Las llamas de la guerra

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Han pasado ya dos semanas desde que fui al palacio no e salido de mi habitación más que para lo indispensable como ir a la escuela pero nada más. La verdad no iría pero al menos así puedo esconderme sin que hagan preguntas. Las sábanas de mi dormitorio son la única solución y amiga que tengo hasta ahora. E intentado resistir todo lo que puedo pero ya no sé cuanto más podré aguantar esta situación. El sonido de la puerta tocando resuena como ecos dentro de la habitación, debe ser otra vez Lola insistiendo para que valla a comer de nuevo. Aunque es una niña es muy insistente.
-Ya te lo dije Lola no tengo hambre.
El sonido de la puerta abriéndose y el sonido de pasos con tacones que este atrae. No creo que sea Lola. Una hermosa mujer de cabello café y ojos verdes con un vestido realmente hermoso se acerca a un costado de mi cama. El silencio inunda la habitación haciéndolo incómodo. ¿Que quiere Melany?
-Que es lo que desea?
-Dices eso sin mirarme.
Se sienta en una silla que está cerca acercándose más.
-Me han dicho que no has salido ni comido bien en estas dos semanas.
-Con todo respeto no creo que sea algo que a usted le importe.
-Tienes razón. Pero a dos personas que están abajo esperándola si. César y Alexis no han parado de hacer lo posible para que hable con ellos pero tú te niegas.
-Claro un descarado y el otro un inbecil.
-Que César sea un inbecil lo entiendo. Pero no lo de Alexis. Parece que no te das cuenta pero el solo hace lo mejor para ti.
-¿Lo mejor? Omitiendo la verdad.
-...así que ya sabes sobre nuestro compromiso.
-Como no saberlo. Felicidades por eso.
-No necesitas fingir sé que ha pasado entre ustedes dos.
Mi corazón empezó a latir a mil por hora ¿Que?
-A que se refiere?
-Se lo de los besos antes de llegar a la capital y también los de la habitación. Alexis y yo antes de ser novios somos amigos así que me contó todo. Créeme que cuando te digo que nunca lo había visto tan feliz como el día que me contó lo qué pasó, sus manos eran torpes y por primera vez tenia una cara de vulnerabilidad y una mirada dócil. Tú sabes qué es reconocido como el sol de Genoa pero la realidad es que no es tanto un sol, es alguien insoportable que cuando se le mete una idea a la cabeza solo es eso, tiene gustos extraños y aunque sonríe cuando más feliz está y muestra una sonrisa agradable es cuando está más molesto. Sus ojos azules muestran el miedo que tiene oculto y siempre evita mirar a otras personas directo a los ojos porque considera que es una falta de respeto y la forma en que toca su cabello cuando está nervioso es...
-Ya basta. Si me querías dejar en claro que lo conoces entonces ya entendí. Solo déjame sola.
-Entre mas te encierres en esta absurda bomba jamás podrás salir, ¡es acaso todo el poder que tienes! ¡dime qué pasó con esa mirada feroz! ¿Donde está el caballero que había en ti?
-¡YA BASTA! Tú no tienes la menor idea de todo lo que he pasado desde que llegue aquí...
-¿Y? Crees que eso es justificación. Hay personas que están muriendo en estos momentos, niños que pelean día a día por un plato de comida y tú que lo tienes todo solo te quedas ahí. No eres la única que tienes problemas.
Mi garganta se hizo un nudo y mis ojos empezaron arder desesperadamente. Entonces empezaron a punzar el dolor ya no era ardor era como si me quemaran ya no lo podía soportar así que puse mis manos en la cabeza y empecé a gritar. Mi vista se empezó a nublar y lo ultimo que vi fueron varias figuras oscuras acercándose.

Por fin e recobrado la conciencia aunque me duele demasiado la cabeza. Me levanto de la cama y miro donde estoy. Parece un cuarto muy elegante y definitivamente no es el mío. Intento ubicarme pero me es imposible. Dure meses en la mansión y se exactamente que cada cosa es al gusto de la duquesa por lo que la mayoría de las pinturas y demás son de colores y formas oscuras y elegante. En cambio aquí parece más primaveral y encantador como si fuera el cuarto de una niña. Me miro el espejo y parece que traigo otra ropa a la que traía ya no es el vertido de dormir es algo más suelto como una bata para dormir. Mi cabello esta muy ondulado y mis ojos que eran cafés oscuros ahora tienen motas ligueras de dorado. Escucha la voz de personas acercándose y yo me pongo en una pose estupida de pelea. Entra una señora de mayor edad con una caja blanca.
-Señorita, su majestad desea verla así que debe ponerse presentable.
-He?
La señora hizo un gesto con la mano y muchas doncellas y demás empezaron a entrar ¿Que diablos pasa aquí? ¿Ahora donde estoy?

Las doncellas ya se han ido y me han indicado que esperara un poco aquí. Me miro al espejo y miro como mi cabello esta trenzado delicadamente dejando algunos cabellos ondulados fuera. Mi cabello parece mucho más dorado que antes. Mi vestido parece más simple que los que usaba en Genoa. Es más parecido al que según se usaban en Grecia o algo así. Es de color blanco suelto con una cuerda dorada ajustada en la cintura ademas de un brazalete de oro algo grueso que me pusieron en el brazo derecho arriba del codo. Entra la vieja sirvienta de antes para llamar mi atención. -Vamos ya la están esperando señorita. Asiento ligeramente con la cabeza me da mucha curiosidad saber donde estoy ahora. me muestra el camino y me doy cuenta que todos los pasillos están tapizados con una alfombra roja oscura mientras que las pareces blancas casi plateadas resaltan, hay muchas ventanas que dejan ver el exterior y las cuales muestran a muchos trabajadores de arriba abajo que cruzan el enorme jardín. A mi gusto es muy bonita, me pregunto quien sera el dueño o la dueña. llegamos a una puerta de madera blanca. la señora abre sin vacilar y me indica que entre. doy unos pasos y la puerta se cierra detrás de mi. no puedo evitar ponerme nerviosa así que muerdo mi labio inferior, es una nueva técnica que e estado usando en estos días no es la mejor pero si ayuda. camino un poco mas adentro y miro una figura rubia sentado en un sillón que esta enfrente. sus ojos dorados parecen estar clavados en papeles y mapas que están en la mesa. lleva un traje muy abierto, no se bien como explicarlo, son tipo mantas de color blanca y azul que cubren sus brazos y hombros pero lleva el pecho al descubierto dejando ver su esbelta figura. me doy media vuelta y me dispongo a ir me. si esta tan ocupado entonces para que me llamas este rey pervertido. - A donde crees que vas, aun no te he dicho que te retires así que pon tu trasero en esa silla. Parece que hoy esta de buen humor.

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