Genoa

El baile de la union

-Esto es tan aburrido...
-Lady Fernanda por favor no diga eso la escucharán.
-Albert tú sabes qué tengo razón.
Suena el sonido de la campana de salida y todos empiezan a salir las pocas mujeres qué hay hacen un gran escándalo y se van casi corriendo. Ha pasado unos meses desde que entré a esta escuela rara y aún sigo sin entender la euforia de las mujeres de este tiempo.
-y ahora ¿que les pasa?
-No lo sabe? Creí que sería de las primeras en saber...
-¿Sobre que?
-Se lo explicaré desde el inicio. Usted sabe que el reino de Genoa a estado en constante conflicto con el reino de Loas, siempre en guerra y con miles de bajas y después de miles de años por fin se a firmado un acuerdo de paz y por eso se celebrará el baile de paz vendrán los altos cargos de ese país incluso el rey y obviamente nosotros les contestaremos mostrando a nuestra elite.
-Ya veo...
se escucha como alguien entra al salón los dos volteamos por inercia y vemos a la duquesa Salvatierra corriendo hasta tomar mi brazo.
-¿Que haces? No tienes tiempo de hablar hay cosas que hacer. Vámonos.
Me jala sin poder preguntar y solo le sonrió nerviosamente a Albert que se ve algo preocupado.
Nos subimos al carruaje y le dice al chofer que se apresure tanto como pueda.
-Duquesa no es por nada pero no entiendo.
-Lo se yo tampoco entiendo, organizar una fiesta para hoy en la noche es muy apresurado ¿Acaso no piensan en las mujeres? Mi hermano esta vez si se pasó.
-Escuche sobre eso. Debe estar muy preocupada de qué ponerse.
-¿yo? Ho no siempre mando hacer un vestido y un traje a mi marido por este tipo de ocaciones, más vale prevenir que lamentar.
-¿Entonces?
-No es obvio querida ahora eres mi hija y vendrás con nosotros necesitamos algo muy lindo para tu debut en la elite.
Llegamos a un tienda de vestidos y hay muchas personas haciendo fila parece como si regalaran algo. La duquesa y yo entramos ignorando la fila ¿está bien hacer esto? Adentro parece una zona de guerra todas están de arribe para abajo y más las trabajadoras se escuchan gritos y quejas. La madam se acerca a una señorita y le dice algo. Segundos después sacan a todas las personas ahí dejando solo el lugar.
-¿Que pasó?
-No podemos mirar los vestidos con tantas personas molestas así que las eché.
Ahora entiendo de dónde saco su personalidad César.
-Oh querida mira este.
-Es hermoso...
-Bien. Nos lo llevamos junto a todos los accesorios que llevan.
-No sé si pueda pagárselo señora.
-Siempre quise una hija con la que pudiera venir y comprar vestidos. Por desgracia siempre he estado rodeada de hombres y las pocas mujeres siempre me miraron con envidia y desprecio. Todas quieren ser princesas pero no tienen idea de lo que hablan.
Muestra una sonrisa desolada, su vida no ha sido nada fácil o eso parece. ¿Como habrá vivido en el palacio?

Desde que llegamos muchas doncellas incluyendo a Lola han estado ayudándome a arreglar. Todavía no vamos al baile y mi cuerpo está cansado por todo el proceso. Me miro al espejo y me quedo algo atónita. Estas chicas si que hacen un gran trabajo. Llevo un vestido color azul marino con detalles plateados. Me lleva a los hombros y tiene una capa delgada color plateada oscura. Mis labios están pintados de color café y mi cabello sujeto completamente dejando algunos mechones sueltos rizados. Me pusieron un adorno color plateado que lleva algunos cristales. En serio me siento bonita.
-Señoría los señores la esperan abajo.
-Claro tienes razón Lola. Muchas gracias a todas.
Me salgo y dispongo a bajar. El algo difícil pero creo que poco a poco lo voy dominando el usar este tipo de vestidos. Bajo las escaleras y miro a todos ya listos incluso al duque. Él lleva un traje negro con corbata roja, además de lo que parecen medallas y una capa en un solo hombro color roja con su distintivo símbolo y el cabello hacia atrás. La duquesa lleva un vestido rojo oscuro que combinan con el traje del duque. Solo que ella tiene toques dorados. Alexis lleva un traje gris con negro tipo militar que en la espalda tiene el emblema familiar. Volteo a ver a César y él lleva uno verde oscuro con botas largas y la parte de la camisa algo larga. Es algo tierno mirar que tiene el mismo peinado de su padre como si intentara imitarlo.
Todos empezamos a caminar para subirnos a los carruajes. Me siento nerviosa no sé qué pueda pasar solo no quiero dejar en vergüenza a la familia.

Estamos en el salón del castillo real y es demasiado hermoso y grande. La comida se mira excelente y hay muchas personas viejas y jóvenes que conversan con trajes y vestidos elegantes. En la parte de arriba hay dos sillas que están desocupadas parece que no han llegado los reyes bueno son como artistas así que llegarán ya hasta tarde.
-Sabes mascota hoy no te miras tan mal como de costumbre.
Miro a César que se pone alado de mi con una copa de vino en la mano.
-No deberías tomar tanto no valla hacer que te pase algo como la última vez.
Me muestra una sonrisa amarga y agria.
-Has visto a Alex? No lo veo desde que llegamos.
-Ni lo verás. Debe estar con su prometida por algún lado.
-¿Prometida?
-¿No lo sabias? Melany y Alexis están comprometidos desde que son niños.