como es posible ni si quiera yo puedo hacerlo con tanta facilidad. Su espalda se desvanece conforme los rayos de luz desaparecen. Debo seguirla, intento abrir uno pero es inútil siento como si algo me detuviera volteo para atrás y miro a mi madre con el poco poder de sombras deteniéndome.
-¡Madre déjame ir! ¡Tengo que detenerla!
-Entiendo lo que sientes yo tampoco acepto los que hizo nuestra familia pero si vas ahora lo único que provocarás es una muerte imprudente. Ahora mismo debe estar llegando a Loas y créeme el rey no dudará ni un minuto en matarte si bien te va...
-¡No me importa! ¡No tengo miedo!
-Té e dicho que te calmes. Ahora mismo una guerra se desatará las trompetas han sonado y tú sirves más vivo que muerto... además ella necesita tiempo...
toco mi mano con mi frente. Están frustrante pero tiene razón. Solo espero que no sea muy tarde cuando nos volvamos a ver.

Genoa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora