Genoa

Frente al comienzo

Otro día en esta casa de niñas. Ya por fin se me ha asignado una doncella después de mi semana aquí. Después de salir al pueblo no he hecho mucho y como Damián a estado ocupado no me dejan salir sin el. Me prometio hacerse de un tiempo para acompañarme pero sé que es mentira. Con los preparativos de la guerra debe de estar muy ocupada. Espero todas las noches en la ventana para saber si recibiré otro mensaje de César pero parece que está muy ocupada. En estos momentos me siento inútil todos tienen tareas menos yo. Ahora mismo estoy dándole vueltas a una estatua que está en medio de la sala del piano. Parece ser un sol el cual es sostenido por un hombre que sufre mucho. Se vería mejor si sonriera. El sonido de golpes es audible. Corro intentado seguir el sonido. Tuve que salir al jardín y correr unos metros más, muchos metros más. Entonces un grupo de hombres con trajes negros pelean con otros de trajes blancos. Posterior a eso miro como Damián con su espada apunta a otro caballero de traje negro. Es un poco más alto que él y a decir verdad es muy parecido a Damián solo que él tiene el cabello lacio muy largo que está sujeto con una especie de aro de oro. A diferencia de Damián, el otro tipo tiene rasgos más finos y delgados mientras Damián son más gorditos pero no tanto. Los ojos grises que en el Sir parecen tiernos en él parecen desafiantes debido a lo rasgado que tiene. Miro como el otro sujeto saca su espada también ah tengo un mal presentimiento de esto.
-¡Esperen! Por qué quieren pelear.
Intento separarlos pero tocó las espadas con mis dedos y estos empiezan a sangrar. Si que están muy afilados.
-¡Princesa que hace!
-no es nada nunca pensé que estarían tan afiladas. Si que son buenas he.
-Jaja así que está es la primera princesa. Si que es sorprendente.
-Y usted es?
-Yo soy el líder de la Espada Negra James Woker.
-Mm Woker... oh ya entiendo eres hermano de Damián.
-¿Que? Jaja no princesa soy su primo.
-Entonces por que peleaban? Hasta donde yo sé no deberían de estar peleándose.
-Mi señorita todo esto es por qué...
-Señor James lo he estado buscando por todos lados.
Gabriela se acercaba a toda prisa, es como una niña. Solo ha corrido unos metros y sus mejillas están coloradas lo que resalta con su piel pálida y cabello oscuro. Volteo a ver a Sir James y en serio tuvo un cambio demasiado radical, de estar con un tono de seguridad y superioridad ahora se mira como un gatito asustado.
-Que que qué sucede princesa Gabriela.
-La primera quiero decir la segunda princesa lo está buscando parece que necesita salir.
-Claro iré en seguida.
Esos dos se alejan desapareciendo por la distancia. No soy ciega es obvio que a Sir James le gusta la princesa Gabriela. No puedo dejar de verlos.
-Sir Damián. Usted ¿Sabe que es el amor?
-Por que pregunta eso tan de repente.
-Sabe olvídelo. Creo que ya no tengo ganas de hacer nada. Nos vemos luego.
Empiezo a caminar dejando a la oleada de caballeros detrás de mi. Me pregunto si estará bien Alexis.

Por alguna razón termine aquí otra vez. El lugar que he estado evitando toda la semana. Incluso desayuno más temprano y ceno más tarde que ellos con tal de no verlo. Abro la puerta cuidadosamente y entro. Volteo para todos lados y camino un poco más. Miro una pintura que está Cercas. Un señor de cabello rubio con ojos Dorados y una delicada mujer de cabello ondulado claro y ojos verdes están de pie creo que son los anteriores reyes. Volteo para retirarme y veo un bulto acostado en el sofá. Me acerco más hasta estar cercas y ponerme en cuclillas frente a él. Si no fuera tan malo sería muy lindo. Le tocó el cabello ligeramente y él me toma la mano y habré los ojos con calma.
-¿Que haces aquí?
Se va levantando hasta sentarse sin dejar de sostenes mi mano. Pone su mano en su frente para después pasarla por el cabello el cual se alborota pero luego vuelve a su estado caído.
-Que pasó con esa fiera.
-Quiero saber qué pasará con Genoa.
-No es de tu asunto.
-¡Si lo es! En ese lugar hay personas que amo. Están Alexis y César, mi famili...
-Sabia que tarde o temprano preguntarías por ellos. Y te dire una cosa, a ellos dos serán los primeros que les cortaré la cabeza cuando los vea.
-¡Que te pasa! No tienes suficiente con tenerme aquí también los quieres lastimar a ellos. Eres el peor hermano del mundo.
Su mano empieza apretar con más fuerza la mía y me mira de forma molesta y desgarradora.
-Esta bien dejaré uno vivo. Cual quieres ¿El mayor o el menor?
Me sentía llena de furia como podía ponerme a escoger.
-Quiero a todos.
-Imposible.
El sonido de la puerta entrando se hace presente. Mientras que Zenit pasa hasta donde estamos nosotros.
-Mira hermano fui al pueblo y conseguí el té para dormir que te había contado...
su risa cambió cuando nos miro la mano. Jale con fuerza para atrás y él me dirigió la mirada otra vez molesto y luego esa misma se la dirigió a Zenit.
-Jamas te dije que me trajeras té.
-Pero...
-Largo.
Zenit se queda atónita para luego irse por el mismo rumbo. Doy un gran suspiro y me levanto sacudiendo mi vestido.
-Estaba curiosa por saber la razón del por que aún no hay una Emperatriz pero creo que ya se la razón. -Nuestras miradas de encuentran cuando por fin dejó de sacudir mi falda, el parece tan sereno y calmado.-Quiero aprender a usar magia.
-No.
-No estoy preguntando. Si no me das tu permiso igual lo haré a mi manera.
-Bien. Damián será el encargado de enseñarte.
-¿Por que no puedo ir con el tutor que van las demás princesas?
-Por que no.
-Solo me quieres tener encerrada. ¿Por qué? ¿Tienes miedo de que escape?
-Solo te lo dire una vez. Aquí se hacen las cosas como yo digo y por qué yo lo digo.-Se levántate y camina hasta la puerta para abrirla-Ahora es tiempo de que te vallas...
Este tipo. Saben que mejor no lo pensaré mas si no un día hará que me de un paro cardíaco o algo así.