P.D.V. Lauren Counstnie.
–Entonces... ¿Hoy a las 2:00? –la escuche a través del celular–.
–Nooooooo. Wren, es domingo, no tengo una mejor idea que estar todo el día en pijama–le respondí con un tono de disculpa–.
–Laurel, siempre estas ocupada –la escuchaba mientras daba vueltas por mi habitación–. Eres muy mala amiga.
–Lo sé, perdón –le dije sinceramente, esperando que me entendiera–.
*silencio del otro lado de la línea*
–Wren, mañana te lo recompenso ¿Vale? –sugerí al no obtener respuesta–.
–Mmm... –más silencio–. ¿Cómo recompensas dejar a tu amiga plantada?
No pude evitar soltar una risita ante su comentario tan infantil.
–Ya mañana verás –silencio de su lado de la línea y de mi lado–. Oye, tengo que colgar. No te enojes ¿Vale? Mañana ya hablaremos. Bye.
Espere un momento a que ella dijera algo, pero no pasó, de modo que colgué.
Volví a mi cama junto a la niñita pelirroja, al fin y al cabo el reloj sobre la cómoda marcaban las 7:05 a.m. Sin embargo, no pude conciliar el sueño.
Si alguien en ese preciso momento me hubiera pedido un resumen acerca de mi vida en las últimas dos semanas, la única palabra, o mejor dicho, el único nombre que pronunciaría sería "Wren"
Siendo sincera, no entendía como habían sucedido las cosas, sin razón alguna las tardes bajo el gran manzano en el parque cercano a la ArtSchool se había vuelto una actividad más a nuestro horario. En la última semana, ya conocía de memoria los gustos musicales de cada una de nuestras amigas.
¿Pero en cuanto a nosotras? Era raro, por más que hace menos de 10 días había jurado que no podría sacarla de mi mente, ahora era diferente, incluso considere que posiblemente se convertiría en una amiga de verdad, sin otros trasfondos, sin segundas intensiones. Aunque aquella idea era difícil de sostener al tenerla tan cerca.
Sacudí mi cabeza para dejar que todos aquellos malos pensamientos se alejaran, no quería pensar en eso ahora o sino sería yo quien la llamaría y la invitaría a cualquier lado.
Pero... Aún tenía una pequeña duda. ¿Por qué era Catherine la que ahora quería pasar más tiempo junto a mí? Después de algunos días ignorándonos mutuamente ¿Qué nos había vuelto a juntar?
Un par de golpes en la puerta me sacaron de mi ensimismo.
–Nena, ¿Puedo pasar? –detrás de la puerta, la voz familiar de mi madre–.
Entro después después de contestarle con un "Sí, claro"
–¿Con quién hablabas? –pregunto al mismo tiempo que se acercaba a Aida con una mirada tan fraternal, que cualquiera que le viere no dudaría que fueran madre-hija–.
–Una amiga, me ha dicho que despertó temprano, me llamo y ahora yo no puedo dormir.
–¿Conozco a la niña?
–Abril, a esta altura creo que ya no conoces a nadie de mis amigas –sentencie con una sonrisa algo fingida, a las dos nos daba igual que ya no nos contáramos TODO, creo que habíamos aceptado que yo ya no era su pequeña Lauren–.
–Tienes razón –mordió sus labios, muletilla con la que sabías que estaba pensando en algo, u organizando algo, o algo así–. Vamos ir a la granja de tus bisabuelos, papá quiere aire fresco ¿Vienen?
Mmm... No quería salir, pero tampoco quería pasarme el domingo pensando en Wren, de modo que acepté. Sin tener en cuenta que un viaje de 2 horas en carretera te daba la oportunidad de pensar, pensar y pensar.
P.D.V. Catherine Jilguero.
–Que bueno que llegaste, los domingos de otoño son horribles sin compañía.
–Lo sé, pensaba llamarte yo también, pero imagine que ya tendrías planes.
–¿Aquí vamos otra ves? Deja eso de lado. ¿Quieres algo de comer?
Bella me miro con una sonrisa complice, que instintivamente recocí, como si no lleváramos 9 años de conocernos. Sonrisa que significaba "saca todas las porquerías que tengas" (papas fritas, gomitas, chocolates...)
–¿Quieres que ponga una película? –preguntó desde la sala–.
–No, así déjalo –no tenía ganas de ver un drama juvenil, quería platicar como sólo lo puedes hacer con tu mejor amiga–. Vamos a hablar, hace siglos que no vienes a mi casa.
–Pues haz estado muy ocupada –me reclamo mientras me encaminaba al sillón, con un bote lleno de comida chatarra–.
–Aquí vamos –dije con cansancio, pero consiente de que ahora no la podría detener e iba a tener que enfrentarme a una lluvia de reclamos–.
–Sí, sí, aquí vamos –me lanzo una gomita de gusanito–. Lauren, Lauren no me da buena espina.
–Nadie te da buena espina a ti –la interrumpí, cosa que ignoro por completo–.
–No me da ¿Cómo se dice? Oh, sí, confianza, no me da confianza –voltio a mirarme para comprobar que le prestaba atención–. Y lo sabes, ¿Y qué haces? Vas y haces migas con ella.
–¿Y el problema es que... –espere a que ella completara la frase–.
–El problema es que ignoras mis consejos, ¿Y sabes quien tendrá que soportarte cuando ella te haga daño? Si claro, YO –se metió un puñado de patitas a la boca las cuales mastico salvajemente–.
–¿Por qué me haría daño? –la cuestione mirándola con una ceja levantada–.
–No lo sé.
–Sabes lo que creo –ahora yo la miraba para asegurar que me escuchaba–. Creo que estas celosa, Isabella –le dije junto a una sonrisa divertida, a lo que ella me miro con disgusto–. Como sea, pase lo que pase, tú siempre serás mi mejor amiga ¿lo entiendes? Eso nadie lo va cambiar.
Me incline hacia ella para darle un abrazo. Al final del día, aunque podía estresarme con su manera de querer controlar mi vida, era ella la que siempre estaba ahí, y todo eso, nadie podía cambiarlo.
–¿Le dejaras de hablar? –volvió a insistir, después de separarnos–.
–Mmm... no. Me divierto con ella, entiéndelo –tome una gomita de azúcar–. Pero, tampoco le tengo confianza, es...
"Es simple curiosidad" era lo que me hubiera gustado decirle, pero esas simples palabras nos llevarían a unas mil preguntas más, además, eso quería guardármelo para mí. Sin contar que tenía la leve sospecha de que si se lo confesaba, probablemente se lo contaría a Lauren, comenzarían los malentendidos y, adiós amistad para siempre.
–¿Es? –me interrogo–.
–Es una amiga, acéptalo –antes de volver a lo mismo cambie de tema– ¿No invitaste a las demás?
–Nara en casa de Aster, y Azul no esta en la ciudad.
–Vaya.
Después de eso, comenzamos a hablar de cosas mundanas, sobre la prepa, sobre los últimos chicos que nos habían gustado, sobre la familia. Cada determinado tiempo miraba las notificaciones por si tenía algún mensaje de Lauren, pero lo único que encontré fueron sus historias en una pequeña granja, me había mentido al decirme que se la pasaría en su casa.
Pero daba igual, últimamente todo daba igual.
Hola, aquí de nuevo. ¿No se les hace que Catherine tiene una personalidad muy simple? Quiero saber sus opiniones, en lo personal siento que Azul, Aster, Nara, hasta Bella y Tessa tienen su personalidad muy definida, pero Cath, no me convence ¿Qué opinan ustedes?