ADVERTENCIA: EL SIGUIENTE CAPITULO CONTIENE TEXTO APROPIADO SÓLO PARA MAYORES DE EDAD.
Esa noche en nuestra habitación, Johnny y yo celebramos nuestro éxito a nuestro modo.
-Dime que hoy serás mío-.
Seductoramente, Johnny me habla en el oído a lo que yo accedo abalanzándome sobre él, como si fuera un leopardo que no ha comido durante días.
-¿Es un sí?-.
-Shhh, no digas nada. Deja que nuestras manos hablen por nosotros-.
Como un niño pequeño, Johnny obedece a mi orden y se deja llevar por mis manos que están ansiosas de generar placer a su cuerpo.
Mis manos comienzan a bajar por su ombligo hasta llegar al borde de sus pantalones, mientras que mi lengua rodea su manzana de Adán. Johnny arquea su cuello jadeando levemente despertando el deseo en su ser y que se propaga a través de mis venas.
La conexión entre ambos es indescriptible, de tal forma que cuando él despierta su excitación, inmediatamente mi pecho lo percibe y despierta la mía.
Mi corazón se aceleró a mil cuando mi mano derecha se apoderó del miembro de Jingyu, quien se estremeció al sentir mi contacto. Lo acaricio con suavidad dando unos seductores movimientos, y sus caderas empiezan a moverse a mi ritmo.
-Zho... Zhou Zhou-. Dice mi nombre entre jadeos.
-Sólo disfrútalo-. Callo inmediatamente su boca con mis besos, sin dejar ningún centímetro de él sin saborear.
Es un hecho que Johnny me ha dado el control absoluto para hacer y deshacer a mi antojo, ya que sus manos tienen agarrado en un puño las sábanas.
Mis manos dejan de lado su masculinidad, se apoderan de su polerón y en cosa de segundos retiro todas las prendas superiores dejando su torso desnudo. Yo también retiro mi polera y me acerco a sus labios nuevamente. Nuestros pechos se conectan sintiendo el calor de la otra persona.
Mi miembro despierto comienza a doler y necesito con urgencia quitarme los pantalones. Mis labios cambian de dirección hacia su oído, mordisqueando el lóbulo de éste.
-Quítame los pantalones-.
Después de pronunciadas mis palabras continúo con mis besos en su oreja, cuello y mejillas. Cada parte de su rostro debe ser marcada por mis besos.
Johnny obedece mi orden y me retira los pantalones junto con mis bóxers empujándolos con sus pies. En sincronización, retiro los suyos. Ahora estamos completamente desnudos, cada uno sintiendo la piel del otro.
-Quiero sentirte-. Susurro mis palabras en medio de mis inevitables gemidos.
-Tú decides-.
¿Decidir yo? Ahh, ya entiendo lo que quiso decir.
Como estaba encima de él, lo empujo con fuerza de manera que intercambiamos posiciones.
-Hazlo tú, quiero que seas tú...-.
Justamente es la sensación de ser poseído por él, dominado por sus impulsos, es lo que más me llena. Él siendo mi amo, tierno y amable es lo que hace que me enamore aún más. No es que sea masoquista o algo así, es sólo que hay veces que mi cuerpo siente la necesidad de que Jingyu sea mi amo dominante, el que guíe esta relación sexual y otras en las que necesito ser yo quien tenga el control, como si fuera el pasivo dominante. Esta definitivamente es la ocasión en que necesito la primera opción.
-¿Quieres que tenga el control?-.
Asiento a su pregunta y él besa mi cuello y acaricia mi pecho, baja hacia mi entrepierna y la acaricia con suavidad haciendo que suelte un gemido ahogado. Lentamente comienza a abrir mis piernas y capto inmediatamente su intención, así que tomo una almohada y la coloco debajo de mí para alzar mi trasero. Conectamos nuestros labios nuevamente, hasta que Johnny se sobresalta de repente.
-No traigo preservativos-.
-No importa. Confío en ti. Estamos sanos, ¿no?-.
Se relaja como si mis palabras fueran un tranquilizante para él.
-Avísame si te duele-.
-Está bien-.
Comienza lentamente a ingresar, y mi cuerpo se estremece como si fuera la primera vez.
Cada vez el nerviosismo y la sensación van aumentando cada vez más a medida que pasa el tiempo.
Johnny es el hombre que despierta más emociones en mi cuerpo con cada caricia que me da.
Sus caderas comienzan a moverse al compás de mis gemidos suaves y sutiles que nacen desde mi garganta. Mis manos, que rodeaban su cuello, bajan por su espalda dejando pequeños rasguños en él, luego las subo hacia su pelo dándoles pequeños jalones a medida que la intensidad va creciendo en mi entrepierna.
-Te necesito-. Le susurro con respiración acelerada.
-Estoy aquí. Siempre estaré aquí-.
Su respuesta no me satisface. Aún estando él aquí poseyendo todo mi cuerpo, siento la necesidad de querer más y más de él.
Sus embestidas se van acelerando y el dolor en mi pene va creciendo, dando claras señales de querer liberarme. Mi mano derecha, que anteriormente estaba enredada en su cabello, baja con dirección hacia mi miembro, pero Johnny la detiene.
-Aún no, amor-.
-Por favor, déjame-. Protesto ante su negativa.
-Disfrútalo un poco más-.
Asiento ante los caprichos de mi hombre doblegando mis ganas de liberarme para reemplazarlas por mis deseos de seguir alimentándome del deseo que se me inyecta por mis venas. Para lograr mi cometido, me levanto obligando a Johnny que se enderece quedando sentado y yo a horcajadas sobre él y cambiando el rol escogiendo mi ritmo.
-Mi turno-. Le digo.
Sus labios sellan mi boca inmediatamente, como si mi néctar fuese sangre que debe ser absorbida urgentemente por una bestia hambrienta. El ritmo elegido por mis caderas es un poco acelerado y ansioso, casi a la misma velocidad de los latidos de mi corazón.
Nuestros cuerpos se van fundiendo en una sola atmósfera de deseo que invade esta habitación.
Mi capacidad ya está al límite y no puedo soportarlo más.
-Necesito... no puedo... ya no...-.
Mis palabras salen entrecortadas por la acelerada respiración que suelto.
-Ya casi, cariño...-.
Su mano baja hacia mi miembro y la acaricia suavemente aumentando aún más mis ganas.
La excitación llega a su límite e inevitablemente me libero en su mano y él también lo hace porque siento su cálido líquido dentro de mí.
Me derrumbo en sus brazos sin perder la conexión y entierro mi cabeza en su cuello. Lo rodeo con fuerzas como si quisiera decirle que no pretendo soltarlo nunca.
-Te amo, gato... te amo demasiado-.
-Yo también te amo mucho-.
Nos quedamos en la misma posición un rato más hasta regularizar nuestras respiraciones. Al intentar levantarme un poco, siento una pequeña punzada en mi trasero. Había olvidado que él aún seguía dentro de mí, por lo que me apresuré un poco sintiendo ese pequeño dolor. Johnny se da cuenta de ello.
-Lo siento, voy a salirme-.
Al hacerlo, me alejo de él, tendiendo su mano para que nos vayamos a duchar a pesar de la hora que es. Me preocupa un poco las sábanas, que no la hayamos ensuciado, pero creo que no, todo quedó en nuestros cuerpos.
Cuando estamos ingresando a la ducha, él me agarra de la cintura rápidamente casi haciéndome tropezar.
-¿Quieres hacerlo de nuevo?-. Me dice coquetamente.
-Me encantaría hacerlo, pero tengo un poco de sueño. Hoy fue un día agitado y quiero descansar-.
-Bueno, entonces duchémonos rápido para ir a dormir-.
Luego de 15 minutos, nos vamos a acostarnos en una de las camas, y aunque es de una sola plaza, nos acurrucamos muy bien para estar cómodos. Así nos quedamos un rato hasta ser vencidos por el sueño.
Al otro día, nos vamos de regreso a Beijing para seguir con nuestras actividades. Llego a casa un poco cansado, pero aún así llamo a Johnny porque necesitaba escuchar su voz. Cualquiera diría que estoy obsesionado puesto que nos vimos hace un par de horas atrás y ya lo estoy llamando.
-¿Cómo llegaste a casa?-.
-Bien. Un poco cansado, pero bien. ¿y tú?-.
Su voz suena totalmente rendida y además con un bostezo de por medio.
-Igual. Ahora voy a comer algo. Tengo mucha hambre-.
-Eso es muy propio de ti-. Termina con una carcajada.
-Tú tampoco cantas mal. Eres mucho más glotón que yo-.
Me río de él un momento.
-Jajaja, muy gracioso-.
-Oye... quiero hablar de algo contigo-. Le digo con franqueza borrando toda sonrisa de mi rostro.
-¿Qué? ¿Me vas a recordar que pasado mañana tenemos sesión?-.
-¿Sesión?-.
-Sí. La sesión para Femina-.
-¿Qué día es hoy?-.
-Hoy es 21 de Febrero-.
-Tienes razón, se me traspapeló. Gracias por recordar, pero no era eso lo que quería hablarte.-.
-Dime-.
-Es que...-.
Cuando voy a contarle lo que tengo planeado, escucho el teléfono de él que suena.
-Espera un momento-.
Escucho que Johnny le avisa a alguien que no pudo atender porque estaba conmigo, luego se dirige a mí.
-Te llamo luego, atenderé esta llamada-.
-No te preocupes, luego hablamos-.
Al cortar, me queda un pequeño nudo en la garganta. Mi motivo era que quería pedirle que me acompañara a casa de mi madre para presentarlo oficialmente como mi pareja ante mi familia.
Mi teléfono comienza a sonar insistentemente y me saca de mis pensamientos. Es Li Hao.
-Hola Zhou Zhou-.
-Hola, Li Hao-.
-Te llamo porque necesito avisarte que mañana tenemos una reunión urgente con todo el elenco-.
-¿Pasó algo?-.
-Mañana te enterarás-.
-¿Por qué? ¿No me lo puedes decir ahora?-.
-No, ahora no. Tengo prisa, así que te corto, y no lo olvides, mañana a las 8 de la mañana-.
-Está bien, nos vemos-.
Él corta la llamada y yo me quedo pasmado sin reaccionar. Un mal presentimiento tengo de todo esto. Son malas noticias, estoy seguro de ello, pero...
¿Qué será?
--------------------------------------
ESTÁS LEYENDO
De la ficción a la realidad
FanfictionLa siguiente historia se basa en el momento en que Timmy y Johnny se conocieron cuando comenzaron a rodar la serie ADDICTED... Más de alguno se habrá imaginado cómo era su relación privada, qué sentían y lo más importante cómo se enamoraron. ...