35ª Un día especial

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P.D.V. Lauren

Aun no podía creer que en tres semanas sería Navidad. Estaba emocionada, en dos semanas más saldríamos de la escuela, y después tendría una semana completa junto a Wren, antes de salir del país e irme a la casa de mi abuela. 

"Ufff..." pensé, sería un mes agotador.

Seguí arreglándome, Wren vendría a mi casa, a pasar una tarde juntas. 

–Amor, ¡Baja a desayunar! –escuche gritar a Abril, desde las escaleras–. 

Cuando baje, supe inmediatamente que no sería un desayuno a los que estaba acostumbrada –desayuno sobre la barra de la cocina, en compañía de Simona–. La mesa estaba puesta, y en ella, mamá y papá sentados, a mi espera.

–Hola –los salude con una sonrisa–. ¿Qué hacen aquí?

–Hola nena –me saludo mi padre–. Nos dieron la mañana libre, habrá bastante trabajo en la noche. 

Seguimos desayunando tranquilamente, hablando del trabajo, de la casa, del clima, de todo; hasta que llego el tema que más me irritaba...

–¿Cómo va la preparatoria? –preguntó papá, sosteniendo una tostada de con mermelada–.

Iba bien, sin duda, estaba muriendo con mantener las calificaciones perfectas.

–Excelentes –conteste, deseando cambiar de tema–.

–¿Ya has visto lo de la Beca? 

Un gran suspiro de mi parte.

"LA BECA" Mi mayor sueño hace 6 meses. 

Lelia y yo habíamos decidido que queríamos estudiar en Francia, en una de las escuelas de arte más importantes del mundo, de modo que movimos cielo y tierra para conseguir una beca. ¿Los resultados? Los resultados estarían disponibles hasta Mayo del año siguiente, un laaaaargo año después.

–No, papá... ni siquiera sé si sigo la sigo queriendo... 

–¿QUÉ? –exclamo con un deje de enojo–.

–Bueno... ya no le hablo a Lelia, y... ya no quiero irme lejos... 

No, quería seguir aquí, un año más, dos, y tres, no podía dejar a mi novia, a mis nuevas amigas, mi vida, ya no.

–Lauren, vas a arreglar las cosas con Lelia, y cumplirán sus sueños, en la gran París ¿Lo entiendes? 

Cerré los ojos, no valía la pena discutir, cuando esa solicitud llegara, si la respuesta fuera "Sí" simplemente la rechazaría, y ya esta.

–Vale, se hará lo que tú digas, ahora, si me permites... –me levante de la mesa, y me fui a mi habitación–.

10:38 a.m. Ella llegaría a las 12, en la salida del primer autobús.

Me tome el tiempo restante para acomodar un poco mi habitación, a las 11:20, escuche el carro de mis papás salir. 

Me entretuve otro gran rato, revisando mis apuntes y trabajos, hasta que el sonido de una puerta abrirse me interrumpió.

Mi novia abrió los brazos de par en par, para poder acorrucarme en ellos.

–HOLA LINDA –me saludo, una vez separadas–. 

–Hola Amor –le respondí, cerrando la puerta con seguro–. Te extrañe.

Acerque mis labios a los suyos, y nos regalamos un beso suave y dulce. 

–Mmm... sabes a pastel de calabaza –expreso, y yo me eche a reír con jamás–. ¿Estabas estudiando? Qué mal. 

–No lo estaría haciendo, si alguien no me desconcentrara cada 2 minutos –le reclame divertida–.

Bah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora