La siguiente historia se basa en el momento en que Timmy y Johnny se conocieron cuando comenzaron a rodar la serie ADDICTED...
Más de alguno se habrá imaginado cómo era su relación privada, qué sentían y lo más importante cómo se enamoraron.
...
ADVERTENCIA: EL CAPÍTULO SIGUIENTE CONTIENE LECTURA APTA SOLO PARA MAYORES DE 18 AÑOS.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Johnny tiene completamente invadido mi torso. Lentamente comienza a desabrochar mi camisa mientras nos seguimos besando. Sus labios cambian de dirección hacia mi cuello y yo levanto mi cabeza para darle acceso a todo lo que él quiera besarme, mientras mis manos acarician su cabello. Ningún tipo de pensamiento invade mi mente. Es como si mi cuerpo estuviera reaccionando por sí solo sin que yo pueda evitarlo. Pero no me importa porque realmente estoy disfrutando de este momento. Sus besos son suaves pero ardientes que van encendiendo pequeñas llama en mis venas. Mis manos bajan hacia su espalda e intenta quitarle la prenda que lleva puesta. Ahora ambos estamos con el torso desnudo. Mi respiración se va acelerando a cada segundo. Johnny va construyendo un camino de besos hacia mi estómago al momento en que sus manos se apoderan de mi pantalón. Sin darme cuenta siento que mis manos también están preparándose para quitarle aquella prenda. En el momento en que me desabrocha el botón, detiene toda acción que estaba realizando y me mira fijamente. -Zhou Zhou... tú.... ¿estás seguro de que...?-. ¿Qué? No lo entiendo... no sé a qué se refiere con su pregunta. -...-. -Dime que realmente quieres esto-. Un silencio se apodera de la habitación. Miro hacia todos lados hasta que mi vista se fija en mi entrepierna, por lo que hace que entienda completamente la razón de su pregunta. Y es que no sé en qué momento mis piernas estaban completamente abiertas intentando buscar la conexión con Jingyu. -Sí, lo quiero-. Le digo mirándolo fijamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Es mi cuerpo el que lo quiere, lo necesita. Sentir a Huang Jingyu en mí, poseyéndome y haciéndome completamente suyo es algo que mi propio corazón y cuerpo lo espera, desea y anhela. Al final tenía razón. Mi corazón escogió mi rol. -Quiero tener sexo contigo-. Le digo con voz entrecortada en medio de un beso que parece interminable. -Yo no-. ¿No? -¿?-. -Yo quiero hacerte el amor-. Nuestras bocas vuelven a unirse mientras que nuestras manos van quitando los pantalones que nos obstaculizan a estar mucho más conectados. No puedo creer que esta misma tarde estábamos hablando de esto sin saber que horas después lo estaríamos haciendo. Cuando quedamos casi desnudos, Jingyu ingresa su mano por el interior de mis bóxers acariciando muy suave mi entrepierna haciendo que suelte un gemido. -Quítame los bóxers con tus pies-. Me dice susurrándome al oído. Obedezco a su petición y retiro su última prenda. Ahora sí que lo conozco como Dios lo echó al mundo. Jingyu retira los míos y quedamos completamente desnudos a disposición del otro. -Escucha, no quiero hacerte daño, así que si te duele mucho, me avisas y yo me detengo inmediatamente, ¿bien?-. -De acuerdo-. Me prepara para ingresar usando un poco de vaselina líquida, y yo coloco una almohada por debajo de mis caderas para darle más comodidad a su acción. Voy sintiendo su entrepierna rozando mi trasero antes de entrar, y mientras lo hace, su rostro se acerca al mío besándome. Comienza a penetrarme lenta y delicadamente, por lo que doy un pequeño sobresalto con un pequeño gemido mezclado con una queja de dolor. -Tranquilo-. Me dice susurrándome al oído. Ahora está completamente dentro de mí. No sé cómo describir esta sensación, sólo que el dolor es muy fuerte, pero es un dolor que quiero sentirlo, que viene acompañado con el placer y la adrenalina. Johnny deja de hacer todo tipo de movimientos y me mira fijamente. ¿Por qué se detiene? -Ya me doy cuenta de que te duele. Aguanta, voy a retirarme-. -¡No! No lo hagas. Continúa por favor-. En estos momentos siento una presión enorme en mi sangre, que me quema y arde por dentro. El único que puede calmar esta incotrolable lujuria es el hombre que está encima de mí. El miedo que sentí al principio se ha desvanecido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sin demora, comienza a mover sus caderas haciéndose poseedor de todo lo que soy. Su boca juega con el lóbulo de mi oreja, luego baja hasta mi cuello dejando pequeños mordisqueos. Su miembro entra y sale enviando chispas de electricidad por todo mi cuerpo. Su ritmo es lento y hace que esta excitante tortura sea agónica, pero así lo quiero. Mi cadera comienza a seguir el ritmo de las caderas de él, formando una danza erótica que disfruto cada vez más. Mi excitación está tan al límite que no puedo evitar soltar varios gemidos, inhundando esta silenciosa habitación. Mis ojos están cerrados porque quiero estar completamente entregado a la pasión que me da este hombre... mi hombre. Mi miembro ya está comenzando a doler porque quiere liberarse, así que tomo la mano de Johnny y la guío hacia mi propio miembro. -¿Estás bien?-. Me dicen entre jadeos. -S.. sí. Es sólo que... duele... aquí-. Digo señalando mi pene. Johnny acelera un poco sus embestidas ya que, por lo que veo, también está al límite del placer. -Vamos a hacerlo juntos-. Me propone. -De acuerdo, pero ya liberáme que no aguanto-. Johnny se retira lentamente de mí y yo lo detengo. -Hazlo dentro de mí-. -No puedo, no tengo preservativo-. Ya estoy fuera de toda razón alguna porque quería que se liberara en mí, pero tiene razón. Todo fue improvisto y no teníamos nada a mano. Cuando se retira aprovecho de tomar su miembro haciendo que suelte varios gemidos llenos de placer. Él hace lo mismo y ambos comenzamos a liberarnos al mismo tiempo que nuestras bocas se encuentran unidas, soltando gemidos de por medio. Cuando llegamos juntos al clímax, él deja caer su cabeza clavándola en mi hombro, yo acerco mi boca a su oído y le susurro las palabras que había estado guardando por mucho tiempo. -Te amo, canguro-. Levanta su cabeza sorprendido por mi confesión. Yo sólo le sonrío. La verdad es que yo también estoy sorprendido por lo que he dicho, porque fui el primero en decirlo. Ni en mis mejores sueños me imaginaba declarando mi amor yo primero. No hay vuelta atrás. Me he enamorado de Huang Jingyu. Al cabo de unos segundos mirándome, suelta sus palabras. -Yo también... yo también te amo, gatito-. Sí, me dice gatito porque me encantan los animales, sobretodo los gatos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nos besamos por un rato muy largo antes de reponernos. Aún no lo puedo creer. Ahora soy suyo, completamente suyo. Desde ahora, todo será distinto porque ya todo está sellado y nadie nos arrebatará esta vida que estamos construyendo juntos. ---------------------------