La rosa con espinaz

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Alexis.
Aunque fue cuando era niño aún tengo algunos borrosos recuerdos de cuando madre estaba conmigo. No recuerdo muy bien su cara pero si sus vestidos y el verla con ese vestido azul de ella me la recordó, aunque el hecho de que César fuera su acompañante me molesta mucho. Cuando se fueron no pude evitar pensar que hacen buena pareja y eso me enoja mas.
-Lex te estoy hablando por qué me ignoras.
Dejo de jugar con mi taza de té y la pongo en la mesa que está ahí. Miro como el segundo príncipe Edén me mira con los ojos rojos como el rubí que están haciendo un puchero. El día de hoy lleva un elegante traje negro que hace juego con su cabello largo color blanco como la nieve.
-Discúlpeme su excelencia ¿De que hablamos?
-Olvídalo mejor cuéntame que es lo que te tiene tan distraído. Te conozco desde que era un niño y sé que debe ser algo importante. Pasó algo divertido durante tu viaje.
-Más bien alguien...
-Déjame adivinar se trata de la nueva ahijada del duque.
-¿Como lo sabes?
-No me hagas reír en todos los círculos sociales no paran de hablar de eso, sobre una misteriosa chica de cabello rubio despeinado que le robo el corazón al duque, algunos hasta dicen que puede ser su amante.
-Tsk que estupidez, le pido que ignore ese tipo de comentarios.
-Entonces por que no me dices uno nuevo...
-A que se refiere?
-Dime como es, es linda? Tengo ganas de incluir una nueva doncella en mis filas.
Le dedico una sonrisa amigable al príncipe y trato de cambiar el tema pero él insiste en que le hable de Fer. Es muy inteligente y buen amigo, pero cuando se trata de mujeres no es exactamente el tipo que quisieras ver con tu hermanita. Veo que no pretende ceder y yo no planeo darle oportunidad alguna así que mejor me despedí ignorando los berrinches que hace para que me quede. A diferencia de César con Edén e creado un lazo de hermandad, es como alguien que le hace falta cariño, yo necesitaba a un hermano pequeño y el príncipe un hermano mayor. Aunque no puedo evitar pensar que sería mejor si en verdad fuera César. Recuerdo el día que nació. Todos pensaban que era un niña por que eran un hermoso bebé, se podía sentir su sangre real con solo verlo, pero cuando empezó hablar y escuchar todo cambio. Ya no era el niño que me seguí como un pato a su mamá. Pero era de esperarse, alguien que tuvo que haber sido plebeyo le quito al tercer heredero al trono su ducado. Después de los chismes no tuve mas opción que dejar de esconder mis habilidades, padre quería que todos supieran que era un digno heredero pero obviamente esto a mi hermano le molesta y es por eso que estamos en guerra constante. Día y noche sin descanso buscando quien es el mejor incluso ahora...

Por fin e llegado a mi carruaje pero justo en este momento llega uno con el emblema de una serpiente obviamente alguien de los Flowes llegó. Me quedo unos segundo más y un cabello largo café y ojos verdes se hacen presentes ¿Melany?
-Oh mi amor qué haces aquí?
-Vine por el príncipe Edén. No se suponía tenía visita hoy?
-Mm si por visita te refieres a esas señoras molestas del consejo de mamá si algo así.
-No. me refiero, no fueron Fernanda y César a verte hoy?
-Recibí una carta de ella pero nunca llegó a decir verdad me puso algo triste.
Siento una punzada justo en el corazón. Un mal presagio está apunto de pasar. Corro hasta la parte trasera de mi carruaje y saco un libro de magia. Doy un gran soplido a él y se habré justo en el medio con un mapa indicando a donde ir. Es fácil encontrar a César ya que tenemos la misma sangre eso siempre hacía cuando no lo encontrábamos en la mansión. Saco un caballo del carruaje será más rápido si voy así, me monto pero siento que alguien me detiene.
-No entiendo qué pasa por favor dime algo.
-Creo que están en problemas no puedo hablar mucho, prometo decirte lo qué pasa luego.
-Entonces cuídate...
empiezo a galopear a toda velocidad, si no me equivoco están en la zona negra, como diablos terminaron ahí...

Llego y empiezo a mirar por todas partes, escucho un murmullo de la gente y me acerco haber qué pasa. Puedo ver como César está en guardia con una espada mientras mantiene a Fer atrás de él. Cinco bandidos con el doble de estatura de él los rodean y César solo mira rápido la situación. Se lo que hace está creando una estrategia. No me metería pero en este caso no solo se trata de él así que extiendo mis manos y creo un círculo de luz con llamas alrededor de ellos dos. Me acerco más y los bandidos parecen asustados. Giro mi muñeca izquierda generando un rayo de luz y la pongo en el piso el cual empieza a temblar, los bandidos se asustan y salen corriendo.
-Están bien?
Fernanda solo me mira con cara asustada y luego toma el brazo de César para poner su cabeza en su espalda. El baja la guardia y pone una cara que jamás creí que pudiera tener, era preocupación.
-Esta bien.
-Perdóname.
-No es tu culpa.
-Si lo es, tienes razón, solo soy un estorbo.
Fer se separa de el y sus ojos se conectan, siento como si yo fuera el que está fuera de lugar. César se queda callado, idiota dile algo, dile que quieres que se quede imbecil no la hagas sentir mal. Me voltea ver con cara molesta.
-Llévala a casa ya ha tenido muchas emociones, yo iré por esos tipos. Cuídala.
Jala a Fernanda y le pone enfrente de mi. Ella solo evita verme y yo le hago una seña para que me siga. Sus ropas están mojadas y sucias. Que fue lo que les pasó...

Genoa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora